Daisy se encontraba sentada en la zona de espera del hospital, observando atentamente la puerta naranja que una vez visito y donde le dieron esa terrible noticia que aun sigue rondando por su cabeza — "Señorita Daisy, usted está . . . Embarazada."
Cerro los ojos y apretó su vientre con su mano, pero la aparto cuando la enfermera hablo.
— Señorita Daisy Sentry.
Se levanto de su lugar y camino hacia la puerta ahora abierta, la enfermera la invito a tomar asiento en una de las sillas frente al escritorio del doctor.
— El doctor salió un momento, pero no tardara. — Esto lo dijo mientras preparaba la camilla y limpiaba algunos instrumentos.
— Si. — Respondió Daisy seca.
Por la mente de Daisy llegaron algunos recuerdos dispersos sobre su conversación con Rafael hace dos días, cuando le confeso querer dar en adopción al bebé.
— ¿Estás dispuesta a tenerlo en tu vientre 9 meses, darlo a Luz y entregarlo a servicios infantiles? ¿Crees que podrás con eso? — Aun recordaba su mirada, era de miedo, mucho miedo.
— Es lo mínimo que puedo hacer por el... — Ella no podía mantener su mirada y observo el suelo con vergüenza, como si estuviera apunto de cometer un crimen frente a su hermano policía.
Ella sabía que estaba haciendo algo de lo que podría arrepentirse, pero que podría esperarse de un bebé que fue condenado incluso antes de nacer y con una madre que guarde veneno en su corazón.
Rafael no dijo mucho desde ese día, le ofreció su apoyo y protección, sin embargo como padre de familia es como cometer un perjurio.
Los recuerdos se vieron interrumpidos con la llegada del doctor al dar 9 pasos desde la puerta de atrás hasta su escritorio.
— Un gusto saludarla otra vez señorita Daisy.
— Buenos días . . .
— Supongo que vino por ese asunto, ¿Ya tomo una decisión?
— Si... He decidido seguir con el embarazo... — Tomo un momento para respirar profundamente.— Pero no criare al niño.
El doctor alzo las cejas sorprendido, pero se relajo — Lo dará a servicios infantiles ¿Cuándo nazca?
— Si... No creo que pueda darle una vida sana a esta criatura.
— ¿Una vida sana? ¿Qué quieres decir con eso?
— Hay muchos casos donde la madre asesina a su hijo o hija por ser producto de un abuso... O los niños llevan una mala vida por las decisiones de sus padres que los tuvieron — Otra bocanada de aire. — A la fuerza...
Incluso si no lo quisiera criar, no quiero negarle la oportunidad de tener padres saludables.
La veterinaria sabía que lo que decía era verdad y mentira. Ella no quería criar a ese niño, hubiera preferido una infección en su vagina antes que saber que tiene a un ser humano con el mismo ADN de su atacante en su cuerpo. Pero tampoco creía poder mirar a los ojos a sus sobrinos otra vez si acabara con la vida de ese infante.
— Entiendo, bueno si estás dispuesta, está bien. Pero aún así tienes que venir a revisión y cuidados prenatales.
— Si lo hare...
— Y cuando de a luz, ¿Lo quieres ver? Antes de que se lo lleven.
Daisy parpadeo varias veces ante esa pregunta. En su mente rondaba la idea de como seria si viera a ese niño
"— ¿Y si se parece a mi? ¿Cómo sabré que no tiene ningún rasgo de ese malnacido? Y si no lo quiero dejar ir, si lo veo..."
Paso su mano por el parpado inferior en caso de escaparse una lagrima — No creo que pueda.
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Lagrimas de Margaritas
Romance¿Qué podría ser lo peor que me pasaría?... Fui una buena hija hasta que mis padres fueron asesinados, fui una buena hermana al cuidar de mi hermano menor, soy una trabajadora decente con mi propia independencia y sobre todo son un ser humano normal...