Capítulo 1:

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Morgan:

Tengo mis maletas en la mano, en frente de mi nuevo hogar. Lo observo cuidadosamente y no es nada comparado con mi hogar antiguo. Mi nueva casa es grande, por lo que se puede ver por fuera, pero tiene un aspecto como si fuera del siglo XVII.

Miro los alrededores y me doy cuenta de que la casa se encuentra en un lugar bastante apartado del pueblo. Con un bosque que por lo que se puede observar es bastante grande y poblado, con una oscuridad enorme.

Me da un poco de miedo...

Seguía mirando a todas partes hasta que siento que mi padre me llama.

—¡Morgan! Entra. Ya hemos abierto la casa.

Tomo mis maletas y camino por un pequeño sendero hasta llegar a la puerta de mi nuevo hogar. Entro y lo observo todo, según mi padre, mandó a personas para que la arreglaran y pusieran todas nuestras cosas en su sitio. La casa es casi igual que de por fuera, con ese aspecto a el siglo XVII, no entiendo por qué mi padre a decidido comprar esta casa. Es horrible.

—¡Manuel!

Decido llamar a mi hermano.

—¿Qué quieres, Morgan?

—Este lugar es horrible. —Digo haciendo una mueca.

—No es tan feo, lo dices porque te pusiste como una loca cuando te enteraste de que nos íbamos a mudar, y no querías hacerlo.

—Claro que no. Mis amigos están allá.

—Como si tuvieras tantos—oigo que susurra.

Subo las escaleras y miro todos los cuartos, son bastantes. Me quedo con el segundo a la derecha, es más contemporáneo a una chica de mi edad, a pesar de que siga teniendo ese aspecto envejecido.

Dejo mis maletas encima de la cama, y me pasó todo lo que puedo de la tarde metiendo mi ropa al closet. Mañana es domingo y es mi último día antes de empezar el instituto en este lugar de mierda.

Termino súper cansada, así que mando a una de las personas encargadas de dejar todo los muebles en su sitio, a que lleven todo lo faltante a mi nueva habitación.

Bajo hacía lo que es la cocina y es bastante grande y espaciosa. Con una gran mesa de mármol en el medio. Ahí se encuentra mi hermano, mi padre y mi tía.

Tomo asiento al lado de mi tía, que ella se encuentra frente a mi padre. La cena pasa lo más "normal" si así se puede llamar. No hablamos mientras cenamos, solo nos miramos los unos a los otros, hasta que terminamos y decidimos irnos mi hermano y yo, siempre es lo mismo.

Mi padre ayuda a mi tía a fregar los trastos y luego cada uno va hacia su habitación.

Cuando entró hacia mi nueva habitación puedo ver que cada cosa ya está en su lugar, muy rápido, sorprendentemente. Hay algunas cosas que luego quiero mover de donde están, pero ya será para luego.

Tomo una pequeña ducha y cuando termino de prepararme con mi ropa de dormir voy hacia la el balcón, es el único que hay en la casa. El balcón da justo al frente del gran bosque. Lo observo detenidamente, es tan oscuro que pareciera como si no hay árboles ahí, solo oscuridad.

Después de pasar un rato mirando decido que es mejor ir a dormir, mañana conoceré el pueblo y quiero al menos estar descansada.

Al tumbarme en la cama me doy cuenta de que no tengo mucho sueño.

Mi madre murió hace unos tres años, cuando yo tenía quince y mi hermano trece. Solo éramos unos pequeños niños, murió de cáncer, según mi padre no pudo hacer nada para salvarla. Y le entiendo, mi madre empezó a empeorar muy de prisa hasta que ya no hubo vuelta a tras y murió.

La Corte Suprema [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora