Capitulo Treinta y Uno.

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Inclinando su cabeza sutilmente hacia el hombro de Nick, Wolf pinchó con su dedo el pequeño pastelillo glaseado con grageas de colores decorandolo en la parte superior, intentando discernir solo con verlo si era lo suficientemente comestible para siquiera intentar darle una mordida.

—¿Debería comer esto o solo hago la mimica y lo hago desaparecer cuando no esten mirando? —susurró hacia el moreno, intentando no ser escuchado por los pequeños.

Tomando un sorbo de su vaso de limonada, Nick miró hacia el pastelillo antes de verlo a él—. ¿Quién te lo dio?

—El pequeño de los ojos lindos —dijo—. ¿Silas?

Nick tomó el pastelillo y lo partió por la mitad, mirando el interior antes de sonreir—. Es comestible —le aseguró—. Esa es una receta de papá Zayn, él deja que los pequeños los decoren, por eso se ven tan... coloridos.

—Esta bien, confiaré en ti en esto.

El moreno le sonrió—. Si ves a uno de mis hermanos sacar algo de aquel pequeño horno —hizo un gesto hacia el pequeño artefacto, obviamente de juguete, que los pequeños habían sacado de la casa y con el cual estaban entretenidos jugando—. Ni se te ocurra comerlo. Es esencialmente plastilina. Con algo de tierra e insectos como aderezo, tu no quieres comer eso.

Wolf hizo una mueca y miró su pastelillo—. Sinceramente, ya no sé si quiero comer eso.

—¿Quieres que lo pruebe primero para asegurarme que es seguro comerlo?

—¿Y llenar el estomago del bebé con plastilina? —negó—. No, dejalo, yo me arriesgaré.

—Oh, gracias por ese sacrificio —se burló—. Estoy seguro de que el bebé estará orgulloso al saber que su papá se sacrificaba por él aun cuando era del tamaño de una semilla.

Wolf lo ignoró. A petición de Liam, habían optado por sentarse bajo el techo de la terraza. Aun así, Wolf había mantenido a Nick cerca, su brazo rodeando la delgada cintura y su mano descansando sobre su abdomen plano. El mayor había visto el movimiento, pero no hecho ningún comentario acerca de ello, Wolf tenía la sensación de que las amenazas llegarían pronto, no había forma de que los sobreprotectores padres lo dejaran ir solo con una mirada de advertencia.

—Así que, el pequeño de ojos claros es Silas, ¿verdad? —preguntó, esperando hasta que Nick asintió antes de hacer un gesto al otro pequeño corriendo alrededor—. El de cabello castaño es Kenay.

—Exacto —Nick le sonrió—. Y el de cabello negro es su mellizo, Romeo.

Wolf asintió—. Él se parece mucho a ti.

—Ambos somos muy parecidos a mi padre, Zayn —explicó el moreno antes de hacer un gesto al otro lado de la mesa, donde sus otros dos hermanos habían tomado asiento—. Ellos dos son Justice y Jasmin.

Elevó una ceja—. ¿Justice?

—Nee eligió mi nombre —el pequeño castaño se encogió de hombros. Antes de elevar sus cejas hacia el mayor—. ¿Tu nombre es Wolf? ¿También tienes un hermano estupido al que le permitieron nombrarte?

—Justice —Nick dijo a modo de advertencia, bebiendo de su vaso—. No le digas así, todos sabemos que Nee es estupido, no es necesario que lo señales.

Wolf sonrió ante el pequeño ceño fruncido de Nicky, el chico seguía molesto por la bromita de su mellizo y si había aprendido algo de la conducta entre hermanos al convivir con los Baker, era que con seguridad, habría una venganza pronto. Sinceramente, le estaba gustando bastante ver esa nueva faceta en el menor. Al principio, Nick se había mantenido timido y temeroso, pero con la nueva confianza entre ellos y el entorno familiar, Wolf estaba comenzando a ver que el chico en realidad era bastante sarcastico y bromista cuando la ocasión lo ameritaba.

Entra en mi vida |Nick/Wolf|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora