Un día nuevo y uno mas trabajando en mi consultorio hasta tarde, atendiendo animales domésticos o vendiendo correas y collares para los cachorros recién adoptados. Estoy sola ahora y tomando de mi café para evitar desmayarme durante la jornada, además de apreciar la vista de una calle tranquila hasta que empiecen a abrir el bar que se encuentra frente a mi trabajo.
Mientras acomodaba mis cosas escuche la pequeña campanita de la puerta, que avisaba la llegada de alguien y al mirar vi que era un señor mayor junto a un pequeño niño que sostenía una caja.
-Buenas tardes, ¿Se encuentra ocupada? – Pregunto el señor.
-Buenas tardes pasen por favor. ¿Qué se les ofrece? –
-Mi conejito tiene un problemita... - Dijo el niño con tono preocupado y me mostro a un pequeño conejillo de las indias, era de tamaño mediano y café con franjas blancas. – No ha comido bien y temo que este enfermo. – Se puso aún más triste.
Me enternecieron sus pequeños ojos verdes claros, así que me apresure a ayudar.
-No te preocupes, yo puedo revisarlo y ayudarlo. ¿Cómo se llama? – Pregunte mientras acariciaba al pequeño roedor.
-Late, tiene dos meses. – Me respondió.
Me puse manos a la obra, tomé con cuidado al pequeño Late y lo puse sobre la mesa de operaciones para empezar el chequeo. Hice algunas preguntas sobre su alimentación y sobre alguna enfermedad que tenía, el señor respondió lo que pudo aclarando que la pequeña cobaya fue adoptada hace poco por el padre del niño y no estaba muy informado sobre los cuidados.
El niño hablo sobre las comidas que le daba como pasto y verduras ¿Tal vez su comida está en mal conservación?
Toque la panza de Late y este chillo de dolor, es probable que sea ¿Una enterodisbiosis? Lo tomé en mis manos y lo puse en la báscula que tenía.
-Pesa 1.2 kilogramos. – Revise mas detalladamente y si, esta gordito – Tiene mas peso del que debería por su tamaño. Les recomendare algunos alimentos para que coma y las cantidades adecuadas. –
-Entonces ¿¿se puede curar?? – Dijo el niño con gran emoción.
-Si, solo si siguen las indicaciones – Puse a Late en su cajita y empecé a escribir algunos alimentos en una hoja pequeña. Lechuga, semillas y nada de heno, además tiene que ingerir agua. – Listo – Le di la nota al señor. – Si hay algún otro problema agenden su cita y yo lo tratare.
-Muchas gracias, señorita. – Después se apresuro a pagar con tarjeta, acostumbro a cobrar un poco mas si es una revisión sin cita.
- ¡Muchas gracias, señorita! – El pequeño me dedico una sonrisa, tomo la mano del hombre – ¡Vamos abuelo! – Después salieron del lugar.
Volví a sentarme en mi escritorio para terminar mi café, también anote algunas cosas con respeto al pequeño Late, es posible que comiera algo que lo haya estreñido y lo malo es que esas especies son débiles a los antibióticos. Es muy común que en este tipo de trabajos lleguen animales que no son bien cuidados por sus dueños, llegan con fracturas, sucios o enfermos... Muchos son muy ignorantes cuando se trata de sus mascotas y en ocasiones tengo que llamar al refugio de animales por el evidente maltrato animal. Pero son gajes del oficio supongo.
- ¿Ocupada? – Por la puerta se asomaba Jack, por fin había llegado y tenia una bolsa transparente donde había comida. – Lo siento jefa, el evento duro mucho y apenas alcance a llegar, por cierto le traje una hamburguesa para que podamos almorzar. –
- Suena bien, pensé en ir por una gelatina a la tienda, pero me salvaste ¡Tenia tanta hambre! – Me levante y tome un banquito que usamos para sentarnos cuando estamos en la mesa de operaciones, la aproxime al escritorio y Jack desempaqueto la comida.
Empezamos a comer tranquilamente, me platico sobre el evento que tuvo su pareja y que recibió un reconocimiento, al parecer su novio trabaja en la industria del diseño en marketing. Así pasamos la tarde, no hubo más clientes y cerramos la veterinaria cerca de las 7 pm.
Me despedí de Jack y me fui en mi coche a mi casa; al parar en un semáforo vi algunas muchachas bien vestidas caminando hacia un club y pensé – "¿Hace cuanto tiempo no voy a una fiesta o a beber? Creo que debería tomarme un descanso" – Seguí mi camino una vez que el semáforo brillo en verde.
Al llegar a mi departamento fui a mi armario y revisé si tenía algún vestido bonito. Saque uno que es de color plata, brillante y a mis medidas, acostumbro a usar cosas mas holgadas para moverme mejor pero se vale un día ponerse algo diferente, ¿no?.
Saque de unas cajas unos tacones de color negro con cintilla, ya tenia preparado todo para salir mañana. Llame a mi hermano para avisarle.
-Saldré mañana en la noche un rato – Deje todo en el cuarto y me dirigí a la cocina.
- ¿Segura? Ya sabes que en los clubs siempre ocurre de todo y no quiero que te pase nada. – Dijo mientras de fondo se escuchaba a mis sobrinos jugando y riendo.
-Te avisare cualquier cosa no te preocupes. Además, ya te lo dije, tienes mi ubicación. – Desde que entro a la academia de policías siempre esta al tanto de donde estoy, incluso si ya no vivimos juntos.
- Ok, ¿a qué hora? –Dijo.
- Tal vez a las ocho, aun así, tampoco pienso tardarme demasiado solo iré a beber un poco y regresare a mi casa – Mientras decía esto abrí el refrigerador.
- Esta bien, no bebas tanto o podrías tener un accidente –
- Si lo sé, no te preocupes ya estoy grandecita para saberlo. – me serví un vaso de jugo.
- Ok, recuerda si estas en problemas usa broches. – El truco para abrir una esposa.
- A menos que me tope con un policía, dudo mucho que tenga que usarlo jeje –
- Muy graciosa. – Al momento se escucho que algo se cayo y después pude oír a Marina empezar a regañar a Nicole – Oh mierda, tengo que irme! Nos vemos después. – Colgó.
- Jajajaja espero y no le haya pasado nada a Nico – Me pasee por mi sala de estar con mi jugo en la mano y observe la calle por la ventana.
Había algunos autos estacionados, gente charlando en la calle o saliendo del trabajo, pero vi a alguien observando hacia donde estaba mi ventana. No logre distinguir a la persona, solo se veía que era un hombre y estaba muy quieto... Pero creo que noto que me di cuenta de que me miraba y aparto la vista para después cruzar la calle, tal vez ¿Miro la ventana por aburrimiento?. Cerré la cortina y seguí con mi noche hasta que me quedé dormida.
ESTÁS LEYENDO
Lagrimas de Margaritas
Storie d'amore¿Qué podría ser lo peor que me pasaría?... Fui una buena hija hasta que mis padres fueron asesinados, fui una buena hermana al cuidar de mi hermano menor, soy una trabajadora decente con mi propia independencia y sobre todo son un ser humano normal...