Capitulo 8

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       Justin

Era martes. Yo estaba muy feliz. No me importaba el mundo en este momento. ¿Por qué estoy tan feliz? Debido a que ______ y yo tenemos un secreto. Un secreto sucio.

                                                                Flash-Back

Tiré lentamente lejos de ella con los ojos cerrados y luego los abrí para ver a ______ con los ojos muy abiertos y la cara sorprendida mirandome. Me arrastré lejos de ella y me senté en su suelo delante de ella. Tengo que admitir, ______ era una besadora fantástica. Una sonrisa creció en mi rostro cuando se sentó en el suelo.

-¿Qué demonios fue eso?- ella susurró.

Estaba a punto de decir algo cuando ella llevó la mano a mi cara y sentí un dolor agudo en mi mejilla. Ella me dio una bofetada. No sabía que ella tenía las agallas para hacer eso. Hombre, realmente me dolió mucho. Gemí de dolor y me cogí la mejilla ardiente con fuerza.

-¿Por qué hiciste eso?-le pregunté, mirándola.

-Yo te pregunté primero. ¿Qué demonios fue eso?

Suspiré profundamente y solté mi mejilla.

-Estábamos besándonos. ¿Es eso un problema?

-Sí. ¡Yo te odio y tú me odias!

Sonreí un poco. Voy a meterme con la cabeza.

-Tal vez podamos cambiar eso.

Sí claro.

-¿Q-Qué quieres decir?

Me acerqué a ella y ella retrocedió. Me levanté del suelo, estaba caminando hacia ella hasta que su espalda golpeó la pared, al no ser capaz de moverse en cualquier otro lugar. Fijé mis brazos a los lados de la pared para que no pudiera escapar de mi trampa y me incliné muy cerca de su oído. Yo respiraba suavemente en su oído.

-Tal vez quiero tener un sucio secreto contigo, ______- dije en voz baja y comencé a chupar su lobulo.

Yo arrastraba mi camino hasta el cuello mientras buscaba su punto débil. Empecé a chupar tranquilizadoramente mientras sentía su cuello tensarse y su espalda arquearse. Ella dejó escapar un gemido mientras chupaba un poco más allí. Ella se perdía en sus gemidos mientras me alejaba lentamente y la miré.

-¿Qué dices, ______? ¿Quieres un secreto sucio conmigo?- le guiñé un ojo.

Ella asintió con la cabeza lentamente, me atrajo hacia su cara y la puso en mi cuello. Me sentía muy bien.

Oh, me va a gustar esto.

Fin del flash-back

Yo estaba caminando por el pasillo con estilo y fui detrás de Natalie que estaba hablando con Ryan y Chaz. Envolví mis brazos alrededor de su cintura por la espalda y me incliné hacia su cuello, sabiendo dónde está su punto débil. Chupé más duro al igual que hice con ______ cuando un gemido escapó de sus labios. Levantó mis manos y se dio vuelta para mirarme. No puedo saber lo que va a hacer a continuación. Ella comenzó a lamer mis labios, no besando, lamiendo.

En realidad no importa, pero era un poco bruta. Miré a Natalie mientras me lamía y la aparté de mis brazos.

-Basta, eso es asqueroso- le dije, limpiándome los labios y mirándola.

-Nunca dijiste nada antes. ¿Qué te está pasando?- ella preguntó con los brazos cruzados.

-Nada, es sólo que...- la miré a la cara muy seria-. Tienes que dejar de ser una pu.ta.

La empujé a un lado y me dirigí hacia mi casillero que estaba en el otro lado de la escuela. Suspiré. También me alegra que le dije a Natalie la verdad. Ella necesitaba saber-lo. Tal vez si se detiene luego en realidad puede ser mi novia. Eso estaría bien, pero, no creo que ella vaya a parar.

                                                                ______

Yo estaba en mi casillero cuando alguien tiró de mi brazo y me llevó al armario junto a mi taquilla. Grité de dolor cuando se cerró la puerta del armario y miré hacia arriba para ver a Justin. Ah, los recuerdos de nosotros besándonos fluyeron a través de mi cabeza.

-Hey- dijo y me cogió la cintura con fuerza.

-Hola- grazné fuera.

Se inclinó lentamente y rozó sus labios sobre mis labios. Nos cambiamos nuestros labios en sincronización y lo sentí sonreír contra mis labios. Envolví mis brazos alrededor de su cuello profundizando el beso, sonriendo un poco. Rompí el beso mientras picoteaba mis labios alrededor de un millón de veces haciéndome reír.

Él arrastró sus labios a mi cuello y estaba plantando besos suaves en él, luego empezó a chupar en mi punto débil. Sonrió contra mi piel cuando me agarré con las manos sus mejillas y le hacía mirarme. Poco a poco picoteó mis labios mientras yo arrastraba mis labios en su línea de la mandíbula.

Esta será mi primera vez tratando de encontrar un punto débil a alguien. Esperemos que lo haga bien. Junté los labios contra su mandíbula y perdí mi camino a su cuello. Empecé a chupar en diferentes lugares, cuando oí un gemido escapar de sus labios preciosos.

Misión cumplida.

                                                                ∞

Yo estaba sentada en clase, tomando notas cuando sentí vibrar mi teléfono en mi bolsillo. Poco a poco lo saqué y leí el mensaje.

A: ______

De: Justin

''Ven a verme ahora en la 403''

Suspiré un poco y puse el teléfono en el bolsillo lentamente. Poco a poco me levanté mientras las personas estaban escribiendo las notas en la pizarra y el profesor hacia la clasificación de documentos. Poco a poco me acerqué a la parte delantera de la clase, cuando sentí un fuerte dolor en mi espalda. Sostuve mi espalda y me volví para ver a Natalie sosteniendo un lápiz roto y una sonrisa en los labios.

-Vaya- musitó ella.

Suspiré con fuerza y me acerqué a la mesa del profesor con fuertes dolores en mi espalda.

-¿Puedo usar el baño?- le pregunté educadamente.

Él asintió con la cabeza y rápidamente salí de la aula dirección a la 403 con dolores de espalda. 397, 399, 401, 403. Lentamente abrí la puerta cuando alguien me tiró dentro y grité de dolor cuando Justin me tapó la boca.

-Shhhhhhhhhhh- dijo entre dientes.

Tomé su mano de mi boca y lo miré con dolor en mis ojos. Creo que se dio cuenta miró alrededor de mi cuerpo.

-¿Te duele mucho?- me preguntó, revisando cada centímetro de mí.

Me di la vuelta y me levanté la camisa un poco para mostrarle mi espalda con algo enganchado. Él llevó la mano a mi espalda y la otra se aferraba a la patina. Empecé a asustarme.

-¿Qué estás haciendo?

-Voy a tirar de esto. Uno ... Dos ... Tres ...

Grité de dolor cuando la sacó rápidamente. Sostuve mi espalda cuando me mostró el lechón. ¡Esa cosa tan enorme!¡Oh, Dios mío!

-¿Estás bien?- me preguntó, arrojando el pedazo de pegatina.

-Sí, creo que sí.

-Bien- me agarró la cara y empezó a besarme con brusquedad.

Ahí es donde nuestra sesión de besos comenzó.

La fea; j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora