¡ayúdame! , Aemond.

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El castaño salió despavorido por los pasillos, sus mejillas pálidas con dos puntos rojos y lágrimas rodando sin parar por su rostro, su paso era acelerado.

Era terrible ¡Terrible!

Lucerys siguió sollozando hasta que sin querer dió de cara con algo.

Una vez en el suelo y entre lágrimas con la vista borrosa pudo reconocer los típicos ropajes negros de Aemond, ahogado en llanto se lanzó a los brazos del más pequeño.

Aemond aturdido y confundido, como pudo abrazo a Lucerys que lloraba cuál magdalena en su hombro, de una forma que era preocupante.

— ¿Que sucede? ¿Lucerys te hicieron algo? ¿Estás lastimado? — Aemond pregunta con rapidez, su lengua tartamudeando y su corazón en los oídos retumbando.

—¡Ayúdame! — grita entre sollozos, Aemond desesperado intenta quitarse a Lucerys para buscar que lo altera tanto, pero el castaño está aferrado a este firme.

—¡Príncipe Aemond! ¡No se acerque! — un grupo grande de maestres se acercaron a  gran velocidad, rápidamente Aemond se negó a soltar a su sobrino que no dejaba de llorar.

En una escena dramática y cruel, separaron a ambos príncipes, Lucerys gritaba y lloraba pidiendo irse con su tío y el menor hacía exactamente lo mismo.

Aemond no entiende por qué lo separan de Lucerys o por qué su sobrino llora con tanta desesperación, pero intenta sacarse del fuerte agarre que dos maestres mantienen en él.

Pero su cuerpo es débil, es un cachorro que aún huele a leche materna, lucha con sus fuerza pero cada esfuerzo es en vano.

Los maestres lo llevan a sus aposentos, el otro grupo se lleva a Lucerys.

Más tarde Rhaenyra fue la hablo con él, agradecida por querer ayudar tan desesperadamente a su hijo, está le explicó el motivo de todo el escándalo.

Lucerys entro en celo.

Oficialmente era un Omega.

Había huido de los maestres en un ataque de pánico por la noticia, en el encuentro se llevó a Aemond.

Lucerys paso 8 días más en sus aposentos hasta que el noveno día salió.

Aemond no podía sentir su aroma, pero según lo que todos le comentaban era en extremo dulce y atractivo.

Las ofertas por matrimonio de alfas a Lucerys se dispararon el día de su presentación.

Aemond solo puede pensar en lo lindo que se ve Lucerys portando los colores de la Casa Targaryen.

Su piel radiante y su sonrisa delicada.

El brillo en sus ojos y su belleza inigualable.

Aemond solo quería crecer para poder sentir su olor y poder pedir la mano de su sobrino a su hermana.

Lucerys Strong se presentó a los 15 onomásticos luego de 6 lunas enteras con medicinas y ungüentos.

Aemond tenía 10 onomásticos cuando lo supo firmemente, se quería casar con su sobrino para toda la vida.

Se busca un buen alfa - lucemondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora