Capítulo 53. Ruby

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— Estoy ansiosa de conocer a tu novio cariño, no puede ser que en ¡3 meses! No lo presentaste — dijo Constanza con emoción.

— Tía, sabes que el tío Darel es muy celoso — dijo Daisy apenada.

"Incluso si llevamos un año de relación, seria difícil presentárselo." — pensó mientras visualizaba al padrino con una cara endemoniada.

Constanza río — Tu tío puede ser un poco serio, pero estoy segura que se pondrá feliz de que su niña mayor este feliz.

"Temo por su vida" — pensaron Daisy y Marina al unísono.

Mientras tanto Rafael y Darel hablaban en el jardín sobre algunos temas que no querían tocar en presencia de las damas.

— Quédense el tiempo que necesiten, hay muchas habitaciones disponibles. — dijo el padrino Darel a Rafael.

— Se lo agradezco tío, solo espero que los procesos de la casa no tarden mucho.

Darel saco un cigarro puro de su chaqueta y lo encendió — De eso no tienes que preocuparte — fumo — Mis agentes se harán cargo de eso, tu céntrate en lo importante. — le ofreció el cigarro.

Negó con la mano — No, gracias, Daisy esta en su octavo mes y no quisiera que me huela a cigarro.

Acepto y siguió fumando — ¿Ya sabes en que lugar tiraran a ese perro loco? Investigue varias cárceles donde tienen a los presos mas violentos.

Suspiro — Dicen que quizás califique para un centro psiquiátrico. — dijo y apreto la mandíbula.

— Que desperdicio. — comento con una cara de desaprobación —  Pero estoy seguro que encontraras una forma de hacerlo pagar. Para esos locos, ser castrados no será suficiente. — dijo mientras seguía fumando.

Rafael miro el gran patio —  Si... Un sanatorio o una castración no será lo suficiente para retenerlo. — murmuro con una cara pensativa hasta que una sonrisa se formo en sus labios — Entonces si no puedo llevarlo a la cárcel, entonces que el psiquiátrico sea su cárcel.

Darel miro a su ahijado y sonrío con orgullo de ver como tenia la sangre fría de su fallecido padre para hacer pagar a las ratas criminales.

Unos minutos después llego Eduardo acompañado de Timmy en su coche; Daisy a pesar de su estado, salió a recibirlos con un gran abrazo.

— ¡Mamá! — la llamo Timmy emocionada y la abrazo — Hola Ruby — planto un pequeño beso en la panza de embarazo.

Daisy beso su frente y planto un beso en los labios de Eduardo — ¿Estuvieron bien en el camino?

— Si, sin complicaciones. — toco su vientre — ¿Tuviste algún dolor? No pudimos seguir hablando por teléfono por que estaba preparando a Timmy.

— Sin dolor por suerte, vamos entren.

Los tres entraron a la mansión y ahí estaba Constanza con una gran sonrisa.

— ¡Bienvenidos! — se acerco y estrecho la mano de Eduardo — Soy Constanza Vlad, la madrina de Daisy y Rafael.

— Mucho gusto señora, soy Eduardo Álvarez. — saludo respetuosamente y con una sonrisa.

— Teníamos muchas ganas de conocerte. — bajo su mirada a Timmy — Hola pequeño conejito, tu debes ser Timothy ¿No?

— ¡Si! Soy Timothy, un gusto señora — estiro su mano para estrecharla.

Constanza acepto el saludo — Déjenme presentarles también a mis hijos, Raven y Neithan.

La adolescente Raven miro a los invitados y saludo con la mano sonriendo un poco, mientras que Neithan se acerco emocionado a Timmy para saludar.

Lagrimas de MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora