Final del Quinto II

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Volver a la rutina es complicado cuando nada se siente igual, pero lo intenta.

Charity intenta que nada de lo nuevo afecte a sus viejas manías. 

Pasear por el aula durante las últimas afinaciones para los exámenes de todos los grados... redacta preguntas nuevas... dibuja nuevas opciones de respuesta... complicar la dificultad dependiendo del temario de cada año... se esfuerza porque de nuevo no sea subestimada su materia en un compromiso para que sus estudiantes piensen muy duro.

Conforme le da forma a los exámenes que tiene meses planeando, siente la satisfacción de saber que de esta manera llegara a las cabezas duras que son a veces los niños... encorvada encima de su escritorio, haciendo las cosas con una pluma y tinta... no evita que su sonrisa se extienda con maldad apenas disimulada.

Ser maestro ha demostrado ser algo gratificante conforme pasa más tiempo ejerciendo en ese cuerpo... suspira al apartar... observar el trabajo del sexto año... ahora no dio puntos extras, solo tomara las participaciones... tareas... pero nada al final, tampoco permitió que la engatusaran, ese año no dejo que hubiera lagunas legales que aprovecharan los astutos.

Con la temporada de exámenes, la ausencia de Charity apenas es comentada entre el cuerpo estudiantil.

Sus viajes en los corredores del castillo siguen firmes en sus horas entre clases para mantener la salud o la fachada... anda entre los pasillos empedrados saludando a sus alumnos de otras clases en una casualidad ya conocida... ayudando a los pequeños que suelen perderse aun entre la complejidad del colegio... evitando accidentes en las peligrosas escaleras... orientando a los que deciden preguntar si vale la pena inscribirse el siguiente año a su clase... platicando con chicas... disimulando consejos no aptos para menores.

Preparando con lo que puede a la próxima graduación.

Harry Potter o cualquiera de sus amigos no se ha acercado y para Burdage, está bien. 

Los gemelos Weasley igualmente han mantenido una distancia justa.

Minerva ha dicho que las aguas en su torre se han calmado, pero sin dar detalles. 

¿Sera realmente la culpable? no evita volver a pensar en esa cuestión.

Ligeramente recuerda esa única discusión con Potter cuando termino esas clases extraordinarias... nadie se ha molestado en confirmarla... y Burdage se ha limitado a ser profesional sin presionar el asunto ni cazar estudiantes ni amigos, no desea involucrarse... era lo mejor.

Ya tiene suficiente en su plato como para buscar más. 

Su puerta suena, Charity sale de su ensoñación y agitando su varita... guarda los prototipos de los exámenes en los cajones bien asegurados... al dar el permiso para la entrada, levanta las cejas al ver a su visitante -Hola Joven Lovegood- 

Esa niña ha crecido otros centímetros, sigue con su vista perdida y andar alegre, le ha ofrecido una soñadora sonrisa al pararse delante con soltura -Si no tiene a donde ir, mi padre y yo estamos dispuestos a recibirla- suelta con una aspereza ajena, es la apedreada de alguien inocente que ve la lógica de su solicitud y no pierde el tiempo con rodeos amables. 

Parpadeando con el nudo repentino en su pecho por el nuevo recuerdo de su estado sin hogar, Charity se obliga a no verse afligida u ofendida por tal manera de abrir una conversación... inclina la cabeza -Muchas gracias por la invitación...- dice con un tono muy convencido -Pero no quiero incomodar a su familia- asegura, antes que nada. 

-No será incomodo... nuestra casa tiene dos pisos- indica con inteligencia la rubia. 

Riendo para sí misma porque duda que ese es el problema, Charity ofrece la silla con un agitar de varita de nuevo... llama a su elfo... invita un chocolate caliente -No es necesario, además... necesito estar en mis terrenos, al menos, comenzar a planear mi casa y estoy segura... tendré donde dormir- ofrece aun cuando piensa insegura en tal cosa.

La maldición de la muerte futuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora