Capitulo Treinta.

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Refregando su rostro, Nick se prometió a si mismo nunca volver a ceder al impulso de confiar en Blue para nada. El idiota podría haberle dado hospedaje, pero no había dudado ni dos segundos en lanzarlo bajo el camión luego. Estaba seguro de que había cantado como un maldito pajarito cuando su hermano lo interrogó.

Ahora, sentado en el juego de jardín ubicado bajo los árboles que rodeaban la casa, Nick miró a través de la mesa hacia Wolf, quién parecía haberse ganado el primer turno para gruñirle lo estupido que era por desaparecer. Al menos, eso había dicho Nee cuando los había dejado solos, aclarando que en cuanto el castaño terminara, le tocaba ser quién le gritara a Nicky por ser, y cito: "Un idiota desconsiderado que no piensa dos veces antes de hacer una estupidez".

Nick no estaba deseando que esa charla llegara.

—Bien —dijo al final, cuando el castaño no parecía encontrar un punto de comienzo—. Solo dilo, Wolf, sé que soy un irresponsable por haber desaparecido sin decir nada, así que, adelante, enojate y gritame.

—No voy a gritarte, Caperucita. —dijo con una pequeña sonrisa—. Yo ni siquiera sabía que estabas desaparecido hasta que tu hermano llegó al bar buscandote hace unas horas. Estaba preocupado por ti, si, te había estado enviando mensajes y tu no habías respondido ni uno, pero solo pensé que estabas ocupado y te comunicarias conmigo cuando pudieses.

—Mi celular se rompió —dijo, apenas y recordandolo en ese momento—. Debo ir a comprar otro, aun no he tenido tiempo.

—Si, tu hermano me dijo eso. —asintió. Irguiendose en su silla, traqueteó sus dedos suavemente sobre la mesa mientras un aire de seriedad parecía caer sobre él—. Nicky, hay algo de lo que tengo que hablarte, por eso es que he estado intentando comunicarme contigo.

Nick aclaró suavemente su garganta, sabiendo que este era el momento de soltarlo todo y esperar lo mejor—. Yo también tengo que decirte algo —soltó—. Es una de las razones por las que he estado escondiendome en realidad, necesitaba pensar, encontrar la mejor manera de decirtelo.

—Supongo que estuvimos haciendo practicamente lo mismo —Wolf sonrió un poco—. ¿Como te fue a ti? ¿Encontraste la mejor manera?

Se encogió suavemente de hombros—. Creo que solo diciendolo esta bien, no hay una mejor manera de dar una noticia que no sabes como pronunciar.

Wolf hizo una pequeña mueca antes de soltar un suspiro e inclinarse hacia la mesa, mirando hacia Nicky—. Quizá tengas razón —estuvo de acuerdo—. ¿Empiezo yo o empiezas tú?

Sabía que debería empezar él, después de todo, lo que tenía que decirle tenía el poder de cambiar completamente sus vidas y aun así—. Tú, empieza tú.

Esta vez, Wolf estaba sonriendo de verdad—. Bien, como quitar una bendita, ¿verdad?

Nick asintió—. Si, exactamente.

—Es más fácil decirlo que hacerlo —murmuró. Empujando algunos mechones de castaño cabello lejos de su rostro, pareció pensativo por unos momentos, mirando alrededor como si estuviese intentando ordenarse a si mismo, antes de volver a hablar—. Siendo dueño de un bar, tengo que tratar con diversos distribuidores; bebidas, cristaleria, refrigerios y... preservativos.

Su rostro se sonrojó completamente al asentir—. Sé eso.

—Dios, Nicky, no te sonrojes —pidió—. Si te ves lindo se me olvida hasta como hablar.

Subió sus manos para cubrir sus mejillas, escondiendo su sonrojo—. No puedo evitarlo.

—Hacer eso no ayuda como crees que lo hace —hizo un gesto a sus manos, sus ojos brillando—. En realidad, creo que te ves aun más lindo.

Entra en mi vida |Nick/Wolf|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora