Capitulo Quince.

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Poniendole la tapa al último recipiente, Wolf guardó todo ordenadamente en el refrigerador, recordando pegar la pequeña nota que había escrito a la vista. Se había asegurado de hacer suficiente comida para los cinco, sabía bien lo que era estar toda la noche fuera sin probar bocado, no le costaba facilitarles la cena a ellos cuando regresaran.

Cerrando la puerta del refrigerador, dio un vistazo alrededor para asegurarse de que todo estaba en su lugar, antes de finalmente ir en busca de Nick. El moreno le había ayudado a lavar la vajilla que habían usado, pero había desaparecido en algún lugar de la casa luego de que el último plato limpio estuvo en su respectivo armario.

La puerta trasera estaba abierta, Wolf pudo ver la silueta de Nick sentado en las escaleras del portico. Tenía el rostro inclinado hacia el oscuro cielo nocturno, la brisa le agitaba el cabello y un aura de paz parecía rodearlo completamente.

Tomando su chaqueta del respaldo de una silla, Wolf salió al exterior, colocando la prenda sobre los hombros del más joven. Dudó un momento de su siguiente acción, pero estaba confiando en que Nick le pidiese detenerse si hacia algo que lo incomodara. Por ello, se sentó justo detrás de él, con una pierna a cada lado de su cuerpo y lo rodeó con sus brazos, jalandolo hacia su pecho.

Nick dudó, su cuerpo permaneció tensó por un momento, antes de permitirse recostarse contra él.

—¿Que haces aquí afuera, hermoso? —preguntó, rodeando sus delicadas manos con las suyas para darles calor—. Hace frío.

—Ya no tengo frío —susurró. Girando la cabeza, apretó su fría nariz contra el cuello de Wolf—. Sabía que no ibas a tardar en venir por mi.

—¿Estabas seguro de que vendría por ti?

—Tenía la esperanza de que lo hicieras —admitió—. Creo que... empiezo a confiar en que lo harás.

Wolf sonrió—. Mientras tú quieras que lo haga, yo siempre vendré detrás de ti.

—¿Me lo prometes?

—Puedo prometerte, que sin importar qué, voy a estar a tu lado —dijo—. Como un simple conocido, como tu amigo o como lo que tu quieras que sea.

La suave luz amarilla proveniente del interior de la casa iluminó los hermosos ojos avellana cuando se apartó para mirarlo—. ¿Que somos exactamente, Wolf?

—¿Que quieres que seamos?

Nick abrió la boca, parecía querer decir algo, pero por alguna razón se detuvo a si mismo—. No lo sé.

—Creo que si lo sabes —murmuró, dejando un pequeño beso la esquina de su boca—. ¿Que ibas a decir?

Negó rapidamente, concentrandose en juguetear con los dedos de Wolf, como si no quisiese mirarlo directamente.

—¿Nicky? —llamó el castaño, logrando que lo mirara por debajo de su oscuro cabello—. ¿Te gustaría que fuesemos novios?

Subiendo la mirada, Nick dudó—. Hay cosas que no te he dicho, Wolf.

—¿Que cosas?

—Cosas sobre mi familia —susurró, apartando la mirada—. Cosas sobre mi vida, sobre mi.

Tomó su barbilla con suavidad, incentivandolo a mirarlo—. Cuentame.

—No sé si estoy listo para eso —dijo con suavidad, había un brillo de vulnerabilidad en sus ojos—. Para que tu sepas quién soy realmente.

—Lo dices como si fueses un peligroso criminal buscado por la policía —bromeó, acariciando con su pulgar la suave piel de su mandibula—. Me gusta la persona que he conocido hasta el momento, el joven que esta en mis brazos ahora mismo. Y dudo mucho que haya algo que puedas decirme que me haga cambiar la opinión que tengo de ti.

Entra en mi vida |Nick/Wolf|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora