Perversiones y ambienciones, Lucerys

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Sabe que no es el Omega destinado de Aemond.

Sabe que él tiene un alfa por ahí que es su destinado, pero sinceramente ¿Se puede comparar eso contra el poder?

Ser reina.

Al final de cuentas, Rhaenyra llegaría a ser reina, al menos por renombre.

Si llegase a aparecer el Omega de Aemond será pronto, ahora que es heredero hará una gira por todos los reinos, debe estar en al menos uno de los siete.

Si es así, Lucerys lo tiene bajo control.

Sabe cómo manejar la situación, Aemond le pertenece y todo lo que trae consigo, poder, prestigio, fidelidad... Herederos.

No le resulta difícil pedirle a su abuelo Viserys que deje acompañar a Aemond en su próxima gira por los dominios de la corona, hasta cierto punto el viejo hombre está complacido de ver el brillo en sus ojos.

No ha tomado té de luna por esto, si todo sale lo planeado al final de la gira Aemond no querrá ni pensar en la posibilidad de estar con otro Omega que no sea él.

Y Lucerys no quiere otro alfa que no sea Aemond, es al que eligió y ningún alfa puede igualar, tiene una personalidad calmada lejos de la primitiva y tosca alfista, tiene una educación increíble, está enamorado de él y es noble.

El futuro rey de todo un continente.

El brillo en los ojos de Lucerys es fascinante, pero tal vez las personas confunden sus perversiones y ambiciones con amor.

Lucerys tenía el objetivo de llegar al trono, sin importar el coste.

Y Lucerys lo lograría.

Se busca un buen alfa - lucemondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora