— Daisy
Que delicia siento que me empalagare demasiado si tomo otra dona glas — Jeje — Me reí para mi misma y me levante de mi lugar.
Vi a Eduardo y a Marina hablar mientras ella sostenía la caja de donas, me acerque cuando Marina fue a dejar la caja de donas a la cocina y vi a Eduardo pasar su mano por uno de sus ojos al mismo tiempo que respiraba exasperado.
— ¿Estas bien Eduardo?
Se sorprendió al verme y bajo su mano — Si. . . Debió ser una basurita del aire.
— "Bueno la puerta del jardín esta abierta y todavía hay un poco de aire" — Pensé para mi misma.
La cara de Eduardo mostraba "confusión" si es que era eso, al verme y solo se aparto cuando dio un mordisco a su dona. No quise molestarlo así que me acerque a la caja de donas y tome una de azúcar para llevarle a Nicole.
— "Si se acaban ardera todo".
Camine hacia el jardín de la casa, mientras sentía los ojos verdes de Eduardo clavarse en mi espalda, pero no me importo.
Nicole y Timmy estaban jugando en el pasto como si fuera nieve, pero se estaban divirtiendo y estaban sonriendo tan felizmente hasta que Nico me vio.— ¡Hola tía! — sonrío hasta que vio la dona con sorpresa — ¡¿Estas comiendo donas?!
Gracioso por que fuimos por el pedido hace una hora y ella vio la caja de donas, con una marca de una dona y el nombre de "Donas tita".
— De echo esta es para ti, pero puedes agarrar otra si quieres — Se la acerque.
Ella corrió hacia mi y tomo la dona entre sus manos — ¡Siii! ¡Donas! — Grito y corrió hacia adentro.
Me di la vuelta para entrar, pero recordé que Timmy seguía adentro y salí para verlo sentado en el césped sosteniendo algo en sus manos ¿Una cadena?
¿No era la cadena que se le cayo esa ocasión? Tiene el mismo tamaño.— Timmy ¿Quieres una dona?
No respondió y siguió observando el objeto en sus manos fijamente, en silencio y con una mirada que podría describirla como "un cachorrito que perdió su pelota".
Me acerque mas hacia el.— ¿Timmy?
Se sorprendió, casi tira su cadena, pero logro sujetarla a tiempo y me miro — ¿Si?
— Traemos donas ¿Quieres una?
Su mirada se ilumino y su sonrisa apareció — ¡Si! ¡Si quiero!
— Entonces vamos — Estire mi mano a el.
Tomo mi mano y lo ayude a levantarse, entramos a su casa y aun si fue por unos segundos, el no soltó mi mano hasta que vio la caja de donas ahora en la mesa del comedor.
— Yo quiero una donaa — Exclamo emocionado.
— ¿Cuál quieres? — Marina
— De chocolate, por favor.
Mari le entrego una gran dona de chocolate, Timmy la tomo y se sentó a un lado de Nicole en las sillas para comer juntos. El pastel ya no estaba allí, imagino que estaba refrigerado.
Ver a un niño comer un dulce es como ver a una monja besar los pies de Jesús.— ¡Es el mejor cumpleaños! —
Su exclamación hizo que mi corazón se sintiera agitado y no pude evitar sonreír de lado a lado, incluso si mi único plan era que festejara con Nicole y ya, para el era lo mejor.
— Que bueno Timmy. — ¡Tranquila Daisy!
El me sonrió de vuelta.
La voz de Eduardo se hizo presente — Mientras terminan sus donas iré por el pastel. — Se dio la vuelta para caminar a la cocina.
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Lagrimas de Margaritas
Romance¿Qué podría ser lo peor que me pasaría?... Fui una buena hija hasta que mis padres fueron asesinados, fui una buena hermana al cuidar de mi hermano menor, soy una trabajadora decente con mi propia independencia y sobre todo son un ser humano normal...