Capítulo 59. Toma mi mano, cariño

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— ¿Las encontraste? Ralf — Pregunto Daisy, mientras miraba flores de distintos tipos.

Rafael, que estaba en otra dirección de un puesto de flores, respondió — Las encontré, son de las ultimas que quedan. — Miro a la dueña — Un ramo de esas, por favor.

La señora tomo unas cuantas dalias anaranjadas con el centro violeta y las empezó a envolver en papel blanco.

Daisy se acerco y saco un billete de $20 pesos — Mitad y mitad ¿Ok?

Rafael rebusco en el bolsillo de su pantalón y encontró otro billete de $20. — Ok — Tomo el billete de su hermana y pago en total $40 pesos por el ramo.

Las flores las entregaron envueltas en un papel blanco lustroso y amarrado en un moño echo con listón delgado de color morado.
Los hermanos agradecieron el detalle y continuaron su camino por la calle.

— Hay menos gente, que la ultima vez. Esta mas tranquilo... ¿No crees?

Rafael solo asintió.

Ellos entraron por un portón y saludaron al guardia del cementerio, como todos los años. Caminaron unas cuantas cuadras y atravesaron algunos caminos de tumbas de diversas personas, sin decir una palabra pero con la cabeza cargada de emociones.

"Este lugar es peor que el purgatorio..."

Rafael sintió que sus piernas se entesaban y le impedían caminar; notando su estado de animo, Daisy le tomo la mano y sus dedos se entrelazaron con los de el.

De los nervios, soltó un comentario — Mucho mas silencioso que la ultima vez...

Daisy asintió — Rafael, hay que continuar... — Miro las flores y tomo un profundo respiro — Como la ultima vez — Giro su cuerpo y lo miro — ¿Estas listo?

Esa pregunta -¿Estas listo?- siempre se la repetía y cada que lo hacia, Rafael recordaba la primera vez que pregunto... Y la veía, a esa Daisy de 16 años, que le ganaba en altura y actitud, pero siempre le esperaba a estar listo...

— Si, algo así... — También tomo un profundo respiro — Tienes razón, hay que continuar.

— Lo haremos juntos, como todos los años — Dijo intentando animarlo con una débil sonrisa.

El hermano asintió y siguieron caminando, hasta que llegaron a su destino.

-Ulises Sentry Delgado ♰30.06.2005       Nicole Acosta Brito de Sentry ♰30.06.2005-
-A los 46 años.-                                                 -A los 45 años.-
Amado esposo & Oficial ejemplar-          Amada hija, amada esposa y amada madre-


— Hola papá, hola mamá... — Se acerco a la tumba de su madre y coloco las flores en un florero echo de mármol.

— Lamentamos la demora — Saludo Rafael y saco de sus bolsillos una placa de oficial vieja, que le pertenecía a su padre.

Después de poner las flores, Daisy se puso lado de su hermano. — Fue un recorrido largo, pero aquí estamos... — Tuvo la fuerza suficiente para sacar una sonrisa — Feliz aniversario, ya tienen 32 años de casados.

Lo recordaban bien. Cada 17 de marzo, su padre compraba un ramo de dalias y regresaba a casa para regalárselas a su madre. Era una tradición que cumplió en todos sus años de casados y ahora era turno de sus hijos, hacerlo por el. 

Rafael se agacho apoyado en sus rodillas, mientras veía la placa en sus manos. — Nicole quería venir a verlos, pero preferimos que aun no es el momento adecuado. — Miro la tumba de su padre — Traeremos a sus nietos cuando tengan la edad suficiente para procesar este lugar... — Toco la lapida de Ulises, como si pudiera tocarlo a el.

Lagrimas de MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora