Avanzar II (Terceros)

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Severus no tiene una buena mañana. 

Lo sabía desde que su desayuno favorito no estuvo presente en la mesa del gran comedor o que Pomona este de mal humor. 

Todo lo malo vino constantemente a partir de ese punto. 

Filius en su propósito de corregir su manera de enseñar... fue su visita antes de las 10 am, interrumpiendo un agradable momento con unos detenidos en el corredor por comportamiento impropio... el mestizo se invitó a su silla, a convocar té y bocadillos, con esa sonrisa paternal y esa paciencia interminable, comenzó sus consejos innecesarios como una lista implacable que duro una eternidad. 

¿Porque lo tolera?

Se tiene que recordar que lo hace, no solo porque fue su profesor en su propia niñez, sino que es un duelista... no cualquiera... el campeon y enojado era terriblemente aterrador... Severus mantiene su gesto de piedra apretando de manera distraida sus puños en un lugar donde no se pueda ver, con su mandibula cuadrada y pensando en todas las maneras en que podria contestar en cada seccion que le han enumerado de sus defectos.

No evita apretar con más fuerza los dientes al escuchar una cosa incredula.

Porque tacharlo de intolerante cuando maneja estudiantes ineptos con materiales volatiles es una difamacion, si, acepta que no es el mejor con las palabras... pero no ha tenido muertes, además, cualquiera que no soporte el trato bien puede reprobar y salirse del colegio ¿verdad?

-No me veas de esa manera, Severus, todo sería mejor si fueras menos terco- 

Snape lo intento, jura por merlin que lo hizo, pero no evita chasquear los dientes con su temperamento amenazando finalmente en brotar... pero tiene que detenerse... recordarse que esto no es con malas intenciones (que no quiere provocar la ira de alguien tan temible como el medio duende).

-Realmente agradezco tu esfuerzo por no morderme-

Se pregunta cuando la influencia de esa bruja comenzó a ser una enfermedad entre el comportamiento respetuoso del resto de los profesores... en tan poco tiempo ha visto y escuchado muchas de sus costumbres entre ellos... sus alumnos no están tan lejos con el fantasma de esa infeliz canción aun sonando de vez en cuando en los corredores. 

Severus jura que es el único que está fuera de esa infección (es tan ciego para no verlo). 

Filius tiene esa alegría en sus ojos como si entendiera lo que piensa -Sabes, deberías venir alguna vez a una de nuestras reuniones musicales-

Snape resopla ante tal invitación, pero toma la distraccion de sus implacables consejos como un respiro... relajando sus puños como su mente llena de deseos de muerte... tararea finalmente tomando la taza ya fria de su té considerando algo que ya ha escuchado -No me interesa- argumenta.

Porque una cosa es ser educado con el tema de su supuesto enderezamiento como profesor y otra muy distinta todo lo demás, sobretodo, cuando su tiempo es tan valioso con Umbridge fuera de Hogwarts como para desperdiciarlo en tonterias.

-Son solo dos horas los fines de semana, claro, a veces no es tan fijo... todo depende de los involucrados- complementa Filius con tranquilidad sin ofenderse por su tono.

Pero el pocionista arruga su nariz -Estoy seguro su pequeño club tiene suficiente personal-

Una risa risueña -Apenas somos tres... y dudo contar mucho a Bill, creo que va más a molestar- admite con un suspiro.

Severus mira sin impresionar, pero tampoco tentandose el corazon para ser parte de tal perdida de tiempo... algo que no dira en voz alta... porque tambien sabe, que es un tema que apasiona demasiado al mestizo como para ser desdeñoso en su cara.

La maldición de la muerte futuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora