Capítulo 43. A los ojos de

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—Marina

— ¿Estas lista? — pregunte mirando a Leomary.

— Si, no te preocupes hare todo lo que este a mi alcance — me dijo con una sonrisa entusiasta.

Le devolví la sonrisa — Gracias por hacerme este favor.

— ¡Ay! Ya sabes que siempre. — se acerco a acomodar su escritorio — Ya quédate aquí para que escuches. — me dio una suave palmada y salió.

Con el consentimiento de Eduardo y de Leo decidí quedarme a escuchar la sesión de Timmy, sin algún tipo de intervención por mi parte.
El consultorio de Leomary era bastante grande, su escritorio estaba al fondo de la habitación y lo suficientemente cerca para escuchar la conversación sin sentirme como el mal tercio. Lo que quedaba de la habitación estaba llena de juguetes, tapetes coloridos y un estante con libros para niños. Era la zona de juegos o como le gusta decir a Nick "la zona de interrogatorio infantil".

Un minuto después llego Eduardo junto a Timmy, el mayor me saludo con la mirada y saludo respetuosamente a Leomary. Por su parte Timmy estaba reservado, saludo y se sentó en el sillón que daba la espalda al escritorio junto a su papá. Quizás no noto mi presencia.

— Hola Timmy ¿Cómo te encuentras hoy?

Asintió — Bien — su respuesta fue apenas audible.

— Que bueno, dime ¿Sabes por que estas aquí?

Toco su barbilla con el dedo pensando — Papá dijo que usted es psicóloga y que las psicólogas ayudan a niños como yo.

— Es verdad, yo te voy a ayudar. Dime ¿Trajiste un juguete?

— Si — le mostro un peluche, el mismo que le regalamos en su cumpleaños — Quería traerme mi monopatín o mi cámara, pero no quería perderlos.

 — ¿Te gustan mucho? — lo miro asentir — Bien, dime ¿Te gusta mucho peluche?

Los siguientes minutos de la sesión siguió con preguntas normales "color favorito, edad, amigos y escuela". Mire el reloj de mi celular y supe que paso media hora, solo con conversaciones casuales para hacer sentir mas cómodo a Timmy.

— Señor Eduardo ¿Podría esperar afuera? Necesito tener un momento a solas con Timmy. 

El asintió un poco dudoso, beso la frente de Timmy asegurándole que estará cerca por cualquier cosa y salió por la puerta.

— Bien — Leo se acomodo en su asiento — dime Timmy ¿Quieres mucho a tu papá?

— ¡Si! — sonrío — Mi papá es mi superhéroe con corbata.

Leo sonrío por un momento, pero regreso a su expresión tranquila — Bien ¿Pasan mucho tiempo juntos?

— Ya no tanto por que trabaja, pero por suerte están mi abuelito y mi conejito Late ¡Oh! También tengo a Daisy, ella cura muy bien a mi Late. — el tono me hizo entender que esta muy feliz.

— ¿Quieres mucho a tu familia, no? Ellos deben quererte bastante.

— ¡Si! Mis abuelitos cocinan muy rico y juegan conmigo cuando no están trabajando, pero — su tono empezó a bajar — ahora que nos mudamos ya casi no los voy a ver.

— Esta bien tranquilo — sonrío con ternura, esa Leo — Pero ¿Te has acomodado bien en tu nueva casita?

— Si, es muy grande y tengo mucho espacio para jugar. — su animo volvió a subir — Incluso tengo una amiga, Nicole.

Leo me miro de reojo por un momento y yo solo le levante el pulgar — ¿Te gusta mucho pasar tiempo con ella?

— ¡Si! Ella es mi mejor amiga y su tía es Daisy, así que me pone mas feliz.

Lagrimas de MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora