Capítulo 19:

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Morgan:

Al llegar a mi nuevo trabajo, una de las chicas que trabajaban ahí me enseñó y me dijo todo lo que tendría que hacer. Ya sabía un poco, pero ella me aclaró algunas cosas.

Al principio el trabajo no era mucho, pero luego empezaron a llegar demasiadas personas y el trabajo empezó a crecer mucho más.

Éramos sólo tres chicas más el chico de la caja registradora.

Ya solo faltaba una hora para irme cuando veo que una cara conocida de acerca a una mesa.

Adam.

Pero no venía solo, venía con Carlota. ¿Qué hacían juntos? Carlota me dijo que no se conocían de nada, que al único que conocía un poco era a La Bestia, y era porque se habían acostado.

Joder, ¿me mintió? No quise acercarme ya que si no se daría cuenta que de que ya sabía sobre su mentira. Le pedí a una de las chicas que fuera a la mesa a hacer su pedido. Así que solo le dije que no me encontraba bien.

Se fueron bastante rápido, parece que solo querían hablar un tema rápido y cada cual se fue por su lado. No los perdí de vista ni un segundo, pelearon un poco para luego irse. Ni siquiera se despidieron. 

Cuando tocó la hora de irse, guardé mis cosas, me cambié de ropa y salí afuera. Ya estaba bastante oscuro, así que caminaría un poco para luego llamar un taxi.

Iba caminando sola, cuando siento que alguien está de tras de mi, miro hacia atrás y hay alguien un poco alejado de mi, vestido completamente de negro, no se le veía la cara. Estaba sola, así que lo único que hice fue caminar mucho más rápido.

Tomé mi móvil y justo en ese momento pasa un taxi, lo tomo, le doy la dirección a mi casa y en unos minutos ya estoy allá.

Le pago al hombre del taxi y me bajo del coche, entro a mi casa, pero antes decido echar un vistazo afuera. Y lo que veo hace que mi corazón bombee mucho más fuerte, era el mismo hombre que había visto hace unos minutos atrás, cierro la puerta lo más rápido que puedo y al hacerlo me recargo en ella mientras respiro hondo, intentando calmarme.

¿Cómo cojones ese hombre llegó ahí tan rápido? ¿Ah caso si me estaba volviendo loca? ¿Estaba teniendo espejismos? Esto nunca me había pasado y me asustaba mucho.

Mi hermano estaba en el sofá y mi miraba, no había ninguna expresión en su rostro.

—Hola. —Saludo caminando hacia el.

—¿Dónde estabas y porque llegas así?

—Te cuento si no le dices a papá.

—Está bien, sabes que puedes confiar en mi.

—Claro que confió en ti, Manuel. Eres mi hermano. —Me siento a su lado en el sofá. —Empecé a trabajar. Eres el primero que lo sabe, quiero ahorrar mi propio dinero antes de irme a la universidad.

—Oh, por eso me dices que no cuente nada, porque a papá no le agradará la idea de que una de sus hijos esté trabajando.

—Si, ya sabes cómo es.

—Si. ¿Donde trabajas?

—En una cafetería, en el centro del pueblo, me queda lejos, pero no es algo que no pueda hacer. Se acopla muy bien a mis horarios de clases.

—¿Por qué llegaste asustada? Se vía a leguas que lo estabas.

—No llegué asustada.

—Morgan. —Advierte.

—Vale, pensé que alguien me estaba siguiendo. Pero luego me di cuenta que no, pero aún así me asusté.

—¿Por qué alguien te seguiría?

Eres muy ingenuo, Manuel.

—No lo sé, pero luego que di cuenta que no.

—Creo que te estás volviendo un poco paranoica.

—Si. —hago una pausa mientras suspiro. —Yo también lo creo. ¿Y papá?

—Aún no ah llegado del trabajo, aquí solo está Lucía preparando la cena para cuando papá llegue.

—Al menos hace algo.

—Siempre hace la cena, Morgan.

—Si, lo sé. Por eso creo que la comida sabe tanto a podrido.

Suelta una gran carcajada. —Si te oyera.

—No me haría nada, no puede, si no mi padre la echaría de la casa.

—Morgan, no te engañes. Papá está demasiado ciego con ella.

—Tienes toda la razón.

—Sabes que si.

—Manu, me voy arriba, que tú si estás duchadito ya, pero yo no.

—Venga, vete a duchar de una vez. Desde aquí se huele el mal olor.

Le miro con mala cara. —Tonto.

Voy arriba, guardo las cosas que tenía en mi pequeña mochila y preparo todo para irme a duchar.

Cuando termino, me pongo una ropa cómoda y cuando bajo ya mi padre se encontraba en casa. Un rato después nos ponemos todos a cenar.

***

Dias después:

Hoy era la fiesta de Marcus, en su casa de la playa y Carlota no dejaba de llamarme para preguntarme que me iba a poner. La verdad es que me había comprado algunos conjuntos para esta ocasión, pero aún no había elegido uno para esta noche.

Me pasé bastante tiempo debatiéndome cual me iba a poner, hasta que me decidí por un traje de baño negro con algunos encajes y por encima me pondría un vestido de playa que me había comprado hace un tiempo.

Lo guardé todo y bajé a la planta baja.

Aún recuerdo cuando el profesor Hanier dijo de la excursión a la playa, al final terminó por cancelarse. Quería oír las historias.

Pero también hace unos días dijeron que como habían cancelado la excursión a la playa, iríamos de acampada a un bosque. Y creo que el único bosque que hay por el pueblo es el que se encuentra en el lado de mi casa. No sé si iría, tenía demasiado miedo de lo que podía haber ahí dentro.

Hacía unos días que todo pasaba con normalidad, y me asustaba. No había escuchado más gritos en la noche y cuando regresaba del trabajo nadie me seguía.

Mi padre aún seguía sin saber qué trabajaba, no le había dicho nada aún, se pasaba casi todo el tiempo afuera, así que no notaba mucho mi ausencia en las tardes. Pero pronto se lo diría.




******

Primera nota de la autora:

—Estén atentos a los próximos capítulos, son bastante importantes y hay revelaciones. No les dejo más Spoiler.

Una preguntita:
¿TeamAdriel o TeamAdam? Cuéntenme en los comentarios.

La Corte Suprema [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora