______ POV
Poco a poco me fui deslizando por la pared hasta quedar sentada, agarrando mis piernas y llevándolas hacia mi pecho, abrazándome a mi misma. Necesitaba terminar con todo esto, empezar de nuevo, ser diferente a lo que soy ahora. He sido objeto de risas, burlas, abucheos, golpes...y apuestas. Al recordar esto último lloro más aún. No sé como ha podido caer tan bajo en hacerme esto, le creí y confié en él. No me puedo crees lo bajo que yo he caído en creerme sus mentiras y enamorarme de él. No sé cuanto tiempo me quedé ahí sentada pero el timbre, continúo de un gran tubulto de ruido de adolescentes excitados me indicó que la hora de salida había llegado. Esperé a que todo el ruido se dispersara, dándome a entender que todos ya habían salido. Me puse sobre mis pies y agarré mi mochila decidida y con la cabeza en alto. Me acerqué a la puerta y dudé durante unos segundos antes de coger el mango y girarlo haciendo que la puerta se abriera. El pasillo estaba completamente vacío, apagué la luz del baño y salí de ahí cerrando la puerta detrás de mí. Comencé a subir por las escaleras tranquilamente hasta llegar al primer piso donde estaba la puerta de la salida, salí y se encontraban -como siempre- todos los estudiantes hablando sobre que hacer este verano, este fin de semana o esta misma tarde. Nada más quedaban menos de dos meses para el verano. En cuanto crucé la puerta de salida todas las miradas se posaron en mi y se escuchaba como muchos intentaban tragarse la risa. Delante mío, justo al otro lado de la calle, estaban Ryan, Chaz, Christian y Justin. Éste último me miró y sus ojos estaban rojos y su expresión seria, triste, taciturna. Imbécil. Yo lo miré con toda la rabia que tenía dentro, decepción, dolor. Pero no odio. No, porque estaba enamorada de ese idiota que me ha utilizado sin piedad. Vi como Justin bajaba la mirada y se metía las manos en los bolsillos, Ryan, Chaz y Christian no quitaron su mirada de encima de mi. Estaban serios y pude ver una pizca de arrepentimiento en sus mirada.
¿Arrepentidos? Sacudí mi cabeza para quitar esa estúpida idea de mi cabeza. Vi el coche de mi padre acercarse por la calle, su gran e increíble Lexus, atrayendo la mirada de todo ser vivo que estaba a mi alrededor, rodé los ojos y suspiré. Mi padre aparco a unos metros de mi y, a medida que me acercaba a él, sentí la mirada de Justin quemar a mi espalda. Quise girarme, mirarle y decirle con la mirada que todo estaba bien, pero no lo hice, porque nada estaba bien. Él ha acabado con algo que ni siquiera tuvo la oportunidad de dar comienzo. Abrí la puerta esta vez con la mirada de todos los estudiantes sobre mí. Ya dentro del coche mi padre dio una maniobra para girar y nos fuimos alejando. Miré el retrovisor y vi a Justin con su mirada pegada al culo del coche y la mirada de sus tres amigos clavadas en él. Fruncí mi ceño al notar la tensión entre ellos pero en seguida me olvidé de ellos sacudiendo mi cabeza y me centré en lo que en estos momentos deseaba.
-Hola papá- hablé por primera vez, ya que no había salido palabra ni a la hora que me metí en el coche.
-Hola pequeña.- me sonrió por unos segundos pero en seguida volvió a centrar su vista en la carretera.
Suspiré sin saber como soltar la bomba que le quería decir a mi padre, algo que mi padre notó.
-¿Pasa algo?¿Te han vuelto a molestar en el instituto?¿Has hablado con Justin?- preguntó mirándome a mi y a la carretera constantemente.
No sabía que decirle, si le decía que no estaría mintiendo a mi padre de nuevo, y si le decía que sí no me daría tiempo a decirle mi objetivo porque pondría el grito en el cielo, así que decidí la primera opción. Esta sería la última vez que le diría cualquier tipo de mentira a mi padre. Y sobre Justin, no quería hablar de él. Quería que mi padre olvidara el tema.
Quería olvidarme de él.
-Papá, no es nada de eso, yo...-me quedé sin terminar la frase y miré al frente.
-¿Qué?- me incitó mi padre a continuar.
-Quierocambiarmiimagen- dije rápidamente sin pararme a respirar ni si quiera por una milésima de segundo aún sabiendo que mi padre no había entendido nada.
-¿Espera, qué?- preguntó con una mueca.
Suspiré resignada.
-Quiero camiar mi imagen- dije avergonzada y mirando al suelo.
Sentí como mi padre giró su rostro bruscamente hacia mi.
-¿En serio?
Cuando noté que continuaba mirándome miré al frente viendo como poco a poco se cambiaba de carril por donde venía un camión directo hacia nosotros de cara.
-¡Papá ten cuidado!- grité haciendo que mi padre girara el volante bruscamente y devolver el coche al carril que le correspondía mientras escuchábamos al camión pasar mientras pitaba llamándonos la atención.
-Buf- mi padre soltó el aire-. Por qué poco.
-Y tan poco- coincidí yo.
-Bueno en lo que estábamos, ¿por qué quieres cambiar tu imagen? Así estas preciosa cielo y...
-Lo siento papá, no quiero que te sientas mal, pero sinceramente, sé que me lo dices porque eres mi padre. Quiero que me apoyes en esto. Solo te pido eso. Ayúdame.- le dije.
Él me miró con una sonrisa incrustada en su cara.
-Es que no me has dejado terminar la frase. Estoy contento de que quieras cambiar, de que quieras pisar a esos que te han hecho daño.
Yo sonreí feliz de que mi padre me entendiera bien. Hacia tiempo que no era así.
-Gracias papá.
-¿Entonces, por donde quieres empezar?
Miré a mi padre con una sonrisa en la cara. Esto promete.
Justin's POV
Después de haber llorado como por lo menos dos horas, nos dimos cuenta que la hora de salida había llegado. Yo no había podido olvidar la forma en que me había mirado ella. No podía quitarme de la cabeza que no iba a poder abrazarla. No podía con la sola idea de que no íbamos a poder empezar una historia. Me sentía herido, hundido, derrotado, deprimido, desconsolado. Pero no podía hacer nada a no ser que me entere el por qué de su odio hacia mi. Algo que sinceramente tenía como objetivo conseguir saber. Necesitaba tenerla a mi lado, abrazarla en la cama, besárla, acariciarla, susurrarle al oído que la amo, que es mi vida, que es mi todo. Complacerla y decirle que es hermosa. Decirle que es la única en mi vida. Y me hundo al pensar que eso no va a poder ocurrir. Los chicos y yo salimos al exterior del instituto y cruzamos la calle. No hablamos, simplemente nos quedamos ahí mirando como todos los otros estudiantes hace planes.
-Juby, guapo- dice una voz a mis espaldas y maldigo en voz alta al reconocer esa voz. Me giro para enfrentar a la perra de Natalie. Ella se acerca y me acaricia el pecho. Cojo su mano y la quito de encima de mi bruscamente. Aprieto mis diente y mis puños sintiendo como la ira recorre mi cuerpo.
-Sabes que odio que me llames Juby- digo apretando los dientes aún más.
-Vamos- dice haciendo puchero. Será perra-. Sabes que me echas de menos.
En ese momento es cuando ya no soporto más esto, exploto.
-¿Sabes? Lo único que quiero de ti es que me olvides, que te apartes de mi, que desaparezcas de mi vida. Lo único que quiero es que no me hables y que dejes de joder la vida de los demás. Solo eres una zor.ra poligonera, que se tira a todo ser con pe.ne que pasa delante tuyo. Te pido por favor, que te vayas y no me vuelvas a dirigir la palabra. Yo ahora quiero a una sola chica, y esa, bonita. No eres tú.
Ella me mira indignada y se media vuelta, alejandose de mi hacia un grupo de chicos. Pu.ta.
Justo cuando los chicos- que han quedado callados todo el rato- y yo nos giramos ______, la chica de mis ojos, la luz de mi vida está saliendo por la puerta. La gente intenta aguantar la risa. Serán idi.otas.
Me la quedo mirando, sus ojos reflejan dolor, decpeción, rabia. Y no lo soporto más, bajo mi mirada al suelo y meto mis manos en mi bolsillo. Eso cambia en cuanto escucho el ruido de un Lexus, un ruido reconocible a quilometros. El padre de ______ aparca y ella se mete en el coche. Yo no aparto la mirada del coche ni si quiera cuando se aleja poco a poco.
Ella no me quiere. Ni si quiera me ha mirando mientras entraba en el coche. Todo esto es mi maldita culpa. No sé que hecho, pero es mi culpa. Lo sé.
-Justin tenemos que decirte algo- escucho que dice Ryan.
Los miro y veo que estan nerviosos y tensos, se miran entre sí. Pero ahora no quiero hacer nada. No tengo ganas de nada.
-Ahora no chicos.
Me pongo sobre mis pies dispuesto a irme.
-Justin es importante- dijo Chaz.
-Otro día chicos.
-Jus...-esta vez fue Christian el que intentó insistir pero yo lo interrumpí.
-¡He dicho que ahora no, maldita sea!- los chicos me miran sorprendidos, nunca les había gritado de tal manera, pero no estaba de humor. La mujer de mi vida se iba alejando de mi poco a poco, sin yo poder detenerla ni devolverla a mi lado y, sin decir más, me alejo de ellos.
Rápidamente llego a mi casa y sin saludar a mamá corro a mi habitación.
-¡Justin, cariño, salgo a comprar!- escucho que grita mi madre antes de entrar a mi cuarto.
-¡Esta bien!- le digo intentando ocultar mi voz rota. Cierro la puerta de mi cuarto una vez dentro y espero. Escucho la puerta principal cerrarse y rompo a llorar. Esto me está matando. Abro mi mochila y saco mi pequeña bolsita.
Suspiro.
Me llevo el pequeño rollo con Marihuanna a los labiós y lo enciendo.
Saco el aire por la boca y miro en frente al lado de mi ordenador donde se encuentra una foto que le hice a ______ mientras dormía cuando se quedó en mi casa.
______. Mi ______. Rompo a llorar. Y mientras lloro, fumo, un porro tras otro. Pensando en ella.
En la chica que se ha llevado mi corazón para siempre.
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La fea; j.b
FanfictionEste es mi mundo. Todo es correcto para ellos. Bienvenido al mundo de la fea.