Justin's POV
Vi como poco a poco se iba alejando de mi, le di una patada a un contenedor de basura haciendo un gran escándalo. Algo que sinceramente, no me importó nada. Me llevé las manos a la cabeza estirando mis cabellos como si quisiese arrancarlos de golpe. En tan solo pocos días le había cogido cariño a esta chica, me hacía reír, sonreír, olvidar mis problemas, y cuando la besaba me transportaba a otro mundo, a un mundo donde solo estábamos ella y yo, viendo a pequeñas criaturas correr de un lado a otro y la llamaban mamá y a mi papá.
¿Pero que estoy pensando? Ella y yo, padres. Y es que, pensándolo bien no me importaría, es más me gustaría. Cada día me iba a dormir pensando en ella, en el color de sus ojos y en su sonrisa al verme. En como se me acelera el corazón cuando me nombra, o cuando está cerca mío o cuando la beso.
Y ella no me ha dejado explicarle la historia, no me ha dejado contarle la verdad de lo que ha pasado. Que Natalie ha venido cuando la esperaba a ella y solamente a ella, que se me ha tirado encima, dándome un beso y agarrando mis manos y poniéndolas en su asqueroso trasero. Que justo había aparecido ella. Pero aquí el imbécil soy yo, por no haberme alejado de ella lo suficientemente rápido. Soy yo el culpable de que se aleje de mi. Soy un completo idio.ta.
El timbre del comienzo de clases sonó, pero yo no le di importancia, salí por la puerta del instituto con las manos en mis bolsillos. Me senté en un banco cercano y me quedé ahí sentado, mirando a la nada, pensando solo en ella.
Y ahora es cuando me doy cuenta que cuando le dije a su padre en aquella habitación de hospital que la amaba, No mentía en absoluto.
Estoy jodidamente enamorado.
-¡Hey tú!- dijo una voz de hombre lejos de mi. Levanté mi mirada para encontrarme a un grupo de chicos que había visto solo un par de veces en mi instituto-. ¡Sí tú, el de la gorra Obey!
Yo era el único con una gorra Obey en la cabeza, así que asentí con la cabeza para que se acercaran y me dijeran que era lo que querían. Ellos al parecer me entendieron y se acercaron, eran 4.
-¿Tú eres el que sale mucho con 'la fea', no?- dijo uno de ellos.
Cuando escuché ese apodo me dieron ganas de levantarme y darle un puñetazo en la cara. Comencé por levantarme pero ellos pusieron sus brazos hacia delante para que no me acercar.
-Sooo caballo. Hemos visto como te ha dejado. Dejame decirte, pero has sido un poco cabrón- dijo el mismo dándome un golpe en la espalda.
Miré hacia el suelo, sin darme cuenta que una lágrima estaba cayendo por mi ojo derecho. Era todo cierto.
-Lo sé. - fue lo único que pude decir.
Los chicos se miraron entre ellos y luego todos fijaron su mirada en mi.
-Tenemos algo que te ayudará a olvidarla.
Los miré atentamente con el ceño fruncido. No quería olvidarla, pero también sabía que no querría verme. Además, soy uno de los que le hizo bullying, ¿no? Después de esto debe estar harta de mi. Soy imbécil, un completo imbécil.
-¿El qué?- dije decidido, sin pensar en nada. Solo en que tenía la culpa de haberla alejado de mi, de que me odie.
Uno de ellos alargó su mano y la abrió, mostrando algo enrollado en papel. Un porro. Los miré con los ojos abiertos.
-Es 'Weed'- explicó-. Sube mucho, y va muy bien.
Se lo agarré de la mano. Nada me importaba ya.
-Mechero- dije con el porro entre mis labios. Uno de ellos me prestó un mechero sonriendo y yo encendí el porro. Nunca había fumado, y mirame ahora. Dios, tenían razón. Se sentía increíblemente bien.
-¿Qué, mejor?- preguntó otro.
Asentí con la cabeza y los miré con una ceja levantada.
-A todo esto, ¿como os llamáis?
-Soy soy Mike- dijo uno rubio, con ojos verdes azulados que no había hablado en ningun momento.
-Yo Jake- dijo el que me presto el mechero, moreno y ojos negros.
-Josh- dijo el que me dio el porro.
Dirigí mi mirada al otro, el que parecía el cabezilla del grupo, el que estaba lleno de tatuajes y era el más fuerte de los 4.
-Jason, soy Jason McCann.
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La fea; j.b
FanfictionEste es mi mundo. Todo es correcto para ellos. Bienvenido al mundo de la fea.