Capítulo 8:

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Morgan:

No entiendo el mensaje, ¿A que se refiere con lo que dice?

No le tomo mucha importancia, así que tomo mis cosas y salgo nuevamente a mi casa. Pronto oscurecerá y estoy muy lejos de ella y tengo que ir andando.

Casi una hora después llegó a la casa, mi padre, mi hermano y Lucía ya habían llegado.

Mi padre me pregunta que si había llegado de casa de mi amiga a esa hora, le respondí y salí a mi habitación. Tomé una ducha y me puse el pijama.

Bajo y todo pasa como siempre, cenamos en silencio. Nada nuevo.

Subo a mi habitación, me acuesto y caigo en los brazos del Morfeo.

Al día siguiente Carlota me llamó para salir a hacer unas compras e ir a algún lado, según ella, era domingo y necesitábamos divertirnos.

Al principio me negué, pero no se como hizo para convencerme y ahí estábamos, en su coche, camino a una tienda de ropas, su favorita, según me dijo.

—¿Vamos luego a por un café?

—Vale.

—Pues eso, creo que me compraré un nuevo vestido, ¿sabes? Hace tiempo no salgo de compras y estoy un poco harta de tener que utilizar la misma ropa todo el tiempo.

—Yo estoy feliz usando la misma ropa cada que puedo.

—Vale, pero sabes que hoy te comprarás ropa nueva, ya no aguanto verte con los pantalones holgados esos que te pones. Tienes un cuerpo bastante bonito, no entiendo por qué no lo muestras.

—No es lo mío, en mi otro instituto muchas veces me criticaron por llevar la ropa ajustada, me decían que me veía demasiado gorda, muchas veces dejé de comer ah causa de esas críticas. Pero luego me di cuenta de que no debía ser como ellos quisieran, que siendo yo misma estaría bien.

—Joder, que fuerte.

—Pero luego me acostumbré a utilizar estos pantalones holgados, algunas veces suelo utilizar tops ó algunas blusas cortas y así.

—Pues si, te eh visto con ellos. Pero ya va siendo hora de que cambies un poco tu closet.

—Vale.

Al llegar al lugar, pude ver que era muy grande y al entrar vi demasiada ropa de distintos tipos, colores, tamaños.

La verdad es que hacía años que no entraba a una tienda de ropas. La que yo usaba la pedía por internet ó por algún sitio web. Me daba demasiada pereza ir a comprarla a una tienda.

Carlota es fans a la moda, siempre va de acuerdo a las temporadas y dependiendo la ropa que se use en ese momento, algo de lo que me eh podido dar cuenta.

Carlota es una chica hermosísima, me pregunto ¿por qué no tiene novio? Podría tener al chico que quisiera.

—Carlota.

—Dime, Morgan. —Miraba algunas ropas mientras yo estaba detrás de ella.

—¿Por qué no tienes novio? Eres demasiado hermosa. —se gira hacia mi.

—No necesito un chico para que me diga lo hermosa que soy, Morgan. Eso lo sé sin que nadie tenga que decírmelo, ¿vale? Aparte, los chicos son todos unos Idotas, lo más aconsejable es que no salgas con ninguno. Ten sexo sin compromiso, sale mucho mejor que estar con un chico, tarde ó temprano terminará dejándote y luego estarás sufriendo cono una tonta.

—Te ah pasado, ¿verdad?—afirmo.

—¿El qué?

—Sufrir por un chico, lo digo por la forma en la que me acabas de decir esto.

—Si, sufrí por un chico. Hace un año, era mi amigo de la infancia, empecé a sentir cosas por él y al contárselo me dijo que sentía lo mismo. Estuvimos dos meses saliendo, hasta que me cortó, me dejo por otra chica, pero eso no fue lo más que me dolió. —hace una pausa. —lo que más me dolió fue que estuvo demasiado tiempo engañándome con ella. Le pedí que me contara las razones por la que no me contó desde un principio que salía con ella y me dijo que era para no romperme el corazón, pero al enterarme por mi cuenta de que era engañada por el chico que amaba  fue lo que hizo que verdaderamente mi corazón se rompiera. En ese momento sentí que el mundo se caía a mis pies, era la primera vez que sentía algo así, mi primera decepción amorosa. Luego me buscó, para que fuésemos amigos pero le dije que no, que no podía ser amiga de alguien que me mintió, que quizás si me hubiera dicho que no quería nada conmigo y que me hubiera cortado antes de engañarme, pudiéramos volver a ser amigos; pero ya era demasiado tarde para arreglar ese error.

—Lo siento mucho. —fue lo único que hice.

Vi un poco de decepción en sus ojos al acordarse de tal suceso.

—No te preocupes, ya pasó, está superado.

—¿Qué pasó con el chico? ¿Aún vive en el pueblo?

—No, se mudó de aquí hace un par de años. A su padre le ofrecieron un mejor puesto de trabajo en una ciudad bastante alejada de aquí y se mudó con él hacia allá.

—Oh, vale. Quizás sentiste un alivio al saber que no verías más al chico que rompió tu corazón.

—No, la verdad es que no, no sentí nada, simplemente me sentía demasiado mal como para pensar en si se iba ó no. Quizás eso fue bueno, ¿sabes? Quizás no verlo más fue lo que me hizo sanar mi corazón mucho más rápido, no cruzármelo en cualquier parte hizo que fuera olvidando ese dolor, hasta que simplemente se esfumó. Morgan, el tiempo es el mejor doctor para las heridas internas.

No contesté nada más, ya que ella se me adelantó y dijo que dejásemos las charlas y que nos fuésemos a lo que vinimos, comprar ropa nueva.

Llevábamos varios minutos en la tienda, miraba hacia todos lados, buscaba ropa que verdaderamente me gustara, pero no encontraba nada. Carlota me enseñaba algunos conjuntos, pero los descartaba al instante, era mucho más de su estilo que del mío.

Iba pasando por unos vestidos hasta que uno en específico me llamó la atención, era verde claro con algunas flores blancas y de otros colores, un escote en forma de corazón y un poco más arriba de mis rodillas. Era demasiado bonito, pero era más como para verano, pero eso no hizo que no lo tomara en mis manos para llevarlo conmigo.

En algún momento de la vida podré usarlo.

La Corte Suprema [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora