CAOS INMARCESIBLE [TOM KAULITZ] PAUSADA

Capítulo 18

—No pensé que sería una casa tan grande -el asombro en el tono de voz del rubio hizo que Daka dejara escapar una risa.

—Y yo no pensé que tuvieras un auto -admitió la muchacha, colocándose el cinturón de seguridad.

—Bueno, no es mío -admitió luego de haber puesto el carro en marcha a través de la solitaria y boscosa carretera—. Es de mi padre, pero normalmente lo uso yo.

—La casa tampoco es mía —Daka recargó su cabeza contra el cristal, observando con tranquilidad los árboles que se movían sutilmente gracias a la fresca brisa de la mañana-. Es de mi abuela, ella vive con la señorita Darcy en el primer piso. Yo me quedé en el segundo, y mi abuela tiene un par de inquilinos en el desván y en el sótano.

—Ya decía yo —Lewis giró el timón tranquilamente, saliendo a la carretera principal para poder tomar el camino que llevaba al centro de la ciudad—. Era una casa muy grande para una chica y su abuela.

—¿Tu casa está tan lejos como la cafetería? —preguntó Daka.

—En realidad mi casa queda en la misma cafetería. Como te habrás dado cuenta, es un edificio. Mi familia y yo vivimos en las plantas superiores.

—¿Era un edificio? No me tomé el tiempo de observar bien —una risita se escuchó tras lo dicho—. Ya sabes, estaba algo perdida.

—Descuida —Lewis mantuvo la vista fija en la carretera, pero no quito aquella sonrisa amigable, tan propia de él, en ningún momento—. ¿Cómo te está yendo ahora? ¿Sigues perdiéndote en las calles?

—Afortunadamente no. Creo que si no voy demasiado lejos puedo ir por ahí sin perderme.

—¿Extrañas Flechtingen? ¿Cómo es? Nunca he ido.

—Algo, de Flechtingen no extraño mucho, solo a mi padre. No tenía muchos amigos cercanos, así que una vida social destrozada no es uno de mis problemas —bromeó sin dejar de sonreír.

—¿Y tu madre? ¿No la extrañas también? —quiso saber el chico. Sin embargo, a los pocos segundos pareció asustado de su propia pregunta— Oh Dios, no la mencionaste. Dime que no está muerta y que no metí la pata.

Dakota soltó una carcajada mientras negaba.

—No lo está. Y claro que la extraño, solo que ella vive en Rumania. He vivido con mi padre desde los cuatro años y visitaba a mi madre y a su novia durante los veranos, así que estoy más acostumbrada a estar lejos de ella.

Lewis escuchó con atención aquello y asintió de manera bastante comprensiva.

—Entiendo. En mi caso, vivo con mi madre, su esposo, mis abuelos y mis dos hermanos. Mi padre vive con su esposa y sus hijos en Brunswick, aunque realmente no tengo mucho contacto con ellos desde hace un buen tiempo.

—Tienes una familia numerosa, debe ser acogedor.

—Somos Italianos, que te puedo decir.

Ambos rieron genuinamente.

—¿Italianos? Wow... —Dakota examinó a Lewis con la mirada, intentando encontrar lo que le parecía extraño— Espera.

—¿Qué sucede?

—Lewis no suena a nombre italiano...

—Bueno...eso es porque no es mi nombre, todos suelen llamarme así excepto mi madre y mis abuelos.

—¿En serio? ¿Y cuál es tu verdadero nombre?

Dakota se encontraba demasiado curiosa y seria al respecto, pero el repentino sonrojo en las pálidas mejillas del rubio le causaron gracia y terminó echándose a reír.