Morgan:
—Empecemos. Mira, hace muchísimos años, existió una raza algo entraña, algunos dicen que fue gracias a experimentos que hacían en aquellas épocas y otros decían que eran a causa de las tan famosas brujas. El primer vampiro fue humano, no se sabe como fue que empezaron a existir, nadie lo supo nuca. Empezó a tener demasiadas ganas de beber sangre humana, ya no se conformaba con la sangre que podían proporcionarle los animales, sin saber que mordiendo a una sola persona para extraer su sangre, la iba a convertir en vampiro. El mundo se descontroló, habían vampiros por todos lados, no salían de día,el sol les afectaba, pero en la noche, eran las criaturas más temidas. Las personas empezaron a matarlos, averiguaron la forma de poder matar a un vampiro. Con una estaca. Empezaron a hacer leyes que protegieran a los humanos, todos ya tenían un estaca en su mano, esperando que si algún vampiro viniese a chupar su sangre los matarían. Mataron demasiados, pero eso no hizo que no buscáramos formas para poder sobrevivir, nos camuflamos entre los humanos y fuimos avanzando mucho más. Hasta que los humanos se dieron cuenta de que volvían a existir, los extinguieron ó eso pensaban. Solo quedan pocos vampiros en el mundo, nosotros somos unos de ellos, el mundo a querido ocultar por años lo que pasó en aquellas épocas y nosotros aún queremos existir. Nos mudamos de ciudades constantemente, los vampiros no envejecen, tienen vida eterna.
—¿Qué edad tienen verdaderamente?
—Yo soy el mayor, tengo 167 años. Adriel es el segundo teniendo 159 y luego está Andes, con 134.
—¿Sus padre también lo son?
—Esas personas que se hacen llamar nuestros padre, no lo son, solo nos personas que están trabajando para nosotros, para tener una forma de engañar a la gente.
—Nuestros padre murieron casi hace 100 años, con la exterminación de vampiros, nosotros pudimos escapar, salvarnos, pero ellos no lo lograron.
—Lo siento.
—Ya no importa. —habla por primera vez Adriel.
–Entonces dinos, hermosa damisela. ¿Serás vampiro ó seguirás siendo humana?
No quiero ser vampiro, odiaría tener que vivir a base de sangre, no quiero matar personas para satisfacer mi necesidad de sangre. Así que no, no quiero ser un vampiro, me odiaría de por vida si dejase que me convirtieran en tal cosa.
—Lo siento. Pero no, no puedo ser un vampiro. Prometo guardar su secreto, pero no quiero serlo, quiero seguir con mi vida.
—Muy bien, es tu decisión. Ahora que ya sabes de esto, tienes que saber que nadie, absolutamente nadie puede saberlo. Y que si en algún momento decides cambiar de opinión y volverte vampiro, puedes hablar con cualquiera de nosotros, te haremos el favor, y ya sabes dónde están nuestras dos casas, cuando quieras algo relacionado con el mundo humano, búscanos en la casa del pueblo y si no, nos puedes encontrar aquí.
—Está bien. ¿Me llevarán a casa?
—Adriel lo hará, ¿no es cierto? —le mira.
—Si, claro.
—Pues váyanse de una vez.
Me paré del asiento y todavía me dolía un poco el tobillo por el golpe que me di, iba cogeando hasta que Adriel se dio cuenta y me cargó en sus brazos hasta el coche.
No sabía que me pasaba con este chico, con el me sentía segura. Me estaba gustando, y era lo menos que quería.
Arrancó el coche y empezó a ir por el sendero que salía del bosque, tenían esta casa muy bien escondida.
—Siento que te hayas tenido que enterar de esta forma.
—No te preocupes, ya da igual. Al principio me dio demasiado miedo pensar que las historietas de vampiros que me contaban mis abuelos eran ciertas, no supe cómo tomar esto. Pero ya eh prometido que voy a guardar su secreto.
—Confió en ti, Morgan.
No hablamos más en todo el camino, cuando aparcó el coche frente a mi casa, me miró.
—Adriel. —le llamo.
—¿Si?
—Lo que pasó hoy en la fiesta no se volverá a repetir, ¿vale?
—¿Qué? ¿Por qué no? Joder Morgan, fue maravilloso y lo sabes.
—Ni siquiera tuvimos sexo, solo me tocaste, estuvo bien, demasiado bien, pero no puedo repetir esto.
—¿Es por lo que mi hermano te ah contado? ¿Por qué somos vampiros? ¿Me tienes miedo? Jamás haría algo par...
—No es eso, Adriel. Solo que no quiero tener nada que me vincule más a ustedes. Esto no se repetirá más.
Me quito el cinturón, salgo del coche y entro a mi casa. Mi padre estaba durmiendo, junto con los demás.
Fui a mi habitación, me cambié de ropa y me tumbé en la cama. No sabía como debería tomar todo esto que me han contado hoy.
¿Carlota lo sabría? Estaba hablando con Adam hace unos días.
En la casa de los Donovan cuando estaban contándome todo me sentía muy observada, como si hubiera una mirada fija en mi, miré discretamente a varios lados, pero no encontré a nadie. Era demasiado raro, todo esto lo único que hacía era darme miedo cada vez más.
****
Casi no pude dormir en toda la noche dándole vueltas al asunto, cada vez que intentaba dormir mi mente regresaba a todo lo que había pasado.
Era como un suceso que se repetía y se repetía en mi mente. Tuve pesadillas con esto, no sé si pueda aguantar todo esto.
Era de mañana y sentía que no había pegado ojo en toda la noche. Me puse mi ropa de deporte y salí a correr, necesitaba despejarme. No sé cuánto tiempo corrí, hasta que vi a lo lejos a Carlota con un chico, pero no cualquier chico, no, estaba con Andes, en frente de la casa de los Donovan, estaban peleando, se notaba que Carlota le reclamaba algo, pero él simplemente le ignoraba o le decía cualquier otra cosa.
Me quedé un rato mirándolos, no me podía acercar ya que si no se darían cuenta de que estaba espiándolos. Al parecer Carlota se cansó de que Andes no le hiciera caso, le dijo algo y se fue enfurruñada. Yo decidí devolverme a mi casa, estaba cansada y necesitaba urgentemente una ducha.
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La Corte Suprema [COMPLETADA]
VampireMorgan tiene que irse a vivir a otro pueblo, sin saber las razones, su madre murió y no le queda más que continuar su último año de instituto en ese horrible pueblo, según ella. Piensa que quizás todo sea demasiado aburrido, que pasará hasta el últ...