¿que quieres ser? Aemond.

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-¿Cómo van tus lecciones?

Lucerys era un niño también, técnicamente.

Era mayor que Aemond solo por una cantidad considerable de 5 años.

Pero Aemond seguía teniendo 8 y Lucerys 13.

-Aprendi sobre la conquista de Valyria a la cultura Rhoynar - contesto suavemente.

Aemond de todos los hijos del rey era el más tímido, no el más pequeño pero su imagen parecía proyectarlo así, tímido, pequeño, débil.

Era apenas un niño.

Lucerys era bastante inteligente para su edad, sabía lo cruel que se mueve la corte actualmente, lo que dicen de Aemond no es bueno, no dejará que nadie quiera lastimar a su pequeño tío.

- Ah, la cultura Rhoynar, extinguirlas fue el precio de la conquista, de no hacerlo no tendríamos nada de lo que tenemos hoy - razonó - ¿Crees que fue una buena decisión? - cuestiono con algo de alegría a Aemond.

-A largo plazo...

-¿No lo hubieras hecho? - preguntó con ternura.

- Es muy cruel...- Aemond guardo silencio - Aegon y sus hermanas no hubieran podido conquistar Westeros de otra forma - contesto mientras se revolvía en su banca.

Lucerys observa al menor desde la otra banca, estudia como siempre, Aemond es un alumno muy dedicado.

Era de un corazón tan puro.

- Tu no crees eso ¿verdad? - Lucerys cuestiono con una sonrisa.

Aemond apretó sus labios en una línea antes de contestar; - Tal vez hubieran podido llegar a un acuerdo con ellos, puestos en la corte, inmunidad a sus familias... No hubiera sangre derramada.

-Serias un buen gobernante - elogia.

Con cuidado Lucerys levanta su mano y revuelve la cabellera de su tío, cuando sus mejillas se ponen rojas el castaño suelta una risa risueño.

Tan encantador.

Sigue con su propia lectora luego de eso.

- ¿Por qué siempre lees eso?

-¿Por qué no leerlo? - cuestiono en cambio - me gustan mucho estos libros... Son lindos - alzo la portada, dónde se leía en nombre del cuento - creo que viviré algo así algún día - agrego en voz baja.

Aemond observa el libro que su sobrino tiene, es un cuento que cualquier Omega de la corte ama, dónde un gran alfa rescata a una indefensa Omega.

-¿Quieres vivirlo? - cuestiona con mejillas rojas.

Si Lucerys algún día estaba en problemas, tal vez el pudiera ayudarlo...

-Cuando sea grande, sí - le dió un beso en la mejilla - quiero ser eso de grande ¿Tu que quieres ser de grande?

Quiero ser tuyo.

Aemond se pone aún más rojo de pensar en ello.

Quiero ser quien te rescate en un dragón.

Pero Aemond no era un alfa, ni tenía dragón, apenas era un cachorro, su sobrino jamás se fijaría en él.

Pero con que fuera su amigo, sería suficiente para el pequeño cachorro.

-Amable, quiero ser amable - contesta avergonzado de su pensar.

Lucerys solo puede pensar en lo tierno que es su tío, sin importar cuál sea su casta en un futuro, Aemond será un gran ser humano.

Se busca un buen alfa - lucemondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora