Algunas semanas después...
—¿Por qué sigo haciendo esto por ti? Tú ni siquiera me pagas, aunque me he cansado de decirte lo valioso que es mi tiempo, maldito tacaño.
Girando un lápiz entre sus dedos, Nick examinó el boceto en su libreta con ojo critico antes de subir la mirada hacia su renuente y ceñudo modelo, intentando no reirse del idiota. Había cosas en su vida que sin lugar a dudas eran constantes; jamás tendría vello facial, sus padres siempre serían controladores y Blue, sin importar lo que lo pusieses a hacer, siempre se quejaría solo por tener que mover su tonto culo fuera de su propio apartamento.
Estaban sentados sobre una mesa en el patio del instituto de arte de Nick, uno en cada extremo, justo bajo la sombra de un árbol, donde los estudiantes por lo general tomaban un descanso para almorzar. Blue había llegado al menos una hora antes, parloteando sin parar sobre su nuevo drama de la semana. Y como Nick se negaba a escucharlo gratis, había decidio que bien podía usarlo de modelo mientras el rubio soltaba su diatriba usual sobre como los tipos con los que salía eran unos imbeciles enormes.
Inclinando la cabeza para mejor perspectiva, agregó algunas sombras alrededor del nido de rizos que había dibujado, difuminando con sus dedos ya manchados alrededor hasta que se fundió con el resto.
—Si no te conociera mejor, diría que lo haces porque te agrado y en el fondo, muy profundo en tu corazón, me tienes un poco de aprecio —Nick murmuró, moviendo su lápiz sobre la hoja—. Pero en realidad, sigues viniendo por la simple razón de que soy la única persona que conoces que escucha sobre tus andanzas y no te juzga por ser una zorra.
—Eso sonó como si me estuvieses juzgando.
—No, no lo hago, solo estoy dandote la razón que me pediste —dijo—. Te aseguro que el día que llegues a mi para contarme sobre como el trío en el que participaste con dos desconocidos dejó un bollo en tu horno, y que no sabes quién es el padre, ni siquiera voy a estar sorprendido.
Los ojos azules de Blue se estrecharon en su dirección—. Te agradecería que guardaras tus opiniones sobre mi persona para ti mismo. Si alguien te escucha, pensaría lo peor de mi y mi reputación se iría al diablo.
Nick intentó no ceder al impulso de reir cuando arqueó una ceja en su dirección—. ¿Estas seguro de que tu mala reputación no se debe quizas a tus propias fechorías?
—Puede ser, pero tus comentarios no me ayudan —dijo—. Guardatelos.
—Bien, bien —rió suavemente, levantando las manos en señal de paz—. Ahora, si solo eligieses mejor a las personas con las que te vas a la cama...
—Habló el que tiene un fetiche con los caninos.
Levantando la mano, le enseñó el dedo medio—. Ese chiste ya se hace viejo.
Haciendo un pequeño gesto para espantar sus palabras, Blue sonrió—. Hablando de ello —dijo—. ¿Como van las cosas con Wolf? ¿Cuanto tiempo han estado juntos?
—¿Oficialmente? Un mes. —eso si empezaba a contar desde la primera noche que habían pasado juntos, según Wolf ese no había sido su comienzo real, pero había cedido a su pedido de dejarlo como fecha oficial para no crear confusión.
—¿Ya se lo has presentado a tus padres?
Sacudió la cabeza—. Aun no, quería esperar a que la relación fuese un poco más fuerte, acostumbrarnos más el uno al otro.
—¿En serio? —elevó una ceja, esceptico—. ¿Por eso es que no les dijiste?
Nick dudó—. Eso y que tengo terror de contarles. Sabes como son, ellos habrán averiguado la vida completa de Wolf al finalizar el día.
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Entra en mi vida |Nick/Wolf|
FanficLibro #3 de la saga "Tu mirada" Pareja: Yannick Payne/Wolf Reed.