Capitulo 35

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Estaba sentada en una silla demasiado incómoda para mi gusto de color blanco, al igual que toda la habitación, tenía nuestros dedos entrelazados mirando al suelo y pensando en todo lo que pasó hace dos días a la noche. Sin permiso las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas recordando todos los sucesos de aquella noche después de encontrar a Justin en el suelo.



Salimos todos del coche, Mackenzie se habia decidido en quedarse en el coche. Me explicó que era porque se sentía incómoda junto a Ryan y quería estar sola para pensar en todo lo que había dicho Ryan en el coche de camino hacia aquí.

Tenía un mal presentimiento, me dolía el estómago y tenía ganas de vomitar, era un sitio apartado de la ciudad y daba muy mal rollo, hasta que escuchamos un gran alboroto junto con un tiro. Todos nos paramos y la sangre dejó mi cara. Justin. Otro disparo resonó por el lugar, Ryan sacó su teléfono sabiendo que llamaba a emergencias y yo sin dudarlo le agarré la arma a Ryan y salí corriendo, escuchando los pasos de los chicos detrás de mi. Una imagen dolorosa me hizo pararme, congelandome en el sitio, había un chico al parecer muerto en el suelo, otro apuntando con una pistola hacia la cabeza de él. Justin estaba sangrande en el suelo, con una pistola apuntando al chico.


Nada de esto debería estar pasando, todo esto era mi culpa, solo mía. Miré al que estaba en pie y escuché el pequeño chasquido que indica que carga la pistola y yo, sin saber como saqué la sangre fria cargué y disparé, no sé donde le di, pero cayó al suelo. Muerto. Vi a Justin caer de espaldas y intentar respirar mientras la sangre de sus costillas caía entre sus dedos.


Corrí hacia él innundada por el pánico, Ryan y Chris siguiendome mientras Jake y Chaz seguian dentro de la casa. Me vinieron a la mente todos esos momentos en los que Justin me hizo sonreír, reír, los que me consoló y lloró conmigo y después los momentos después de lo de Natalie, cosa que ya me explicaron que fue todo un plan de ella para que pensara que Justin me engañaba de mala manera, después la mentira de Ryan sobre la apuesta y Justin intentando arreglar las cosas conmigo sin saber absolutamente nada. Cuando me dijo que me amaba...y yo no le respondí, haciendole creer que ya no sentía nada por él.


-¡Justin!- grité, me agaché a su lado escuchando de fondo a las ambulancias acercarse-. Aguanta, la ambulancia está de camino junto con la policia. Por favor.


-No cierres los ojos Justin- escuché a Ryan a mi lado con la voz rota, pero Justin parecía cansado y se notaba como le pesaban los parpados por el sueño-. ¡Joder Justin, no cierres los putos ojos!


Abrió su boca forzandose a hablar.


-No hables- dije acariciando su cara, los tres estabamos llorando a mares, pero yo absolutamente más-. No te
esfuerces porque será peor, aguanta un poco más, vas a salir de esta. Todo va a ir bien.- le abracé la cabeza lo suficientemente cuidadosa, intentando que con eso todo fuera mejor, intentandome creer mis propias palabras y que se hicieran reallidad.


Como pudo levantó su otra mano, acariciando mi cara, mis lagrimas contra sus pulgares mojandolos.


-No llores- me dijo como pudo, su voz rota y ahogada-. No llores, no por mi. Chicos, gracias por venir, pero no creo que sirva de mucho, estáis perdonados, y _______, gracias por haberme hecho el chico más feliz en este Oops! mundo solo estando a mi lado, te amo, peluche. Siempre lo haré.- noté que quería seguir hablando, que no queria terminar aquí pero hizo una mueca de dolor, apretando su mano contra sus costillas. Sus palabras me hundieron, él me amaba y yo le había hecho sufrir. Poco a poco fue cerrando sus ojos color miel.


-¡No!- grité, llorando aún más fuerte y apoyando mi mejilla en la suya mientras que él poco a poco iba cerrando los ojos, preso del sueño-. ¡No, porfavor!- supliqué escuchando como llegaban las ambulancias junto con las patrullas. Pero ya era demasiado tarde, Justin había cerrado los ojos-. ¡No Justin, no te vayas, no me dejes!- girtaba cuando un médico me cogio en brazos y me apartaba de él, yo comencé a dar patadas al aire gritando y llorando más.

La fea; j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora