Estuvimos envueltos por un silecio cómodo rodando a nuestro alrededor, dando tiempo a pensar en todo lo que nos estaba sucediendo, lo que nos había sucedido, todos los obstaculos, lágrimas, peleas...Lo último me llevó a cuando ni siquiera eramos amigos, cuando yo la hacía una victima más de Bullying, haciendome sentir como un completo hijo de puta. Sus lágrimas, su inseguridad y su miedo, todo eso ahora me provocaba dentro un nudo en el estomago, como si sufrimiento también fuera el mío. Y es que ahora eso era cierto, si ella sufría, yo sufría el doble por ella. Todo ha dado un giro de 180 grados a nuestras vidas, todo ha dado la vuelta. La miré durante dos segundos analizando su perfil mirando por la ventana con una sonrisa en la cara e, inconscientemente, otra sonrisa se formo en mis labios como si fuera el propio reflejo de su rostro. Sentí una emocion recorrer todo su cuerpo al pensar que ella era mía, que si todo iba bien, a partir de esta noche sería oficialmente mía. Volviendo mi mirada a la carretera vi que ya estabamos llegando a mi destino, por lo que me decidí a frenar y aparcar en la cuneta de la carretera sin apagar el coche.
-¿Por qué paramos?- preguntó ______ curiosa girando hacia mi con el ceño fruncido al ver que el coche no seguía hacia adelante.
Ignoré su pregunta y cogí del asiento de atrás un pañuelo de color negro, miré a ______ levantando el pañuelo en mi mano y con una sonrisa en mi cara. Ella rodó los ojos y suspiró, me volvió a mirar.
-¿En serio tengo que ponerme eso en los ojos?- preguntó con una voz de fastidio y haciendo una mueca.
Yo sonreí con ternura, era tan adorable hiciera lo que hiciera que me daban ganas de agarrarle la cara y plantarle un beso en los labios, suave, dulce, tierno. Tal y como mi pequeña niña de merece. Con mi mano derecha le acaricié la mejilla con mis nudillos y ella dio un respindo. Sonreí.
-Amo tener ese efecto en ti- susurré lentamente acercando mi cara a la suya-. Amo saber que estas a mi lado- volví a susurrar y antes de que ella pudiera decir algo le di un fugaz beso en sus regordentes y perfectos labios, encajándolos perfectamente con los míos como si estuvieran hechos a medida para que encajaran como un puzle. Poco a poco y de mala gana fui separando nuestros labios, y sin que ella tuviera tiempo de resistirse puse el pañuelo sobre sus ojos y hice un nudo como pude apretado detrás de su cabeza y que ella comenzó a moverse.
-¡Eres un tramposo, me has besado para taparme los ojos!- exclamó ella haciendose la ofendida y la molesta cruzando los brazos sobre su pecho. Yo reí en carcajada y la envolví en mis brazos, acerce mi boca hasta su oído hasta que sentí como le daba un escalofrio-. Si te he besado, es porque tus labios me provocan a que lo haga- susurré sensualmente y le mordí el lobulo.
-Si claro- dijo, pero su sonrisa la delató. Yo sonreí ampliamente quitandome el cinturón y abrí mi puerta, en seguida ______ se puso alerta al oír el ruido de la puerta abrirse-. ¿A donde demonios vas? Ni se te ocurra dejarme aquí sola porque te doy de hostias y...
No la dejé terminar ya que volví a estampar mis labios sobre los suyos, esta vez para callarla. Un gemido salio de su garganta y aproveché que abrió los labios para empujar mi lengua dentro de su boca iniciando una lucha entre nuestras lenguas, ella no se resistio, em su lugar subió sus brazos hasta mi cuello e hizo presión, provocando que nuestros cuerpos se juntaran y se rozaran por encima de la ropa. Mi brazo derecho se movio a su cintura con el objetivo de quedarnos en la misma posición y su cuerpo no se alejara ni un centimetro del mío, mi mano subió arriba y abajo por su cintura, pasando por su cadera y subiendo hasta casi tocar la parte baja de su pecho. ______ suspiró con satisfacción e hico que un calor me recorriera por todo el cuerpo, aún estaba con lo ojos tapados por lo que supe que estaba disfrutando mucho más del momento, ya que sus sentidos estarian más despiertos. Algo hizo click en mi mente y de mala gana me separé unos centímetros de ella, dejando que nuestras respiraciones se mezclaran una con la otra.
-Aquí no, ahora no. Pronto llegará el momento mi amor, y lo disfrutarás como nunca nena. Te lo prometo- le susurré sobre los labios y me alejé del todo seguido de un quejido por parte de ______ al no sentir el calor de mi cuerpo contra el suyo. Yo solté una pequña risa mientras salía del coche y cerraba la puerta. A paso normal rodeé el coche por delante mientras una sonrisa se formaba en mis labios al saber lo que poco a poco se iba aproximando. Llegué a la puerta del acompañante y la abrí, ella giró su rostro y se quedó quita. Con mi mano libre le agarré la suya derecha y le di un pequeño empujón hacia mi, ayudandola a salir del coche cerrando la puerta detrás de ella un vez que estaba de pie en frente de mi. Los dos nos quedamos quietos, uno delante del otro con nuestras manos encajadas y los dedos entrelazados.
-¿Me guiarás tu, no?- dijo rompiendo el silencio comodo.
Sonreí ante la duda que salió de su voz y le di un pequeño pico en los labios.
-No, dejaré que camines por tu cuenta para que te caigas y te rompas el cuello- solté yo con ironía y ella frunció el ceño por debajo del pañuelo. Me reí.
-Que graciosillo estás- me soltó seria. Yo la abracé por la cintura soltando sus manos, acercando su cuerpo al mío y apretando nuestro tronco el uno contra el otro. La miré fijamente, se veía tierna con los ojos tapados y sin ver nada a la vex que se veía graciosa. Le planté un beso suave en la frente y me separé, posicionande detrás de ella y agarrandole de las caderas con mis dos manos.
-Comienza a caminar- le susurré al oído.
Me obedeció y comenzó a caminar con pasos cortos y desconfiados, el cielo ya comenzaba a estar oscuro y yo guié su cuerpo para cruzar la calle, ya en el fondo veía las pequeñas luces tintineando. Mi respiración chocaba contra su cuello y notaba cono su piel se erizaba ante el aire caliente que soltaba mi boca. A un paso moderado y para que no cayese la dirgí a lo que era la entrada y yo me paré, provocando que ella frenara en seco gracias a mis brazos alredeor de su cintura ahora.
-Quítate los zapatos- le volví a susurrar. Ella arrugó la frente mirando hacia arriba y dandose la vuelta.
-¿Por qué?- preguntó. Rodé mis ojos y sonreí negando con la cabeza, de nuevo con sus preguntas.
-Tu quítatelos, hazme caso- le dije.
Ella con la cabeza al frente subió una pierna hasta que su mano tocó el pie, pero por el hecho de no tener visión se tambaleó un poco provocando que yo enseguida la rodeara en mis brazos para que no cayese al suelo. Ella bufó.
-Es un poco complicado, ¿sabes?- fingió estar molesta.
-Entonces quedate quieta, yo te los quito.
Me agaché hasta que mi cara quedó delante de sus rodillas. Mis manos tocaron sus muslos acariciandolos con mis pulgares arriba y hacia abajo, su piel se puso de gallina y la sonrisa de mi cara se hizo presente con más emoción. Mis manos en lugar de bajar subieron lentamente tocando casi su feminidad. Su cuerpo dio un respingo y un suspiro se escapó de entre sus labios. De mi garganta salió una carcajada. Esta chica... Volví a mover mis manos pero esta vez hacia abajo, acariciando suavemente su piel por el camino hasta que llegaron a sus tobillos. Le desaté las bambas vans que cubrian sus pies, algo que amaba de ella. Que no iba con tacones ni vestidos solo para aparentar, que no le importaba lo que la gente pensara de ella. Ella iba tal y como le gustaba, era ella misma. Cuando acabé de quitarle una comencé el mismo proceso con la otra, hasta que solo me quedaba quitarle los calcetines, pero se los dejé ya que estaba seguro de que irá más comoda. Cogí las vans y me puse de pie, dejando por el camino un casto beso en la parte interna de su muslo izquierdo. Sonreí al oír un gemido salir de su boca.
-Aquí tienes, pequeña- le puse las vans en sus manos y ella las agarro. Con los pies me quité también mis Vans, pero yo me quité los calcetines con el objetivo de no mancharmelos y los puse dentro de cada bamba. Sin que diera tiempo a notar mmi movimiento, pasé un brazo por debajo de sus piernas y otro por debajo de su cintura levantándola del suelo. Ella gritó un poco y luego comenzó a reír.
-¡Justin!- exclamó cuando comencé a caminar en dirección a la entrada.
-¡______!- la imité y los dos reímos.
-Bájame, te vas a caer.
-Amor, no pesas nada. Ahora tranquilizate sobre mi pecho, pero no te duermas, ¿vale?
Y seguido de eso, le di un beso un los labios.
______ POV
Noté como Justin bajaba un escalon sin perder ni si quiera el equilibrio. Caminaba a Dios sabe donde. Yo tenía mi cabeza apoyada en su pecho, escuchando los latidos de su corazón contra mi oído. Sonreí satisfecha al saber que ahora él era mío.
-Te amo- solté inconscientemente y Justin se calló durante unos segundos. Lo sentí suspirar y pude sentir al mismo tiempo como sonreía.
-Yo también te amo, pequeña.
Amaba cuando me llamaba pequeña, me hacia sentir fragil a su lado y me hacia sentir que el me protegería, que yo era su niña. Me hacia sentir especial a su lado.
-¿Cuanto queda?- le pregunté en un murmullo.
-Ya hemos llegado- me dijo y sentí como poco a poco iba bajando mi cuerpo, dejandome sobre una superficie blanda y fría, fruncí mi ceño notando que era arena-. ¿Estas lista?
Yo asentí con la cabeza rápidamente esperando a que sus dedos me quitaran el pañuelo que no me dejaba ver nada. Y tal como quise, sus manos fueron llevadas a la parte trasera de mi cabeza, desaciendo poco a poco el nudo, desesperándome por segundos y, justo cuando sus manos cayeron a sus lados junto con el pañuelo pude ver todo lo que él, el chico que me tenía enamorada, había preparado para mi.
Mis ojos se abrieron desorbitadamente.
-Dios mío Justin- dije y mis ojos se cristalizaron en seguida-. Esto es hermoso.

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La fea; j.b
FanfictionEste es mi mundo. Todo es correcto para ellos. Bienvenido al mundo de la fea.