CAOS INMARCESIBLE [TOM KAULITZ] PAUSADA

Capítulo 6

Habían pasado ya un par de días desde que Bill y Daka habían dormido juntos. Todo había transcurrido con normalidad; Tom siguió molestando a Dakota por las noches y esta siguió gritando, Daka iba temprano a la escuela y los gemelos llegaban siempre con diez minutos de retraso, las clases eran entretenidas para Daka y la confianza con Bill crecía cada vez más.

La única piedra en el zapato de la chica era Tom. Daka esperaba poder deshacerse pronto de esa molestia.

—Entonces las semillas de las manzanas contienen cianuro, si comes entre 40 o 50 podrías morir —explicó el profesor de química mientras Daka lo miraba embobada. El joven señor Barty miró su reloj y luego se dirigió a toda la clase—. Quiero que para la siguiente clase me traigan un trabajo donde apliquen cálculos con masas en reacciones químicas —empezó a decir y casi toda la clase empezó a quejarse.

Daka sonrió algo ida hasta que sintió las sacudidas que le daba Bill.

—Disimula un poco —se burló el pelinegro cuando la chica a su costado lo miró con confusión.

—¿De qué hablas? —Daka se hizo la desentendida y volvió a mirar al profesor cuando este habló— Mira al frente, el profesor Barty solo dice maravillas...

—El trabajo será en equipos de cuatro —avisó y la sonrisa desapareció del rostro de la castaña—. Y yo elegiré los grupos. Presten atención a sus nombres.

Y las quejas volvieron a escucharse.

Daka no los juzgó.

Si había algo que odiaba, era hacer trabajos de la escuela en equipo.

El profesor empezó a nombrar a las personas que trabajarían juntas mientras Bill se burlaba de su amiga.

—¿Así que solo dice maravillas? —Bill soltó una risa mientras se recostaba en el hombro de la ojiazul.

—Bien, puede que esa no sea una maravilla...

—Tercer grupo: Dakota Brechbühl —dijo el profesor y Daka suspiró desganada—, Alke Bayer, Bill Kaulitz —una sonrisa se dibujó en el rostro de la castaña al oír el nombre de su amigo— y Tom Kaulitz.

Y la sonrisa volvió a desaparecer

—Genial... —murmuró la chica.

—Al menos estaremos juntos —le animó el pelinegro entre risas.

Daka se giró un poco para ver a Tom quien le acababa de guiñar el ojo a una chica de cabello encrespado. Al parecer, ni siquiera había escuchado su nombre por andar ligando.

Volvió a suspirar y desvió la mirada.

—¿Quién es Alke Bayer? —preguntó Daka.

Bill se enderezó en su asiento para barrer el salón con una mirada.

—Por allá —dijo y señaló con el mentón.

—Estupendo. Es otra de las chicas con las que tu hermano coquetea —ironizó Dakota y Bill empezó a reír justo cuando la campana sonó.

—Estás rodeada de ellas —dijo mientras se levantaba y se colgaba el bolso en el hombro—. Vamos.

Y de ese modo, ambos chicos fueron hacia una linda chica de piel tostada que les regaló una mirada incómoda.

—Hola. Soy Daka —dijo la castaña mientras extendía su mano.

—Alke —murmuró la chica mientras miraba con extrañeza la mano de Daka.

—Bien... —Dakota carraspeó incómoda y guardo su mano al darse cuenta que la morena no pensaba tomarla.

—Venimos a hablar del trabajo —intervino Bill.