— Eduardo.
Eran las seis de la mañana cuando partí en mi auto junto con Daisy y los niños para ir rumbo a nuestra casa. Me quede preocupado por la llamada de la niñera de Timmy, pero no pude irme por que temía dejar a Daisy con niños sola.
— Lamento hacerte venir tan temprano... — me disculpe con Daisy.
— No te preocupes, es algo importante. Por suerte uno de los compañeros de mi hermano se quedo a patrullar en la madrugada por si regresan. — dijo con una sonrisa.
Suspire aliviado. — Menos mal, quiero ver si no se robo mis cosas o los materiales de Timmy. Gaste mucho...
Si se roban mi laptop o Late, será difícil recuperarlos...
Daisy puso su mano en mi hombro. — Tranquilo querido, vas manejando puede pasar algo si te preocupas. Vamos a pensar que la casa esta bien y tus cosas cuidadas.
Solté una mano del volante y tome la mano de Daisy para besarla en el dorso. El toque de su piel hace que mi corazón lata tan fuerte y mi estado mejore.
— Gracias, tratare de hacerlo. — Me estacione cerca y pude ver el carro de policía. — Quédate con los niños, iré hablar con el oficial. — Me baje del auto.
— Suerte. — Me dio una sonrisa de confianza.
Asentí y me acerque al coche, que estaba frente de mi casa. En la puerta estaba el policía, un tipo bastante alto, muy pálido y de cabello cano.
Se acerco. — Buenos días Señor Álvarez. — Me estiro la mano. — Oficial Oliver Hollow.
Estrechamos nuestras manos. — Mucho gusto. — Baje mi mano. — ¿En... Encontraron algo? — pregunte nervioso.
Le dio una mirada a la puerta y volteo a verme. — Venga conmigo. — Camino al interior de la casa.
Lo seguí con cautela.
— Pues hay algunas cosas desordenadas. Lo mas relevante fue la ventana rota y un marco de foto estrellado contra el suelo. — Se acerco a la sala y apunto al suelo.
En el piso estaba tirado el retrato que enmarque del primer día de escuela de Timmy. Los cristales estaban esparcidos por el suelo y por suerte no estábamos sin zapatos.
Apreté mi puño enojado. Murmure. — Pudo... Pudo ser alguien que conozca...
No tenia sentido que destruyera un recuerdo personal, si solo era un ladrón... Hubiera preferido que se robe mi laptop antes de que hiciera esto.
— ¿Han tenido visitas?
Asentí. — Mi padre y mi hermano se quedaron unos días conmigo. Pero mi padre nunca haría algo como esto...
"Pero.... Farid si, ¿no?" — Sentí que mis puños temblaban de la impotencia y la duda.
Sentí la mirada del Oficial escanearme, pero se abstuvo de hablar de eso. — Bien, entonces debería ver los cuartos.
— ¿No han revisado los cuartos?
Soltó una risa amarga. — Algunos tipos ni se molestan en hacer bien su trabajo. — Creo que se refería a sus compañeros.
Caminamos hasta el pasillo y la primer puerta era la mía, que estaba frente al cuarto de Timmy. Cuando abrió la puerta, no notamos nada raro. De echo parecía intacto.
— Parece que no hay nada. — Asegure. — Quiero ver el cuarto de mi hijo, espero que este intacto- — El oficial me interrumpió.
— Espere. — Se acerco a mi cama. — Hay algo blanco que sobresale del colchón, supongo que hay no guarda el acta de su hijo.
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Lagrimas de Margaritas
Romance¿Qué podría ser lo peor que me pasaría?... Fui una buena hija hasta que mis padres fueron asesinados, fui una buena hermana al cuidar de mi hermano menor, soy una trabajadora decente con mi propia independencia y sobre todo son un ser humano normal...