Capítulo 58. El corazón de un niño

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Desde que soy pequeño, siempre fui el hijo de un soltero.

No importa a donde fuera o con quien estaba, de alguna forma no tener mamá era un motivo lastima o burla por quien sea.
Mis compañeros se reían cuando era el día de las madres y le daba regalos a mi abuela. Mis maestros me palmeaban la cabeza y me miraban apenados cuando solo era mi papá, el que asistía a mis eventos.

Yo era el niño sin mamá, sin hermanos y sin familia materna...

Cuando era mas chiquito, mi abuela decía que si yo deseaba una mamá, solo tenia que pedir al cielo una y que esta aparecería cuando menos lo esperaba.

Pedí con todas mis fuerzas tener una mamá y busque en todos los rincones de mi casa, por si estaba perdida. Sin embargo fue Late quien me ayudo a encontrarla.

Tenia una sonrisa muy bonita y unas manos muy suaves; me acariciaba la cabeza, me hacia reír y me cuidaba a mi junto a Late. Era lo que deseaba que mi mamá hiciera.

Supe que ella seria mi madre y no quería a nadie mas que ella.


— ¡Quiero que Daisy sea mi mamá! — Exclamaba mientras comía mis Nuggets.

Mi papá estaba frente a mi comiendo algo que parecía pollo. — ¿Qué estas diciendo hijo? — Sus mejillas se pusieron como fresas.

Asentí muy seguro — Daisy es muy bonita y cuida de Late ¡Quiero que ella sea mi mamá!

Me miro por unos segundos con los ojos muy abiertos y su cara era de tomate — Ay hijo las cosas que dices ¿Solo por eso la quieres de mamá?

Negue — También por que a ti te gusta, papá — Sonreí astuto. Sabía que a mi papá le gustaba Daisy, no era tan distraído para no verlo ¡Cualquiera lo notaria!

— ¿¿Cómo estas seguro de eso?? — Pregunto con la mirada estrujada.

— ¡Por que lo veo! Con mis dos ojos veo que la quieres mucho. — Apunte a mis ojos con los dedos — Late y yo también la queremos, así que ¿Puede ser mi mami?

— Ok ¿Y si me niego? O ¿Ella se niega? — Me pregunto. El hace esas preguntas todas confusas.

Negue mucho con mi cabeza — Si Daisy no es mi mamá ¡Entonces no quiero a nadie mas! 

— Hijooo — me riño — esa decisión la debemos de tomar Daisy y yo. Si ella no quiere estar conmigo, no hay nada que podamos hacer. — Dijo mientras enterraba su tenedor en su comida.

Torcí mi boca en un puchero y no seguí con la conversación. Me preguntaba por que mi papá era tan negativo con el amor ¡Yo quería tener una mamá! Incluso una de mis compañeras de clase tenia un nuevo papá por que su mamá decidió casarse otra vez ¿¿Porqué yo no podía tener una nueva mamá?? Si nunca tuve una...


Aun así no perdí mi esperanza; pedía siempre al cielo que mis padres se enamoraran y que Ruby fuese mi nueva hermanita. Incluso después de lo que hizo mi malvado... Bueno aquel hombre malvado, no quería que ellos se separaran y yo pudiera conservar mi nueva familia.
Late y yo pedíamos que nada le pasara a nuestra familia.

¡Y lo logramos!


La puerta de mi cuarto se abrió y la cara de mi madre se asomo con una sonrisa.

— Timmy ¿Ya estas despierto? — Abrió la puerta por completo y entro para acercarse al lado de mi cama.

Baje la sabana y me asome — Si mamá, buenos días — sonreí.

Lagrimas de MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora