Mia Arango
-¿Qué haces aquí?
Fueron las palabras que expuso Alma al percibir quien estaba tocando la puerta de su casa.
Definitivamente yo era la persona menos indicada para visitarla después de todo lo que ha acontecido. Además estoy muy segura de algo (Soy la persona que ella menos esperaba).
Sus hermosos ojos verde oliva relumbraban como platos de la impresión. Ella debe poseer muchas preguntas en sus pensamientos como: ¿A qué vine? ¿Cómo supe donde vive? ¿Si no me quedó claro que no quiere saber más nada sobre mí?
En fin, estoy aquí porque quiero remediar los errores, convencerla de regresar a la universidad y sobre todo deseo tener con ella una hermosa amistad.
-Mia, acabó de hacerte una pregunta -insiste con su mirada fija en mí, a la espera de una respuesta- ¿Qué haces aquí?
La determinó y sostiene con sus manos un folder en color azul, sus dedos juegan con el. Sin duda alguna está nerviosa.
-Hola Alma -agrego a mi saludo una pequeña sonrisa para lidiar el ambiente y a la vez hacerle esa pregunta que mi conciencia sabe que es un rotundo no- ¿Puedo pasar?
-¿Mia porque haces esto? -ella pregunta con modestia, es evidente que no quiere insultarme.
-Alma necesitamos hablar -soy persistente para convencerla.
-No tenemos nada de que hablar
-toma una bocanada de aire y la expulsa hacia afuera luego de un segundo- Mia no quiero ser grosera contigo, por favor vete.-¡Almaaa! -exclama Yina mientras posa su cuerpo a mi lado.
Le pedí a mi prima Yina que me espere en su convertible mientras intentó convencer a la chica de ojos verdes que me permita pasar. Sabía que no sería nada fácil convencerla.
-Estamos concientes de que no quieres hablar con nosotras -continua Yina- Pero debes escucharnos, no te quitaremos mucho de tu tiempo.
Unos segundos de silencio reinaron entre nosotras, mientras Alma nos detallaba con mucha atención, nosotras estamos esperando que su respuesta no sea negativa.
-Vale -responde mientras hace espacio bajo el umbral de su puerta y con su mano hace una señal que indica hacia dentro de su respectivo hogar- Pueden pasar.
Sin desaprovechar el tiempo camino en dirección hacia adentro de la casa y mi prima sigue detrás de mí, además puedo escuchar como Alma arroja la puerta al cerrarla.
En definitiva no le gusto la visita sorpresa.
Ya en el interior puedo observar y detallar su hogar, es humilde, pequeña además de muy linda, organizada y acogedora. Estaba al tanto sobre la vida de Alma, es de clase social muy baja. Pero nada de eso me importa.
Mis ojos localizan la chica que está recostada sobre el mueble, con los pies arriba. Mi cuerpo sigue en dirección hacia ella quedando a su lado. La chica tiene piercing en el rostro, tatuajes por todos sus brazos además de los mechones de diferentes colores que tiene en el pelo.
-¿Qué me vez? -me cuestiona la chica al percibir que no le quitó mis ojos de encima.
-¡Ana! -exclama Alma, referente a un regaño.
-Disculpa, no quería incomodarte
-son las únicas palabras, mejor dicho excusas que se me pudieron ocurrir.-Ana ellas son Mia Arango y su prima Yina Brown -Alma nos presenta mientras con su manos, señala a cada una al tiempo que menciona nuestros nombres.
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Alma Velasco (+21)
RomanceAlma Velasco nunca llegó a pensar que con solo aceptar una beca todo resultaría tan difícil. La vida de Alma cambio por completo desde el día que puso los pies sobre la universidad europea de Madrid, al verse obligada a salvarle la vida a la hermana...