—Marina
— ¿Estas lista? — pregunte mirando a Leomary.
— Si, no te preocupes hare todo lo que este a mi alcance — me dijo con una sonrisa entusiasta.
Le devolví la sonrisa — Gracias por hacerme este favor.
— ¡Ay! Ya sabes que siempre. — se acerco a acomodar su escritorio — Ya quédate aquí para que escuches. — me dio una suave palmada y salió.
Con el consentimiento de Eduardo y de Leo decidí quedarme a escuchar la sesión de Timmy, sin algún tipo de intervención por mi parte.
El consultorio de Leomary era bastante grande, su escritorio estaba al fondo de la habitación y lo suficientemente cerca para escuchar la conversación sin sentirme como el mal tercio. Lo que quedaba de la habitación estaba llena de juguetes, tapetes coloridos y un estante con libros para niños. Era la zona de juegos o como le gusta decir a Nick "la zona de interrogatorio infantil".Un minuto después llego Eduardo junto a Timmy, el mayor me saludo con la mirada y saludo respetuosamente a Leomary. Por su parte Timmy estaba reservado, saludo y se sentó en el sillón que daba la espalda al escritorio junto a su papá. Quizás no noto mi presencia.
— Hola Timmy ¿Cómo te encuentras hoy?
Asintió — Bien — su respuesta fue apenas audible.
— Que bueno, dime ¿Sabes por que estas aquí?
Toco su barbilla con el dedo pensando — Papá dijo que usted es psicóloga y que las psicólogas ayudan a niños como yo.
— Es verdad, yo te voy a ayudar. Dime ¿Trajiste un juguete?
— Si — le mostro un peluche, el mismo que le regalamos en su cumpleaños — Quería traerme mi monopatín o mi cámara, pero no quería perderlos.
— ¿Te gustan mucho? — lo miro asentir — Bien, dime ¿Te gusta mucho peluche?
Los siguientes minutos de la sesión siguió con preguntas normales "color favorito, edad, amigos y escuela". Mire el reloj de mi celular y supe que paso media hora, solo con conversaciones casuales para hacer sentir mas cómodo a Timmy.
— Señor Eduardo ¿Podría esperar afuera? Necesito tener un momento a solas con Timmy.
El asintió un poco dudoso, beso la frente de Timmy asegurándole que estará cerca por cualquier cosa y salió por la puerta.
— Bien — Leo se acomodo en su asiento — dime Timmy ¿Quieres mucho a tu papá?
— ¡Si! — sonrío — Mi papá es mi superhéroe con corbata.
Leo sonrío por un momento, pero regreso a su expresión tranquila — Bien ¿Pasan mucho tiempo juntos?
— Ya no tanto por que trabaja, pero por suerte están mi abuelito y mi conejito Late ¡Oh! También tengo a Daisy, ella cura muy bien a mi Late. — el tono me hizo entender que esta muy feliz.
— ¿Quieres mucho a tu familia, no? Ellos deben quererte bastante.
— ¡Si! Mis abuelitos cocinan muy rico y juegan conmigo cuando no están trabajando, pero — su tono empezó a bajar — ahora que nos mudamos ya casi no los voy a ver.
— Esta bien tranquilo — sonrío con ternura, esa Leo — Pero ¿Te has acomodado bien en tu nueva casita?
— Si, es muy grande y tengo mucho espacio para jugar. — su animo volvió a subir — Incluso tengo una amiga, Nicole.
Leo me miro de reojo por un momento y yo solo le levante el pulgar — ¿Te gusta mucho pasar tiempo con ella?
— ¡Si! Ella es mi mejor amiga y su tía es Daisy, así que me pone mas feliz.
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Lagrimas de Margaritas
Romance¿Qué podría ser lo peor que me pasaría?... Fui una buena hija hasta que mis padres fueron asesinados, fui una buena hermana al cuidar de mi hermano menor, soy una trabajadora decente con mi propia independencia y sobre todo son un ser humano normal...