-Martes, 20 de diciembre-
Las navidades están mas cerca, las vacaciones han llegado y los cierres de trabajos están apresurados, eso nos incluye a nosotros.
Son apenas las dos de la tarde y ya tuvimos a cuatro caninos para baño, corte de uñas y chequeo medico, además de otras citas para el próximo año.— Jack ¿Puedes agendar una cita para el 18?
No escuche su respuesta y cuando lo mire el estaba observando muy quieto a Rafael que se encontraba sentado en una esquina usando su celular.
— O-oye tu hermano da miedo. — Dijo ansioso.
Me reí un poco — Lo se, es parte de el.
Abrí el estante de medicinas y ordene algunos productos que aun estaban en cajas que nos llegaron hace unas semanas.
— Siii, recuérdame no decir nada que lo moleste.
Lo mire con una sonrisa divertida — Claro.
El timbre de la pequeña campana de la entrada se escucho por el lugar, así que deje lo que estaba haciendo y me acerque a recibir a mi próximo paciente no-humano.
— Bienvenidos.
Se trataba del Señor Eduardo y su hijo Timothy que sostenía aquella cajita con su mascota asomándose.
— Gracias.
— ¡¡Hola!! — Dijo el niño que sonreía felizmente.
— Hola Timothy. — Me acerque, me hinque con cuidado frente a el — ¿Cómo esta Late?
— ¡No vómito y tomo agua! Pero se la traje por si acaso.
Mire el reloj en la pared por un momento y recordé que la próxima cita de hoy seria hasta las 4:00 pm así que tendría oportunidad de hacer un chequeo rápido.
— A ver vamos a ver — lo saque de la caja con cuidado y lo sostuve en mis manos — ¿Se ha alimentado bien? — Mire al padre.
— Si, seguimos sus indicaciones.
Respire aliviada — Bien, me alegro — Me acerque a la camilla y empecé a revisar a Late cuidadosamente.
Se movía como si tratara de escapar, le empecé a dar caricias y a arrullarlo un poco para que se calmara con mi presencia.
Mire a Timothy quien observaba fijamente a mi hermano que aun estaba en su celular. Sus pequeños ojos parecían brillar con solo verlo, lo que me trajo recuerdos de su pequeña discusión con Nicole en sus clases de gimnasia sobre "mi papá es mas cool que el tuyo".
— ¿Te agrada mi hermano?
El me miro con la misma emoción — ¡Siii! ¡Es muy genial!
— "Bueno, primera vez que alguien no dice que es aterrador" — Pensé por un momento.
— Entiendo, si quieres puedes hablar con el.Su emoción fue mucho mas grande, pero se calmo y observo a su padre como preguntándole con la mirada si puede ir.
— Está bien, con cuidado
Sonrío en grande, le dio un corto abrazo y camino emocionado hacia Rafa, quien empezó a platicar un poco con el en cuanto se acerco.
Me reí al verlos, pero cuando dirigí mi mirada al Señor Eduardo este estaba con los labios apretados y como si estuviera conteniendo la respiración, mientras observaba a su hijo y a Rafa platicar.
Si no dudo que ha cualquiera le preocupe ver a su hijo hablar con un hombre grande, fornido y con un peinado peculiar que te haría pensar que estas hablando con el líder de una banda creada en un reformatorio.
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Lagrimas de Margaritas
Romance¿Qué podría ser lo peor que me pasaría?... Fui una buena hija hasta que mis padres fueron asesinados, fui una buena hermana al cuidar de mi hermano menor, soy una trabajadora decente con mi propia independencia y sobre todo son un ser humano normal...