Capítulo 7:

58 10 0
                                    

Morgan:

—¡Chicas, vamos a la salida! Han llamado a la policía y viene directo aquí. —llega corriendo Marcus a avisarnos.

—¿Qué? —gritamos yo y Carlota al unísono.

—Joder, que si, corred y iros lo más rápido posible.

Carlota y yo, intentamos pasar corriendo entre la multitud de personas, hasta que llegamos a la salida y nos subimos al coche lo más rápido posible. Carlota lo prendió el auto y salimos lo mas rápido que pudimos del lugar. Si alguien se enterara de que estábamos ahí, nuestros padres nos matarían.

Íbamos bastante alejadas del lugar cuando vimos un coche de policía pasar por nuestro lado y seguir por el camino que dejamos hace unos minutos atrás.

—Estuvo cerca. —Digo un poco exaltada.

—Bastante. Joder, ¿a quién coño se les ocurrió delatarnos?

—No lo se, y sabemos que no lo vamos a averiguar.

—Nosotras claro que no, pero estoy segura que la gente de ahí adentro si sabrán pronto quién fue el que los delató.

—Joder, ¿Esto nunca había pasado?

—Si, claro. Pero fue hace muchísimo tiempo, fue lo que me contaron. Ah partir de ahí la gente que iba a esos lugares empezaron a ser un poco más cuidadosos. Hacía años que no llegaba la policía a estos lugares, la gente que los visita se estaban cuidando demasiado.

—¿Crees que lo descubran pronto?

—No lo sé, pero de que lo encuentran, lo encuentran. La última vez lo encontraron y no lo pasó tan bien. ¿Por qué estás tan interesada en este tema?

—No es que esté tan interesada, sólo es curiosidad.

—Vale. —me miró con los ojos entrecerrados.

—Hey, que si.

—No eh dicho nada.

—Ok.

Llegamos a su casa y me bajo del coche y espero en la puerta a Carlota, ya que fue a aparcar el coche.

Cuando llega, mete la llave en el cerrojo y abre la puerta. Subimos ah su habitación, todos en la casa estaban dormidos. Carlota prepara un colchón que sale de abajo de su cama. Voy hacia el baño y me cambio de ropa, me quito el maquillaje y al salir encuentro que ya está todo listo. Demasiado rápido.

—Venga, vamos a dormir.

—Vamos.

***

Despertamos demasiado tarde y anoche habíamos llegado temprano. Voy hacia el baño de Carlota y me doy una ducha, me preparo con la ropa que guardé en mi mochila y al salir tomo mi móvil para ver algunas redes sociales, ya habíamos arreglado todo el cuarto así que no tenia mas nada que hacer mientras que esperaba que Carlota saliese del baño.

Cuando salió ya estaba totalmente preparada, así que fui un momento a su cómoda para tomar un corrector para las ojeras, ya que me había olvidado de hacerlo.

Al terminar, puse el corrector en el lugar donde se encontraba y cuando lo puse en su lugar sin querer una de mis manos rozó una pequeña tijera, pero demasiado filosa, así que me hice una pequeña herida encima de la mano.

—¡Joder! —Exclamo.

—¿Qué pasa? —pregunta Carlota, que se encontraba tirada en ka cama mientras esperaba a que yo terminara.

—Que me eh cortado con esa tijera. Es demasiado filosa, ¿Por qué la tienes abierta en ese lugar?

—No lo se, quizás la eh utilizado para algo y la eh dejado así.

—Oh, vale.

—Toma una servilleta o algo para limpiarte la sangre, por favor. —No había apartado la vista de su móvil. Como si le tuviese miedo a la sangre.

—¿Le tienes fobia a la sangre? —preguntó soltando una pequeña risa.

—Eh... n-no. Solo que no me gusta verla. —se puso un poco nerviosa, creo que en el poco tiempo que la conozco, nunca la había visto tartamudeado, era muy segura de sí misma.

—Okey. —tomó una servilleta que se encontraba en la cómoda y limpio la poca sangre que había salido. Tampoco es que fuera mucha. —Listo, ya la eh limpiado.

Voy hacia uno de los cestos de basura que había en el baño y la echo ahí.

***

Llegué a mi casa en la tarde, Manuel estaba fuera y mi padre estaba trabajando, Lucía quizás había ido de compras, no tenía nada nuevo que hacer así que subí a mi cuarto, tomé unas cosas y salí de la casa.

Sentí que me observaban, provenía del bosque, no era la primera vez que me sucedía así que decidí acercarme un poco, ¿qué me podría pasar?

Entré un poco y pude ver que era demasiado poblado, observé por algunos lados a los que mi vista podía llegar, pero está vez no pude ver a nadie.

La última vez había visto la silueta de un hombre y luego la otra noche cuando vi que alguien entraba en el. Así que algo pasaba ahí adentro, no quise seguir entrando, podría perderme y era un poco tarde así que lo mejor que pude hacer fue salir de ahí lo más rápido posible, me daba muy mala espina ese lugar.

Al salir del bosque, decidí que sería bueno salir a dar un paseo por el pueblo. Un rato bastante largo caminando, me encontré con una fuente, era rara pero demasiada bonita. De color blanco, con un ángel en medio, pero eso no fue lo que más me llamó la atención si no que él ángel sostenía una rosa en su mano derecha, mire su cara y tenía una hermosa sonrisa inocente en ella, pero mire que su mano izquierda estaba oculta detrás de el, me moví un poco y pude ver que sostenía en ella un puñal.

Joder, que fuerte.

La fuente estaba perfectamente tallada, se notaba que lo había echo alguien experto en el tema.

Y ah decir verdad, me llamó demasiado la atención. Era una de esas cosas que veías, te parecía muy bonita y que luego no pudieras quitar tus ojos de ella. Justo eso me pasó.

Me senté en uno de los bancos que estaban cerca de la fuente. No había mucha gente cerca, habían solo tres personas, una pareja que estaba un poco alejados de mi y yo. Nadie más, se veía que no era un lugar al que venía mucha gente.

Era tranquilo, y eso fue lo más que me gustó, creo que este es el lugar que más me ah gustado hasta ahora del pueblo.

Un rato más sentada ahí y siento como algo en los bolsillos de mi chaqueta negra, vibra, mi móvil.

Lo tomo y veo que es un mensaje, pero al ver, era de un número desconocido.

Número Desconocido: no todo es lo que crees.

La Corte Suprema [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora