Capitulo Dos.

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Con la mochila apretada entre sus dedos, Nick reprimió un gruñido mientras abría las puertas de su balcón y salía al aire fresco de la noche. Subió la cremallera de su chaqueta hasta que esta golpeó su barbilla y jaló las mangas, cubriendo sus manos. Inclinandose sobre la baranda del balcón, se estremeció por una razón totalmente diferente al frío al ver la caída de dos pisos hasta el jardín trasero.

Su culo iba a hacerse trizas al caer desde esa distancia, podía profetizar eso sin necesidad de ninguna bola magica.

Estaba preguntandose seriamente si valía la pena arriesgar su cuello para pagar una estupida deuda, que de haber sido más inteligente, jamás hubiese adquirido en primer lugar, cuando el parpadeo de un par de luces llamó su atención unos metros calle abajo. Por supuesto, Blue no podía llegar a tiempo a ninguna de sus clases universitarias, pero obviamente, podía ser bastante malditamente puntual cuando se trataba de torturarlo o castigarlo, en este caso. Había días, en que se preguntaba, como de genial sería la vida si él ignorase la existencia de dicho sujeto, pero tenía la sensación de que Blue encontraría la manera de fastidiarlo aun así.

Caminando alrededor del balcón, intentó encontrar alguno espacio con cesped más grueso, con la esperanza de alivianar su inminente caída. Se sentía como si tuviese nuevamente quince años e intentase huir de casa para colarse a una fiesta universitaria y besuquearse con algún extraño. Ironicamente, él nunca había hecho algo siquiera parecido con esa edad.

Yannick Payne, la personificación del niño respetuoso y acatado, huyendo a través de un balcón. ¡Llamen a los diarios y programas televisivos, seguro esto podía hacerse una noticia de ultimo momento!

Se puso la mochila, dió otro vistazo para asegurarse y tomó un respiro fortalecedor. Pasando su pie sobre la baranda, se equilibró lo mejor que pudo hasta que logró encontrar un pequeño borde donde pisar y pasó su otra pierna. Apenas reprimió el sonido de miedo que se quedó estancado en su pecho cuando se balanceó hacia la siguiente ventana y se aferró apenas del marco de la misma. Un pequeño bordillo peligroso lo tuvo en camino a la siguiente plataforma y luego a la siguiente. Se sentía como el jodido King Kong pasando de ventana en ventana para llegar al suelo.

Cuando sus pies tocaron el cesped, tuvo el impulso de arrojarse al mismo y besar la tierra con adoración. Luego recordó que sus hermanos habían estado recolectando lombrices de allí mismo más temprano y se le pasó.

Con la mochila golpeando su espalda, se arrastró a través del borde del jardín y hasta que logró encontrar un lugar para saltar la cerca que rodeaba la casa. Con su edad, debería haber sido más coherente que hubiese abandonado la casa por la puerta principal, pero debido a sus antecedentes, sus padres realmente creían que tenían todo el derecho del mundo a interrogarlo como si de un delicuente peligroso se tratase. Ellos eran peor que un policía entrenado para sonsacarle la verdad, no quería arriesgarse.

—¿Por qué diablos tardaste tanto? —Blue se quejó cuando le abrió la puerta de la camioneta—. Llevo toda una vida aquí esperandote.

Nick podía apostar todo lo que llevaba en sus bolsillos, que no había esperado ni quince minutos completos. Pero dado que apostar era lo que lo había metido en todo el lío en primer lugar, decidió mantener la boca cerrada mientras trepaba al asiento del acompañante y cerraba la puerta al tiempo que Blue salía nuevamente al camino.

—¿Conseguiste el disfraz? —el rubio preguntó—. Quiero que sepas, que tomé precauciones para asegurarme de que te veas como yo me imagino, así que no intentes estafarme con alguna de esas estupideces que se te ocurren.

—¿De que estupideces hablas?

—Hablo de la forma en que sueles enredar a todos con tus palabras para que hagan lo que tu quieres que hagan. No funcionará, he estado planeando esto desde que hicimos esa apuesta (porque estaba completamente seguro de que ganaría) así que no vas a hacerme cambiar de idea sin importar lo que hagas. ¿Entendido?

Entra en mi vida |Nick/Wolf|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora