Capitulo 31. Inolvidable cumpleaños

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Después de cantar las mañanitas con Héctor, el pastel fue cortado y repartido casi todos tomaron su porción para comer juntos en la mesa, pero Marina tomo la mano de su hija y la llevo a la zona de juegos del jardín.

— Cuéntame cariño ¿Qué le pasa a tu amigo? — Dijo mientras se agachaba a la altura de su pequeña.

— Es que.. Timmy me dijo que tendrá cumple, y que estaba emocionado pero también triste, por que sus abuelos no estarán y no tiene amigos...

Me dijo que sólo sería su papá y el, me pone triste que Timmy no tenga una fiesta de cumpleaños...

Marina pensó un poco en esas palabras. Ella casi no hablo con el padre, pero sabía que eran nuevos en la ciudad y probablemente no tenían amistades aquí — ¿Cuándo es su cumple?

— dos siete mami.

Mari reflexiono y calculo las fechas — "Tal vez nos de tiempo de comprarle un regalo, pero no somos tan cercanos a su padre y no tenemos forma de contactarlo"

Daisy que había estado escuchando todo a escondidas pensó que sería muy triste — "Pasaron las fiestas de invierno solos, ahora pasaran sus cumpleaños solos. . . No" —

Se acerco a las dos y toco la cabeza de Nicole — No te preocupes ¿Qué tal si después planeamos algo para el?

Nicole sonrío con emoción y agarro la manga de su tía — ¿¿Enserio tía??

— Claro — miro a Marina para darle una sonrisa de consuelo y redirigió su mirada a la niña — pero ahora disfrutemos este pequeño cumpleaños ¿Ok?

Nicole asintió y corío hacia la mesa para comer de su pastel, mas emocionada que al principio y mas feliz. Marina observo a Daisy y le dijo — Yo se que quiere ir con su amigo, pero no tenemos la dirección y no sabemos si seremos bienvenidos.

Daisy la miro y solo le sonrío — Tenemos doce días para saberlo, no te preocupes.

No podían enojarse una con la otra, aun que Daisy sabía que el señor Eduardo es un hombre amable y tranquilo es entendible que nadie recibiría a una familia que apenas conoce. Marina le devolvió la sonrisa ahora mas tranquila y ambas caminaron hacia la mesa familiar donde se encontraba Rafael dándole un poco de pastel a Liam.

— ¿Esta rico muchacho?

Liam lo observo mientras masticaba y soltó una risa divertida.

Daisy comió un poco de pastel, no era fan de la mantequilla o el betún, así que saco su celular y busco en sitios de compras en línea — "No le gustan los deportes, los autos y ya tiene juegos de mesa" — Pensó por un rato — "Bueno que no le gusten los deportes no significa que no sea un niño activo" — Busco juguetes para hacer deportes entre ellos patines, cuerdas de saltar y accesorios.

Mientras lo hacia escuchaba algunas conversaciones entre los familiares y observo por un momento como la hija mayor de los Sandoval comiendo solamente de la botana de los platos.

— ¿Segura que no quieres amor? — Le pregunto la chica de lentes que apuntaba su pedazo de pastel con el tenedor.

— Si segura, sabes que no me gustan — Respondió tranquila

Una sonrisa divertida se dibujo en su cara — Si no te gusta el dulce, entonces ¿Por qué estás conmigo? — bromeo con una sonrisa.

La miro por un momento y sonrió sin dejar su tranquilidad — Por que eres el único dulce que quiero lamer.

Las risas de ahogadas de los otros invitados eran casi sonoras y el rojo intenso tiño las mejillas de la cuatro ojos.

— ¡Molly! ¡Están tus papas! — Exclamo nerviosa.

Lagrimas de MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora