Capitulo 27

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______ POV



-Este es el cuarto de la limpieza- le dije a Mackenzie, la chica nueva, abriendo la puerta de dicho cuarto. Mi piel se me puso de gallina al recordar el momento que pasé con Justin en este cuarto, sus palabras y su beso. Agarré más fuerte la bandeja del almuerzo que me dejó Justin en mi taquilla ya que la había cogido para acompañar a Mackenzie.


Cuando me preguntó como era que llevaba bandeja fuera de la cafetería, le expliqué que no era mía y, a conseqüencia le tuve que explicar la historia de Justin. Entera. Pero eso sí, sin decir el nombre de Justin, solo decía ''un chico'' ''ese chico'' y cosas así.


-Vaya- dijo-. En mi otro instituto lo guardaban todo en el baño de los profesores- rió.


-Ya bueno, aquí son algo finos.


Ella rió y yo sonreí sinceramente.


-Y bueno- dijo mientras yo cerraba la puerta y comenzabamos a caminar por el pasillo para dirigirla a la cafeteria-.
¿Tienes algún hermano?- preguntó.


-No- sonreí-. Soy hija única.


-No sabes la suerte que tienes- dijo poniendo los ojos en blanco.


-¿Por qué?- solté una pequeña risa.


-Yo tengo un hermano dos años mayor que nosotras, es muy sobreprotector, no me dejaba salir de fiestas con chicos, solo si iba con alguna de las amigas que allí tenía. No me deja quedarme sola en casa, y siempre me hace ir a dormir pronto.


-Vaya, como te quiere- le dije-. Yo siempre quise un hermano o una hermana mayor, o pequeño. Me da igual. Nunca sé lo que es tener el amor de un hermano.


Ella me miró enternecida soltando un pequeño 'aaww' y me abrazó.


-Si quieres yo puedo ser tu hermana, sé que no es lo mismo- dijo moviendo la cabeza graciosamente-. Pero será parecido.- setenció soltandose de mi.


Yo la miré sin saber que decir, tener una amiga, una hermana. Alguien a quien explicarle mis secretos, alguien en quien confiar y poder hablar de cosas de chicas. Sin dudarlo dejé la bandeja del almuerzo en un banco interior a mi lado, salté sobre suyo y la abracé fuertemente.


-Oye, oye- dijo devolviendome el abrazo-. ¿Que pasa, chica?


Me separé y la miré a los ojos, dándome cuenta que habiamos llegado a la cafetería.


-Verás-dije parada delante suyo delante de la puerta de la cantina-. Es que nadie me había dicho algo así.


Ella frunció el ceño confundida.


-¿El qué?


-Lo de...-suspiré-. Lo de que si quería a una hermana podian serlo.


Ella entrecerró los ojos y me miró.


-No tengo amigas, bueno, ahora sí- le aclaré.


Sus ojos se abrieron y su boca formó una 'o'. Me reí por su cara y abrí la puerta.


-Entremos, te lo explicaré todo dentro- le dije cogiendola del brazo y ella solo asintió con la cabeza afirmativamente.


Al momento de poner cuatro simples pasos dentro de la cafetería junto con Mackenzie todos los pares de ojos de los que tomaban sus almuerzos tranquilos.


-Oye- dijo Mackenzie a mi lado dandome un pequeño codazo y inclinandose hacia mi oreja sin apartar la vista de la gente que nos miraba-. Te están mirando.


Yo la miré incédula. ¿No me digas? No lo sabía. Pensé sarcástica.


-No les hagas caso- le dije bajo y hice que me siguiera a través de la cafetería hasta la mesa vacía del final. Notaba todas las miradas a nuestas espaldas, pero ya no me importaba, ya no me ponía incómoda. No me importaba lo que pensaran de mi de ahora en adelante.


Nos sentamos una delante de la otra y antes de que yo pudiera decir una palabra Mackenzie comenzó a hablar haciendo que yo cerrara la boca.


-¿Como que no tenías amigas?- dijo inclinándose hacia delante.


-Bueno, verás- comencé sin saber que decir exactamente-. Yo antes, sufrí bullying.- dije directa. Si lo pensaba sería peor.


Ella se tiró hacia atrás y frunció el ceño incluinándo su cabeza hacia un lado.


-¿Me estás tomando el pelo?


Negué con la cabeza riendo.


-No.


-Vaya- dijo-. Que mal.


Asentí afirmativamente, de acuerdo con ella.


-A ver si un día de estos te presento a mi hermano, es bastante guapo- dijo levantando las dejas y yo reí, pero de golpe, me vino una idea a la mente y sonreí, maliciosa.


-Me encantaría- dije devolviendole la sonrisa.


-Hoy me viene a buscar en su coche, si quieres te acercamos a tu casa.


Yo la miré considerando la oferta y sonreí con mi idea rondando por mi cabeza sin salir. Había tomado una decisión.


-Me encantaría, pero antes tendría que avisar a mi padre- le dije y enseguida le envié un mensaje a mi padre avisandole, el qual él me respondió diciendo que de acuerdo-. Avisado.


-Genial- dijo con una sonrisa-. Te encantará mi hermano- dijo riendo y yo reí con ella negando con la cabeza-. Oye- dijo parando de reír.


-Dime.


-¿Por qué te hacían Bullying?


Me encogí de hombros mirando mi bandeja. Yo estaba de espaldas a la puerta de la cafetería en la otra punta de esta y Mackenzie estaba de frente. Por lo que podía notar aún miradas en mi espalda con curiosidad, sobretodo curiosidad por Mackenzie.


-Por que la gente es así. No aceptan que alguien sea fea y...


-Espera- me interrumpió poniendo una mano en mi cara-. ¿Fea? Ahora si que me estás tomando el pelo. ¿Fea? Creo
que estas ciega o mal de la cabeza, porque chica, no soy lesbiana pero te haría gemelos hasta que salieran impares.


Yo escupí el zumo que me había metido en la boca comenzando a reír fuertemente. Eso me había hecho mucha gracia, no podía parar de reír y sentí como todos volvían sus miradas hacia a mi, de nuevo. Mackenzie comenzó a reír conmigo. Esto se sentía muy bien.


-Recuerdame no dormir en una habitación contigo- le dije secándome las lagriams provocadas por la risa. Pero ella ahora estaba seria, mirando a mis espaldas atontada y con los labios entreabiertos-. ¿Mackenzie?- le pregunté pasando mi mano de un lado a otro por delante de sus ojos, pero no sirvió de nada.


-Dios, ese rubio esta buenisimo- dijo.


Yo me giré con el ceño fruncido y mi cara cambió drasticamente, pero a una sonrisa.

La fea; j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora