Capitulo 3 .. Travesía.

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Alma Velasco

En mi cabeza solo están los pensamientos del comportamiento de mi madre hacia mi hermana, no entiendo ¿por qué la trata así?

Desde que éramos pequeñas la tiene menospreciada, en cambio, conmigo todo es diferente. Más que una madre se comporta como mi amiga, no me juzga, siempre está de acuerdo conmigo, sus cariños me derriten y tiene toda sus esperanzas puestas en mí. Está confirmado que mi madre tiene favoritismo entre mi hermana y yo.

Aparte de tener la cabeza liada con la situación de mi madre y hermana. En este momento me encuentro hasta las narices, siento molestias en mis pies. Es fastidioso, inaguantable, irritante estoy que no aguanto más el dolor

Llevo más de cuarenta y cinco minutos caminando, tenía que estar en la universidad a las 8:00 am, pero ya son alrededor de las 11, no solo me he perdido la primera hora de clases sino que llegaré a la última hora.

Cuando salí de casa camine hasta la estación para tomar el bus que se dirige a la ciudad, pero para mi mala suerte no lo pude abordar, porque hacía minutos que ya había salido. No podía esperar el siguiente bus que sale al medio día porque eso me haría llegar aún más tarde a la universidad. Por eso decidí caminar y ya llevo casi una hora.

Me detengo un momento en el borde de la carretera.

Ya no aguanto más, no estoy acostumbrada a caminar tanto además el sol no me ayuda, necesito tomar agua, el calor me está volviendo loca. Estoy tratando de calmarme un poco, respiro profundo para no perder la paciencia y pooshhhhh.......

Siento agua en mis piernas, inclinó mi cabeza observándome y mi pantalón está empapado de agua. Levantó la mirada y puedo ver la causa de que esté así. Una camioneta roja acaba de pasar una de sus gomas sobre un pequeño charco y me ha tirado toda esa agua sucia encima.

—¡Aprenda a conducir maldita sea!. —le gritó al conductor de la camioneta que está dentro con los cristales oscuros.

—Usted es la culpable, está vía es solo para vehículos. —es lo que me dice mientras baja del vehículo, acercándose hacia mí y no puedo creer lo que mis ojos están viendo. Pienso que ese charco de agua me acaba de salvar el día.

—Hola Sr. Nelson. —lo conozco desde que tengo uso de razón. Es el dueño de la bodega, todos en el barrio compran sus alimentos ahí. Nelson es una persona emprendedora porque también hace préstamos de dinero con la condición de que le entreguen algo de valor. Como por ejemplo una casa, pero tiene el corazón un poco rudo porque no le duele ser cruel y dejar en la calle a cualquier persona que no le quiera o pueda pagar su dinero.

—Señorita Alma. ¿Qué hace usted por aquí sola?

—Es que estaba de camino a la ciudad y me detuve a descansar un momento.

—¿Cómo que descansar? ¿Quién descansa a un lado de la carretera bajo el sol?

—Lo sé, soy una tonta.

¡Qué vergüenza estoy pasando!.

—Me gustaría entender. ¿Por qué vas caminando hacia el pueblo y no tomaste el bus como una persona normal?

—Llegue minutos tarde a la estación y debo llegar a la universidad lo más pronto posible. Hoy es mi primer día de clases no puedo faltar. —Nelson da media vuelta y se acerca a la caminata abriendo la puerta del asiento del copiloto.

—Sube. —hace un ademán con una de sus manos, indicándome que suba al vehículo—. Te llevaré solo porque voy de camino a recoger unos pedidos para la bodega, pero me molesta que tengas que subirte a mi camioneta mojada de agua sucia.

Alma Velasco (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora