Capítulo 9:

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Morgan:

Por fin pude encontrar conjuntos que me gustasen, fue un poco difícil, pero lo pude lograr. Carlota terminó comprando demasiadas cosas para ella, me dijo que siempre tendría que estar preparada para alguna emergencia.

Vimos que era la hora del almuerzo así que lo mejor sería ir a comer algo, ya que moría de hambre.

Salimos de la tienda y caminamos un poco más hasta que encontramos un lugar de comida china, perfecto, amaba la comida china.

Al llegar, tomamos asiento y esperamos a que la mesera tomara nuestra orden, cuando llegó elegimos lo que pediríamos esta vez y con eso se va.

—¿Sabes? Mi madre hará tipo una gala en casa el miércoles.

—¿Gala?

—Si, es algo que a mi madre le gusta bastante, lo hace todos los años. Con distintas temáticas, este año toca vestirse como personas del sigo XVII, ya sabes, esos vestidos hermosos que vemos en las películas que se ambientan en esos años.

—¿Por qué lo hace?

—Es tipo como una bienvenida al año, un nuevo año en que mi familia sigue unida ó algo así me explicó mi madre, aunque también es para celebrar su aniversario, lo juntan todo. Es un poco tonto cuando te pones a pensar, pero a la gente a la que invita le gusta bastante, ya que hay bebidas y comida gratis.

—Oh, que bien.

—Pues si, ¿vendrás?

—¿Me está invitando?

—Pues si, te daré una invitación mañana.

—oh vale, solo que hay un problema.

—¿Cuál?

—No tengo vestido para esa gala.

—¡Oh! Eso no es problema, al salir de aquí iremos a encargar uno, en una tienda que hay por aquí cerca, es bastante buena, venden esos tipos de vestidos, era en la que iría a comprar el mío.

—Vale.

—Cuando salgamos de aquí iremos.

—Ok.

—Igual está no será la única, solo que la otra mi madre la hará para celebrar su cumpleaños.

—¿Hace esto todos los años?

—Exacto.

—Entonces no es algo nuevo por aquí.

—La verdad es que no. Ya las personas a las que mi madre les manda la invitación están acostumbrados a que les lleguen dos cada año.

—Wow, eso es gastar demasiado dinero.

—Si, pero para mi madre no es problema, según me dice ella. Mi padre es un empresario exitoso que se pasa casi todo el tiempo viajando a mi madre le dejaron sus padres una fortuna enorme cuando murieron, así que no es mucho problema hacer eso.

—¿Por qué tú madre trabaja como directora?

—Es un pasatiempo, digamos que odia estar todo el tiempo allá en la casa, sabe que sus amigas tienen que hacer cosas mejores que tomar el té con ella todos los días, así que cuando salió la plaza para trabajar como directora en ese instituto decidió que trabajaría ahí. Al principio mi padre se opuso, pero luego la dejó hacerlo ya que él siempre estaba fuera de casa.

—Jo, ¿vendrá tu padre a estas galas?—pregunto.

—Mi madre le mataría si dejase de venir a una, es muy importante para ella. Por eso mi padre siempre trata de que en estas fechas el trabajo sea menor, así puede escaparse unos días del trabajo y venir hasta acá.

—Joder, debe de ser un poco difícil tener que estar alejado de tu familia.

—La verdad es que si, aveces extraño un poco a mi padre. Hey, te eh contado mucho de mi hoy, que tal si me cuentas de ti.

—Yo no tengo mucho que contar, tengo un hermoso hermano, que ya lo sabes, mi padre trabaja en unas empresas familiares y también vivo con mi tía.

—¿Y tú madre?

—Murió hace casi tres años. De cáncer, no se le pudo hacer mucho ya que cuando nos dimos cuenta de que lo tenía, ya era demasiado tarde. Nos tocó ver como nuestra madre se iba apagando poco a poco.

—Lo siento mucho.

—No te preocupes, aprendí a salir adelante sola, era bastante independiente cuando pasó, tenia quince años pero sabía cuidarme bastante bien yo sola.

—¿Y como es la relación con tu padre? Por lo que haz hablado creo que no es muy buena.

—La verdad es que no, esto nunca se lo eh contado a nadie. Mi padre salía a trabajar todos los días y al llegar la noche llegaba a casa muy borracho. Eso se repetía demasiadas veces, hasta el día que nuestra madre murió, ese día dijo que no bebería una gota de alcohol más, no hasta que estuviera totalmente curado, y lo hizo así.

Omití demasiadas partes, no es que no confiara en Carlota, pero preferiría tener esas partes de mi vida muy omitidas, sin que nadie las sepa.

—Siento mucho lo que ah pasado.

—No digas que lo sientes, Carlota. En el funeral de mi madre muchas personas me repetían lo mismo muchas veces y no sabes cuanto odio que me digan eso cada vez que digo que mi madre está muerta.

—Vale, no vamos a sacar más el tema. Son cosas de tu vida y se que te duelen contarlas, así que vamos ah hablar de cualquier otra cosa.

Nos pasamos casi todo el almuerzo hablando, Carlota hizo como si no le hubiese contado nada y yo también lo hice.

Salimos del local de comida china y fuimos directo a la tienda donde compraríamos nuestros vestidos.

Al llegar, el lugar no era muy grande, pero habían demasiados vestidos hermosos, no sabría cuál elegir. Ni siquiera me fijé en el precio, mi padre me había dejado una tarjeta para que me comprara lo que quisiera.

Miré muchos vestidos, cuando pensé que no encontraría alguno que me gustara, apareció uno que hizo que me enamorara.

Era de color rojo vino que por lo que veía llegaría hasta debajo de mis tobillos. Era demasiado hermoso. Decidí que me lo probaría. Entré al probador y empecé a ponérmelo, pensé que no me serviría, pero me equivoqué. Me acerqué hacia uno de los espejos que había en el probador y me gustó demasiado el resultado.

Este es perfecto.

Me cambie a mi ropa normal y salí afuera. Busqué a Carlota y esta llevaba un vestido color violeta claro, demasiado bonito.

Pagamos por los vestidos y salimos directo a mi casa, ya que Carlota me llevaría.

La Corte Suprema [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora