Capitulo 44 | FINAL

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[Último capitulo; lean el mensaje después del capitulo.]

Noté unos fuertes brazos alrededor de mi cintura cuando comencé a despertarme, me moví un poco intentando ponerme algo más cómoda y esos brazos me apretaron, estrechando mi espalda contra un pecho y un torso completamente desnudo, sonreí cerrando los ojos y e acurruqué apretando con mis manos sus antebrazos.

─Buenos días, peluche─ me dijo en mi oreja y depositó un suave beso sobre la piel desnuda de mi cuello. Me giré como pude y abrí mis ojos lentamente, encontrándome de frente con unos de color miel claro mirándome fijamente, una sonrisa se asomó por las comisuras de mis labios y Justin hizo lo mismo, como si fuera un espejo.

─Buenos días, amor─ susurré sin dejar de sonreír y volvía a cerrar mis ojos, suspirando mientras los recuerdos de la noche anterior invadían mi mente a cámara lenta.


─¿Estas segura de esto?─ me preguntó él anter de hacer cualquier movimiento, yo jadeé mientras asentía rápidamente con mi cabeza. Quería aquello, lo quería a él. Lo amaba mñas que a nada. Moví mis caderas contra las suyas y gruñó.

─Nunca he estado más segura en mi vida.─ dije sincera, esto era lo único en lo que podía pensar en estos momentos.

Me miró a los ojos fijamente y, en un movimiento inesperado entró en mi, rompiendo la barrera que me mantenía virgen, noté un dolor punzante justo en ese momento y clavé más mis uñas en su espalda con el propósito de así poder aliviar aun que sea un poco el dolor. Él paró.

─¿Te he hecho daño, amor?─ me preguntó, la preocupación era clara en su voz.

─No, continúa, no pares.─ negué con la cabeza una vez que el dolor comenzó a disminuir.

No pasaron ni dos segundos cuando él ya cogió un ritmo más rápido mientras el placer comenzaba a sustituir el dolor y se expandía por todo mi cuerpo. Solté un gemido y movió mis caderas contra las suyas, provocando que un gruñido saliera de su boca.

─Dios─ jadeó él─. Estas muy apretada.─ dijo gimiendo y continuó moviéndose en mi interior, nuestras respiraciones era lo único que se podía escuchar a parte de las olas chocar contra las rocas. Acerqué su cabeza a mi por el cuello y chupé su piel descubierta. Gimió.

─Justin─ gemí su nombre inevitablemente. El placer era demasiado y creía que pronto iba a explotar─. Más rápido, por favor.─ le supliqué apretando sus hombros con mis manos.

─Nena, me encantas─ gruñó y noté como una de sus manos soltaba mi cintura, y supe poco después el porqué al sentir su mano sobre mi monte de venus, acariciándolo y dirigiéndose lentamente hasta mis pliegues húmedos, encontrando el clítoris.

Grité en un gemido, esto era demasiado para mi siendo mi primera vez y, honestamente, no me arrepentía, es lo mejor que he experimentado hasta ahora. Llamame pervertida. Justin comenzó a frenar el ritmo, por alguna extraña razón que desconozco. Solté un gruñido en protesta cuando sentí que salía de mi y él soltó una risa al escuchar mi quejido.

─Estas muy húmeda, pequeña─ me susurró en el oído mientras me seguía acariciando en circulos. Mordió suavemente el lóbulo de mi oreja y yo gemí, en necesidad de más.─ Shht, tranquila. Voy a hacer que te corras, te voy a dar el mejor orgasmo que vayas a tener en toda tu vida.─ Oh Dios...me iba a matar si continuaba así. Pensé.

Su boca comenzó a chuparme el cuello, lentamente pasando a mi garganta, mordiendo mi piel succionando. Bajó lentamente sus besos pasando entre mis pechos, formando un camino por encima de mi ombligo y llegando hasta la zona baja de mi vientre plano. Mi tripa subía y bajaba por la intensidad de mi respiración agitada. Yo ya sabía lo que estaba a punto de hacer y, antes de poder pensar algo más, su lengua pasó lamiendo todo mi coño hasta llegar a la punta de mi clítoris, succionando fuertemente. Grité.

La fea; j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora