Se busca un buen alfa - lucemond

alfas y omegas, Aemond

se distinguía entre los árboles que conforman el bosque de dioses.

Su sobrino Lucerys Strong.

Vestía un vestido precioso con los colores de su casa materna, un vestido atrevido que dejaba a la vista su cintura, ombligo y cuello de un rojo sangre que destacaba su piel palida, su cabello castaño chocolate adornado de flores en cada rizo dándole un toque inocente, angelical, bonito.

—No mires mucho a nuestro sobrino — Aegon habló — se presentó como Omega hace una luna— tomo un trago de su jugo con amargura.

—¿Por qué?— preguntó inocente Aemond, mirando a su hermano mayor con ojos grandes y curiosos.

—Por que es un Omega

—¿Eso es malo?— dijo sin comprender, más confundido que antes.

—Si cuando su hermano es un alfa — explicó con simpleza —  Mientras ninguno de nosotros se presente como alfa, Jacaerys será el heredero, un hermano Omega es lo que le viene como anillo al dedo ahora— Aemond no entendía el odio que había en la voz de su hermano mayor al decir lo último.

—¿Pero por qué?— Aemond intentaba, pero seguía sin entender el punto que su hermano le decía con tanta obviedad.

Aegon rodó los ojos con fastidio.

—Por que se va a casar con Jacaerys— dijo ya harto de que su hermano menor no comprendiera.

Aemond frunció el ceño, mirando de vuelta a su sobrino hablar y divertirse con las damas de la corte, su melodiosa sonrisa calentando su pequeño corazón.

—¿Entonces ninguno de nosotros se podrá casar con Lucerys?— dijo asustado.

—Solo si alguno se presenta alfa.

Aemond no durmió esa noche, pensando en esa conversación, en su sobrino y en el futuro.

Debía presentarse como alfa para casarse con Lucerys.

Y eso iba a hacer.

Jacaerys se presentó sorpresivamente como un alfa hace cuatro días.

Sorpresivamente por qué si bien su sobrino tenía el porte, la edad de presentación no,  con 17 a Jacaerys ya se le había tomado como beta.

Hubo una proposición de Jacaerys con Helaena, pero ahora las cosas cambian.

Su sobrino mayor ahora era (sin serlo oficialmente) el heredero.

La presentación de ambos hermanos cambia las cosas y Aemond jamás pensó en ello.

Jacaerys estaría mejor con Aegon o Helaena, ambos estarían bastante bien con Jacaerys, era un buen chico, un buen alfa.

En todos los escenarios de su cabeza, había logrado la mano de Lucerys sin esfuerzo alguno.

Ahora que lo pensaba con mayor detenimiento se daba cuenta de lo realmente lejos que su sobrino estaba de él.

Lucerys observo a Aemond agachar la cabeza avergonzado y triste.

Nadie notó la sonrisa malévola en sus labios por tal imágen.

Jacaerys era un buen alfa que tenía a dos omegas que lo querían, sus tíos Helaena y su tío Aegon.

Lucerys sabe que su hermano quiere a ambos mucho, Jacaerys sería un buen gobernante, es un buen alfa.

Pero no puede cumplir con los requisitos de Lucerys, Aemond se presenta alfa, que sabe lo será, Jacaerys será desplazado.

De ser así Lucerys estará en un matrimonio que no quiere, siendo un principe de 2 generación.

Ser un Omega golpeó fuerte al castaño.

Quería ser un beta, un buen beta y pasar desapercibido, vivir cómodamente en el palacio leyendo libros en las tardes junto a su tío.

Pero con su casta recién revelada las cosas cambian mucho.

Ahora era un Omega muy valioso, ser de la casta más débil de la jerarquía no era bueno, debía asegurarse su integridad y la de sus futuros cachorros.

Luego del celo analizo cada una de las ofertas de matrimonio, buscando tres cosas en específico ; comodidad, dinero y un puesto reconocido.

Con ello la mitad de ofertas que venían de Lores de baja cuna se fueron, quedaron solo las ofertas de las grandes casas.

Cregan Stark era una gran oferta, si no estuviera tan lejos y en el frío infierno que llaman Winterfell hubiera tomado esa opción.

Jaime Lannister era otra opción, pero realmente no quería pasar tiempo con los Lannister, estos encontrarían la forma de escalar al poder utilizando sin descaro alguno a Lucerys.

Los Baratheon simplemente no.

Arryn muy lejos.

Los Velaryon eran buena opción, le caía muy bien Corlys y hace tiempo que no visita a los tíos Daemon y Leanor.

Fue el último matrimonio lo que llevo a Lucerys hasta este punto.

Daemon era mayor que Leanor por nada más que 14 años, Omega y alfa con una cantidad bastante considerable de edad, tío y sobrino en segundo grado.

Daemon el Príncipe rebelde, el Omega descuidado que tenía una reputación horrible ahora es adorado por su crianza a sus 10 (y uno más en camino) cachorros, la forma en la que respeta las costumbres Velaryon y defiende a la gente de marcaderiva como propia ahora que será próximo a ser Lord de Velaryon, consorte de marcaderiva.

Si Daemon pudo conseguir un trono (un buen trono, marcaderiva no era cualquier cosa) con la reputación que tenía, hijos y un futuro cómodo y asegurado para todos, Lucerys podía ir más lejos, mucho más lejos.

Aemond es el heredero, sí, es un cachorro su aroma aún es de leche materna, pero solo necesita un empujón, un pequeño empujón y será un gran alfa.

Su alfa.

Entonces Lucerys será reina consorte, podrá tener el poder sobre los 7 reinos.

Pero debe mover bien sus cartas y es por ello que esa misma noche cuando todos duermen y la oscuridad es espesa, se infiltra en la habitación de su joven tío.

Jacaerys puede quedarse con los otros dos hermanos, los tres serán felices.

Y Lucerys tendrá el trono.

Entonces Aemond tendrá a Lucerys.

Con cuidado cierra con seguro la puerta, se sienta en una mesita del té dónde ha pasado tantos días jugando junto al más joven en el pasado y se bebe un frasco café que saca de su tunica.

Espera que surta efecto, una vez siente su cuerpo más caliente Lucerys se retira la túnica, terminando únicamente en paños menores.

Sin restringirse nada comienza a gemir, pues lo que tomo es un jarabe para empujar su celo.

Quiere despertar al alfa en aemon y se siente extremadamente victorioso cuando el más joven se despierta de inmediato pasado algunos segundos.

Sus pupilas están totalmente dilatas, apenas una línea morada los rodea, su respiración es errática, su lecho sube y baja con frecuencia, mejillas rojas y el cabello plateado comienza a pegarse en su frente.

—alfa — dice en gemidos — ¡Alfa!, ¡Alfa!, ¡Alfa! — llama con desespero, abriendo sin pudor sus piernas ante el cachorro enfrente — ¡Alfa, por favor! ¡Alfa!

Cuando el fuerte aroma metálico a ceniza y sangre llega a sus narices, Lucerys se desespera más.

Llamando al alfa.

Aemond Targaryen se presentó adelantamente como un alfa a los 10 días del nombre.

Aemond fue coronado príncipe de Dragonstone una luna después, legítimo heredero del trono de hierro, a su lado Lucerys durante toda la ceremonia.