—¿Tienen todo listo? —preguntó Rudiger, alzando un poco la voz mientras cerraba la maletera del auto.
Todos ya se encontraban dentro del coche, así que solo asintieron y Rudiger se les unió como conductor para poner en marcha su largo viaje. La abuela Rita estaba sentada en el asiento del copiloto, emocionada a pesar del frío que hacía mientras que los tres chicos de atrás se empujaban los unos a los otros, ya que estaban incómodos, sobretodo Dakota, quien había quedado en medio de los dos hermanos porque los chicos habían decidido pelear por una tontería minutos antes de que partieran.
—Dejen de mover sus jodidos traseros, Blackwell y yo nos sentimos como un desgraciado jamón —se quejó Daka, abrazando a la rata contra su pecho. Si de por si era incómodo estar los tres apretujados en la parte trasera, ahora que traían abrigos y ropa gruesa y abrigadora, se sentían como un sándwich en movimiento.
Rudiger y la abuela ni siquiera se percataron del mal humor o de la disputa que estaban teniendo los tres adolescentes, ya que ambos adultos iban escuchando música a un alto volumen mientras cantaban alegremente.
—Es culpa de Tom, ¿quién le mando a colocarse ese abrigo tan gigante? —soltó Bill con enfado mientras se cruzaba de brazos y miraba a través del cristal de la ventana para no tener que ver a Daka ni a su gemelo.
—Estamos bajo cero, hace frío, grandisimo genio —escupió Tom igual de molesto. Daka había notado que cada que Tom se enfadaba, el acento alemán se le marcaba aún más, pero eso no venía al caso, así que la chica suspiró con pesadez y abrió la boca para hablar.
—Por si les interesa no me la estoy pasando nada bien aquí —soltó la ojiazul con el ceño fruncido y las mejillas rojas—. Así que si pueden hacerme el favor de quedarse quietos y no hablar, se los agradecería.
—Claro, como eres increíblemente buena quedándote callada —murmuró Tom casi de inmediato, como si su boca no le permitiera continuar sin hacer enfadar a Dakota.
—Y tú eres increíblemente bueno no siendo un idiota, ¿verdad? —escupió la chica con un mohín en el rostro, presionando su cuerpo contra el de su vecino para hacer que este se sintiera aún más apretado.
—Deja de empujarme, maldita sea —soltó Tom, devolviendo el empuje a la chica y haciendo que esta terminara presionandose contra Bill.
—¡Me están aplastando! —chilló Bill, con la mejilla pegada al vidrio.
—¿Todo bien ahí atrás? —preguntó el padre de Dakota al escuchar algunas quejas.
—¡Sí! —gritaron los tres al mismo tiempo mientras se acomodaban rápidamente.
De ese modo el viaje continuó durante toda la mañana hasta que tuvieron que detenerse para almorzar. Bill y Tom seguían enojados el uno con el otro y por lo visto aquello afectaba el humor de ambos, Daka no entendía como era posible que los dos estuviesen enojados por estar enojados, pero que aún así siguiesen peleando.
—¿No te da vergüenza? Deja de comer como cerdo —susurró Bill, mirando con enojo a su hermano.
Los adultos responsables estaban concentrados con un promotor de ventas que había salido de la nada, así que no se percataban de absolutamente nada que tuviese que ver con los tres muchachos.
—Que te den —escupió Tom.
—¿Pueden dejar de pelear? Parecen un par de niños —regañó Dakota con el ceño fruncido, sentada en medio de ambos chicos.
—No te dije nada cuando peleabas con Tom todos los días, así que no te metas —respondió Bill con un tono molesto.
Daka negó.
—Ah eso si que no, no te vas a enojar conmigo sólo porque estás enojado con Tom —soltó la pelinegra, clavando su tenedor en el pedazo de carne asada que tenía en el plato.
—Tiene razón —dijo Tom.
—Tú cállate —silenció Dakota y tomó un respiro antes de volver a hablar—. Resuelvan su lío antes de volver, no quiero lidiar con dos hombres haciendo berrinche en el auto.
—¡Pero arruinó mi chaqueta favorita! —chilló Bill, girandose a ver a Daka cómo si estuviese intentando ganar su apoyo.
—¡Tú arruinaste mi guitarra primero! —espetó el de trenzas.
—¡Fue un accidente!
—¡Silencio! —gritó Daka, llamando la atención de su abuela, padre e incluso la del promotor de ventas— Lo siento, sigan con lo suyo —dijo en dirección a los adultos y una vez estos se volvieron a distraer, se dirigió a ambos gemelos—. Disculpense y busquen una solución a esto, mirándose mal y gritandose todo el tiempo no solucionaran nada.
Bill suspiró y detuvo sus ataques hacia Tom, pero agregó algo mientras se cruzaba de brazos.
—Deberías seguir tus propios consejos, ¿no crees? —dijo, pero al notar la mirada asesina de Daka soltó una risa nerviosa— Olvídalo, es una broma.
Luego del corto almuerzo, volvieron al auto. Las cosas entre Bill y Tom se habían calmado un poco, pero no habían mejorado ya que se encontraban manteniendo una clase de ley del hielo en la que hacían como si el otro no existiese en el interior del auto. Dakota era capaz de sentir el frío que emanaban los corazones enfadados de ambos y podría jurar que era peor que el frío que hacía afuera.
La carretera estaba algo despejada, pero mediante avanzaban, más y más nieve y hielo aparecía, así que de rato en rato tenían que bajar la velocidad para no terminar siendo partícipes de un accidente.
Fuera del auto el paisaje era hermoso, encantador y sobretodo helado. Hasta Blackwell traía un pequeño suéter tejido por la abuela que le asentuaba perfectamente. El camino hasta Schwarzwald era algo largo, pero Alemania tenía vistas que no te permitían aburrirte; los campos estaban completamente cubiertos de nieve al igual que los grandes robles y pinos que fueron encapsulando la carretera mientras avanzaban. Había una que otra ardilla, viejos zorros rojos y lobos que no parecían interesados en acercarse a la pista. El invierno era frío, pero bastante acogedor si se tenía compañía, así que Daka no pudo hacer más que relajarse y caer dormida, ignorando el bajo ruido que emitía la radio del auto mientras un par de gemelos seguían enfadados. Pronto casi todos terminaron rindiendose ante el sueño a excepción del padre de Daka, quien acompañado de su termo lleno de café, se encargó de seguir fielmente con el viaje.
☆Notita☆
Holaa, soy yo de nuevo, espero que este fanfic vaya por buen camino para ustedes. Estoy más libre, así que intentaré escribir todo lo que pueda para que tengan prontas actualizaciones. También quería agradecer a todas las personas que están leyendo esto, muchas gracias por su apoyo a la historia.
¡Quería saber si les está gustando el curso que está llevando la trama!
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CAOS INMARCESIBLE [TOM KAULITZ] PAUSADA
ФанфикEl día en el que Dakota se mudó de Flechtingen a Magdeburgo, estuvo feliz de haber escapado de las manos de su sobreprotector padre para vivir con su adorada y vieja abuela...Desde que Dakota cruza la puerta de esa vieja casona, su mundo se va a ver...