Capítulo 31:

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Adriel:

Estaba arreglando todo para esta noche, le pediría que fuera mi novia, finalmente. Desde el principio tenia tanto miedo de enamorarme de Morgan que decidí estar de chica en chica, pero juro que cuando vi su hermosa sonrisa dirigida a mi por primera vez, no pude contenerme. Dejé lo que hacía antes, dejé las peleas y a toda chica que se pusiera en mi camino. La quería a ella y haría lo posible por tenerla finalmente.

Cuando estuve con ella la primera vez, me sentí el hombre más feliz del mundo, no quería perderla, y estuve ah punto de contarle toda la verdad. No lo hice y casi la pierdo, tenía que arreglar las cosas, si ó sí. Puse mi vida para salvar la de ella y no me arrepiento de absolutamente nada.

Quería llevarla ah la playa, me contó que era su lugar favorito de todo el mundo, la amaba desde que era niña y su madre la llevó por primera vez. Ya lo tenía todo listo, así que cuando llegó la hora fui a su casa, le dejé un mensaje diciéndole que ya la esperaba, pero noté que había algo raro, ya que no me contestaba los mensajes, ni siquiera los veía.

Fui a tocar a la puerta de la casa, pero nadie me respondió. Decidí llamar a Manuel, pero cuando busqué en mis contactos me di cuenta de que no lo tenía  agregado, mi última opción era Carlota, así que no dudé en llamarla.

—¿Carlota?

—Joder, por fin doy contigo, ó bueno, tú das conmigo. Adriel, tengo que decirte algo, pero tienes que prometerme que estarás relajado y tomarás la noticia de la mejor manera. — me dice preocupada.

Me estaba empezando a asustar.

—No te prometo nada, Carlota.

—Morgan ah tenido un accidente y está en la sala de Terapia Intensiva. —el teléfono cayó al suelo, oír esas palabras fue como si dagas hubieran atravesado mi pecho.

Sabia quien había hecho esto, claro que lo sabía. Salí casi que corriendo hasta donde estaba el coche y fui al lugar donde sabía que lo encontraría.

Cuando llegué estaba el muy desgraciado hablando con otras personas, lo que suponía que también eran vampiros. Lo giro y le pego un puñetazo justo en la nariz, salía sangre de ella.

—¿Por qué cojones lo hicieron?—le hizo una seña a los hombres que estaban con él y se fueron, se habían puesto en defensa cuando vieron lo que hice.

—Hay, pequeño Adriel. —dice levantándose del suelo.

—Habla de una maldita vez, Adam.

—Si la queremos en nuestro equipo y se niega, tenemos que tomar decisiones precipitadas, ¿entiendes?

—Entiendo una mierda. No tenía que haber hecho eso, habían miles de formas para hacerlo y decidieron eso, ¿Qué tal si moría? ¿Qué coño iban a hacer?

—Adriel, sabemos lo que hacemos, ¿vale?

—Son unos hijos de puta, no se merecen que se una ah ustedes ni a nadie, tiene vida propia y puede hacer lo que le dé la gana.

—Desde el principio sabías que si no quería, tendríamos que tomar decisiones precipitadas.

—¡Joder, pero no este tipo de decisiones!

—No es nuestro problema que te hayas enamorado de la niña, Adriel. Haremos lo que tengamos que hacer y no tú ni nadie podrá impedirlo.

Ya me iba cuando oí que dijo:

—Si no quieres que tú niña se vuelva un maldito vampiro, estate con los ojos bien puestos en el hospital. Solo te doy una ayuda.

No contesté y salí por donde llegué. No pasó mucho tiempo cuando por fin depuse llegar al hospital, pedí información sobre Morgan, pero la maldita recepcionista no me la quiso dar, así que tuve que hacer de las mías para que lo hiciera. Cuando llegué al piso donde se encontraban los familiares de Morgan, vi que estaba Carlota, Manuel y su padre. Nadie más.

Me dolía saber que Morgan no tenía mucha familia, pero no era la única que se estaba quedando sala.

Llegué a donde se encontraban.

—¿Cómo está? —pregunto.

—No nos han querido decir nada. —dice Carlota.

Puse mis manos en la cabeza y jalaba desesperado mis pelos. La quería joder, no podía permitirme de que algo le pasara, era la primera vez en toda mi larga vida que me enamoraba de alguien, no podía tener tan mala suerte en la vida, no lo merecía. Yo no era tan malo, por momentos deseaba ser un chico normal, sin tener que vivir esta maldita vida, pero sin esto, nunca hubiera podido conocer a Morgan, mi princesa.

No dejaría que nada le pasara, si tuviera que pasarme días, semanas ó incluso meses, lo haría, sé cuanto odiaría convertirse en un vampiro y tampoco quería darle esa satisfacción a su madre.

No sé cuántas horas pasé con su padre en el hospital, había perdido la cuenta. Hasta que vi como un señor de la mediana edad de acercaba ah nosotros.

—¿Familiares de la paciente Morgan Anne Walker?—pregunta mirando hacia todos lados.

—Somos nosotros. —responde su padre, levantándose del asiento desde que oye el nombre de su hija.

Carlota, Manuel y yo le seguimos hasta donde se encuentra el médico. Me fijo en su placa y veo su nombre:

Mario Días.

—¿Cómo se encuentra mi hija, doctor? —pregunta desesperado el padre de mi novia.

—Su hija no está mejorando mucho, señor Walker. Aún no podemos sacarla de Intensiva y tuvimos que hacerle una pequeña operación, la tenemos ahí pero estamos observando cómo reacciona a ella. Si sigue así, puede entrar en un coma, si entra en él, no sabemos cuánto tiempo pueda estar así.

—¿Si entrara en el coma, podría seguir viviendo, verdad?

—No lo sabemos, joven. Han habido muchos pacientes que no aguantan pasar mucho tiempo en coma y mueren. No sabemos si es el caso de su hija. —mira hacia Walker. No sabía por qué, pero me gustaba llamarlo más por su apellido, era tenerle al menos algo de respeto.

Veo como sus ojos, junto con los de todos los que estamos aquí junto al doctor, se llenan de lágrimas. No sé cuánto tiempo hacía que no derramaba una sola lágrima, pero si era por Morgan, no dudaría en hacerlo, de alguna forma tendría que sacar esta tristeza que había en mi.

No sabía cuanto tiempo pasaría ahí, pero lo único que sabía era que:

Haría lo posible con tal de que ella no estuviera mal, si tuviera que rezar, siendo el diablo, lo haría aunque no supiera como.

***

Tercera nota de la autora: jodeeeeeeer, como me ah gustado esa última frase, iba un poco más arriba, pero decidí ponerla en el final. Quedaba más guapa.

Este es el primer capítulo contado por Adriel y el libro se está acabando, así que tendría que contar algo por el, para que al menos le conocieran un poquito más.

Y ahora si que me podéis decir que Team son, ¿han cambiado de opinión?
—¿TeamAdam ó TeamAdriel?

Si más que decir. No les molesto mas, sigan con su lectura.

—Un beso: Jen.

La Corte Suprema [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora