Capitulo Dieciocho.

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 —Oww, tienen peces nuevos.

Levantando la mirada fuera de lo que su hijo estaba haciendo, Kai sonrió a su cuñada, quién estaba moviendo suavemente su dedo en el agua del estanque y llamando la atención de los coloridos peces que se apresuraron rápidamente a ese punto. Una risa se le escapó cuando Jasmin dejó salir un pequeño chillido y apartó la mano, observando a los peces como si estos fuesen pirañas preparadas para comerse completamente sus dedos.

—Ellos no muerden, Jass —dijo—. No van a hacerte daño.

Ella le frunció el ceño—. Aun así, no me fió de ellos —aun estaba mirando el estanque—. Leí que en una aldea... no recuerdo bien en donde, encontraron peces que mutaron y ahora tienen dientes y atacan a las personas.

—Cariño, hay varias especies de peces que tienen dientes —le informó con voz suave—. Pero te aseguro que los peces Koi no pertenecen a ninguna de ellas.

Ella no se veía muy convencida—. Está bien, confiaré en ti en esto.

—Bien —sonrió, haciendo un gesto hacia su ropa—. Deberías cambiarte, si ensucias tu uniforme del colegio tu padre va a matarte.

Sus ojos ámbar, tan parecidos a los de Nee, cayeron sobre él, haciendo un rápida parada en su barriga antes de sonreir—. Iré cuando Justice regrese.

Kai rodó los ojos—. No necesito que ustedes dos se turnen para vigilarme, aun falta para que este bebé nazca —aseguró—. Estamos perfectamente.

Encogiendose de hombros, ella volvió su atención lejos, ignorandolo. Sinceramente, Kai no estaba sorprendido, al parecer, todos los Payne-Malik eran igual de tercos sin importar la edad. Desde hacia un par de meses, los mellizos habían estado pasando más y más tiempo alrededor de su casa. Habían llegado al punto, en que Zayn se había visto obligado a coordinar que el autobús escolar los dejara allí en vez de en su propia casa, ya que de igual manera, ambos encontraban su camino hasta su puerta.

Se habían auto-nombrado sus guardaespaldas personales.

En realidad, Kai no se estaba quejando de eso. Ellos eran una gran ayuda para él, eran excelentes niñeras cuando necesitaba un pequeño descanso y dado que habían visto a su propio padre pasar por un par de embarazos, estaban siempre dispuestos a ayudarlo tanto en los quehaceres del hogar como simplemente hacerle compania. Los enanos estaban realmente comprometidos con cuidar de él, era algo dulce cuando quitabas el hecho de que eran tan tercos.

Bajando la mirada, se movió justo a tiempo para evitar que Haru arrojase una piedra dentro del estanque—. No, bebé, vas a lastimar a los pequeños peces.

Haru le dedicó un gran ceño fruncido cuando le quitó la misma de la mano, volviendose y tomando una nueva. Sip, los genes habían llegado hasta ahí, con seguridad. Por suerte, Jasmin estuvo allí en un instante y lo detuvo, logrando llevar su atención lejos para evitar que lastimara a alguien. Estaba a punto de proponer volver a la casa por una merienda rápida, cuando lo escuchó.

—¡KAAAAII!

Su mirada se desvió hacia la casa, justo cuando la puerta se golpeó detrás de un alterado Justice. El pequeño castaño bajó corriendo las escaleras traseras y corrió hacia ellos, con el rostro rojo y los ojos amplios. Se había cambiado su uniforme como Kai le había pedido, su cabello estaba desordenado y no llevaba zapatos. Y eso fue lo que realmente alarmó a Kai, Justice tenía una especie de obsesión por mantener su vestuario impecable y el que estuviese ensuciando sus medias era una enorme luz roja.

—¡Kai! —volvió a gritar al acercarse.

Poniendose de pie, Kai lo atrapó por los hombros, mirandolo preocupado al tiempo que buscaba cualquier herida que pudiese tener—. ¿Que sucedió? —interrogó—. ¿Por qué estas gritando?

Entra en mi vida |Nick/Wolf|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora