Alma Velasco
-Luces hermosa hoy -Samuel me dice con una hermosa sonrisa en sus labios, mientras estamos en camino a nuestros respectivos salones en la universidad.
Samuel se anotó en las clases de comercio y esas son las que imparten en el salón que está al lado del mío.
Llevo puesto un vestido veraniego en color rojo que tiene como diseño pequeñas rosas blancas, tiene escote v y su largo es a más arriba de las rodillas. Lo combinó con una chaqueta Jeans. En los pies tengo bailarinas negras y el pelo tejido en una trenza como siempre.
Me encuentro igual que todos los días. Pero debo de reconocer que los piropos de Samuel me hacen sonrojar.
-Gracias -le respondo- Tu también luces muy bien.
Samuel lleva puesto unos jeans negros con una camisa azul, tiene los primeros botones desabotonados dando una pequeña vista a su pecho. En los pies unos zapatos del mismo color de la camisa y su hermoso pelo riso que algunos flequillos le caen en el rostro.
Llegamos hasta la puerta de mi salón, pero antes de entrar y de que Samuel se vaya al suyo:
-Samuel quiero agradecerte por la bonita amistad que me has brindado desde que llegué aquí -le sonrió- Digamos que conocerte es una de las mejores cosas que me han pasado.
-No tienes que agradecerme -me mira fijamente a los ojos con su hermosa mirada verde oscura- Alma tengo que decirte algo -se acerca a mi acortando nuestro espacio.
-Samuel ya tenemos que entrar a clases, mejor me dices en hora del almuerzo.
-No -responde- Hace días que he querido decírtelo y no he tenido el valor, pero ya si ciento que es el momento.
No se porque me estoy empezando a poner nerviosa.
-Eres hermosa -continua- El verde de tus hermosos ojos no sale de mis pensamientos -levanta su mano derecha y la posa en mi mejilla izquierda- Alma tu me.......
-Alma -una voz femenina no le permite a Samuel terminar sus palabras. Él se aparta de mí y fija sus ojos en la persona que acaba de llegar. Yo volteo para ver de quién se trata....
Mia Arango.
La hermosa chica de ojos verdes, que lleva puesto un enterizo en color rosa. Le queda divino.
-Mia que bueno verte -dice Samuel acercándose a ella y estrechándola con un pequeño abrazo- ¿Cómo te sientes?
-Estoy bien -le responde con una gran sonrisa y lo mira como si fuera un ángel caído del cielo- Gracias por las hermosas rosas que enviaste a la mansión cuando regrese del hospital.
¿Le mando rosas?
¿Por qué no me lo dijo?
-Yina me comentó sobre los planes que tenían para hacerte un pequeño recibimiento. Por esos las envié -le responde.
-¿Pequeño? Mi habitación estaba lleno de rosas por todas partes, de todos los familiares y amigos -No aparta su mirada de él, tampoco quita la gran sonrisa que dibujan sus labios. Es más que obvio que le gusta, no disimula ni un poco.
-Samuel -interrumpo la mágica conversación- Ya voy a entrar a clases. Nos vemos en hora de almuerzo ¿Vale?
Él asiente, volteo para entrar al salón, pero una mano me detiene cuando sostiene mi brazo.
Mia
-Alma espera -volteo- Me regalas unos minutos, es que necesito hablar contigo.
No tengo ningún problema en hablar con ella, solo pensé que ya todo había quedado claro entre nosotras.
ESTÁS LEYENDO
Alma Velasco (+21)
RomanceAlma Velasco nunca llegó a pensar que con solo aceptar una beca todo resultaría tan difícil. La vida de Alma cambio por completo desde el día que puso los pies sobre la universidad europea de Madrid, al verse obligada a salvarle la vida a la hermana...