Alma Velasco
Una semana después
Puedo ver a través de la ventana del bus cómo se pierden los árboles. Las clases en la universidad terminaron por el día de hoy y estoy de regreso a casa.
Se me vienen a los pensamientos recuerdos. Los días pasan muy rápido, ya ha pasado una semana desde aquel día.
Aquel día que tuve el enfrentamiento con la Sra. Verónica en la cafetería de la universidad, se tomó el atrevimiento de ofender, humillarme y ofrecerme dinero a cambio de que me aleje de su hija.
Desde ese día no he vuelto a tener contacto con Mia. Ella no volvió a mandarme a buscar, después de que fui a exigirle que se olvide mí para siempre y yo tampoco tuve el valor de regresar al hospital.
Pero en lo que menos puedo dejar de pensar es en lo que pasó aquel día con él.
Aquel alborotó que causamos Miguel y yo por todo el hospital, corriendo como niños pequeños por esos pasillos. Él detrás de mí como me gritaba que me detuviera y yo como tonta actuando como sorda.
Sonrió
Cada vez que recuerdo lo vivido en las escaleras sonrió como boba, no puedo olvidar su aroma, su respiración tan cerca de mis labios, como su mirada estaba conectada con la mía. Es como si quisiéramos decirnos mil cosas a las vez.
Reconozco que tengo un grave problema porque desde ese día no paro de pensar en él, todo me recuerda a él y por las noches cuando cierro mis ojos para intentar descansar y logró quedarme dormida, pues aparece el en mis sueños.
Todas las noches está él en mis sueños, pero es extraño porque siempre es el mismo sueño.
Lo veo acercarse a mí, hacerme sentir escalofríos cuando posa sus manos en mi cuerpo, seducirme y justo cuando va a pegar sus labios con los míos, abro mis ojos despertando de aquel sueño.
Todas las mañanas despierto cabreada con las bragas húmedas y mis pezones erectos. Lo único que me queda por hacer es tocarme, masturbarme pensando en aquel hombre que seguro ni se acuerda de mi existencia.
Aunque tal vez si me recuerda, de seguro sus pensamientos conmigo son viéndome lavando todos los retretes y pisos del hospital, como el muy idiota piensa que trabajo allí.
Pero no me importa, no sé si me estaré volviendo loca pero me gusta pensar y soñar con él.
¡Joder! Los recuerdos de su hermosa mirada de ojos verdes me tienen perturbada.
La verdad no se qué me está pasando pero quiero tener sus labios pegados a los míos, es más no quiero, lo necesitó y la desesperación está acabando conmigo.
Quiero tenerlo junto a mí, sentir sus caricias por todo mi cuerpo y aunque nunca he estado con nadie porque sigo siendo virgen (al parecer moriré siéndolo). Quiero sentirlo dentro de mí.
Pero se que esos sueños y pensamientos nunca se harán realidad porque él nunca se fijaría en alguien tan simple como yo.
Todo es muy extraño porque con quién debería estar teniendo esos pensamientos y sueños es con Samuel que si lo besé. Ese beso que nos dimos, me gustó y el me atrae pero no entiendo porque no lo deseo.
Me doy una cachetada mental para dejar de pensar en Miguel por unos segundos, todo mi centro de atención no puede girar entorno a él.
Espero que todo siga calmado en la universidad como ha estado toda esta semana. Después de hablarle mal a Samuel aquel día, le pedí disculpas porque él es muy lindo conmigo y no se merece que lo trate así.
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Alma Velasco (+21)
RomansaAlma Velasco nunca llegó a pensar que con solo aceptar una beca todo resultaría tan difícil. La vida de Alma cambio por completo desde el día que puso los pies sobre la universidad europea de Madrid, al verse obligada a salvarle la vida a la hermana...