Capitulo 29. Pequeño regalo

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-1 de enero, 10:02:00 am-

— ¡Tía! ¡Empújame!

— Ya voy cariño, no seas impaciente. 

Me acerque, puse mis manos en su espalda y la empuje un poco haciendo que tomara impulso para columpiarse, grito y se río de emoción al ver lo alto que estaba llegando.

Me reí y seguí empujándola hasta que note que llegaba muy alto por lo que pare — ¡Muy alto! Voy a parar.

— ¡Nooo! ¡Yo quiero fuerte!

— Nicole — Dijo Rafael en un tono de regaño y la miro muy serio.

Hizo un puchero, pero al final se rindió — No fuerte.

"Ay mi niñaaa" — Acaricie su cabeza.

— ¿Qué tal si te subes al tobogán?

— ¡Si!

Asentí y la cargue para bajarla al piso, tome su mano y caminamos hacia los toboganes donde Nico subió las escaleras hasta llegar al resbaladero mas seguro donde se deslizo hasta que sus pies tocaron el piso.

— ¿Me viste tía? ¡Caí de pie! — Me sonrío.

— Lo hiciste muy bien cariño.

Ella corrió hacia las escaleras y volvió a repetirlo unas cuantas veces.
Mire a Rafael que estaba columpiando a Liam en uno para bebes y el reía muy emocionado, un escenario muy tierno.

Dirigí mi mirada al cielo nublado y recordé lo transcurrido en estos últimos días.
Las festividades vinieron y se fueron, la navidad transcurrió sin contratiempos con los niños felices de recibir sus regalos que por suerte pude encontrarles; una pelota y un cubo de formas fueron suficientes para que rieran de emoción.

El año nuevo también ocurrió sin contra tiempos, incluso nos quedamos dormidos antes de que diera la media noche y cuando despertamos ya estábamos en 2023.
"Si, literalmente dormimos por un año". 

Me reí un poco y sentí como una pequeña mano tiraba de mi saco.

— ¡Tía! Papá dice que es hora de ir a casa.

Mire a mi hermano que estaba en la barda con Liam en brazos. Agarre la mano de Nicole y caminamos juntas para salir del parque, nos reímos un poco al recordar lo que nos quedamos dormidas en la sala de estar por esperar el año nuevo que al final no llegamos.

De repente el vibrador de mi celular sacudió mi bolsillo así que lo saque y tenia un mensaje de un numero no registrado, lo abrí y era una foto.

— Espera este chico.

Era el pequeño Timothy que estaba sentado en un sofá de color marrón oscuro y en sus manos tenía a su mascota, Late, mientras parecía que estaban viendo la televisión.
Abajo de la imagen incluía un texto:

—  Se que este número es de trabajo, pero quería que viera lo bien está Late.

Sonreí, se trataba del Señor Eduardo.

Le respondí —  Que hermoso, me alegra que estén bien.

Recibí su respuesta — Si Timmy está muy feliz de que late vuelva a ser la misma.

— Que bueno — escribí y puse un emoji de sonrisa — Si hay dudas sobre algo avíseme y haremos una cita.

— Está bien, no la molestó más, gracias por no molestarse por la foto.

Me pareció muy tierno así que respondí.

— Al contrario es lindo el detalle.

— Menos mal y quería también decirle que feliz año nuevo.

Lagrimas de MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora