Capitulo 6 .. Conocerte

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Alma Velasco

Yina estaciona el convertible en el parqueo del hospital y Samuel también hace lo mismo con su Jeep ubicándolo en un espacio al lado del carro de Yina. Bajamos del vehículo y tomamos juntos el ascensor para ir a la habitación que se encuentra Mía.

Mientras el elevador sube Yina y Samuel hablan de un evento que organizó la empresa "Los Arango" hace unos meses donde se reunieron sus familiares y la pasaron superbién. Por todo lo que escuchó se nota que llevan muchos años conociéndose y siendo grandes amigos.

El ascensor se detiene, abre sus puertas y salimos de él. Nos dirigimos por los pasillos y yo solo los sigo porque no tengo idea de que habitación es.

Me siento muy nerviosa no sé cómo Mia me recibirá y tampoco tengo idea de que palabras me tocaría decirle.

Los Arango son una familia de poder y la mía no son nada delante de ellos. A simple vista se nota que soy de una clase social baja. Gracias a mi madre, la ropa que me compro hace que me vea menos miserable.

Llevo puesto unos Jeans anchos rasgados con un abrigo amarillo en tela de algodón y las mismas botas de ayer. El pelo tengo una trenza en el lado.

-Es aquí -dice Yina al detenerse frente una de las puertas que tiene como número 325. Samuel y yo también nos detenemos a su lado.

-¿Estás lista Alma? -me pregunta Samuel.

Los dos están esperando una respuesta y si, si quiero verla. El problema es que tengo miedo de luego arrepentirme de estar aquí, no quiero que me acusen como cómplice del intento de homicidio porque no tengo culpa de nada de lo que paso.

Sé que al atravesar esta puerta no tendré marcha atrás. Tomo una bocanada de aire para relajarme y pienso en ese dicho que mi madre tango dice "El que nada debe nada teme"

Que pase lo que tenga que pasar.

-Si estoy lista.

Yina abre la puerta y entra, luego le sigue Samuel y después entro yo.

Lo primero que veo es a Mia acostada en una cama con un montón de aparatos a su alrededor, tiene oxígeno en la nariz y el brazo izquierdo está vendado me imagino que es por las quemaduras.

Sobre el mueble de la esquina que es para las visitas está sentado un chico muy guapo de pelo rizado rubio, que con sus ojos azules me repara de arriba, abajo como la extraña que soy. Mis pensamientos lo recuerdan y sé quién es, lo vi en una de esas revista que tiene Ana. Es Milán Arango, el segundo de los hermanos Arango.

-Mia misión cumplida -le dice Yina en tono graciosa mientras me señala.

Desde que entre Mía tenía los ojos concentrados en la puerta, lo que significa que estaba esperando por mí, ahora me observa con curiosidad. 

-Gracias -le responde.

-Me debes una.

Aparta sus ojos de mí y los pone en Samuel que está parado a mi lado.

-Hola Samuel -lo saluda mientras se sonroja.

-¿Cómo te sientes? -le responde y se acerca hacia ella, tomando su mano.

-Ya vez, recuperándome.

-Si te sanas pronto te prometo que te llevaré a comer helado -continúa sosteniendo su mano y notó que ella ejerce fuerza en su agarre cuando él la intenta apartar.

-Intentaré salir de este hospital pronto -tiene una sonrisa de oreja a oreja. Es más que obvio que le gusta.

Yina rasca su garganta para que ella despierte de la hipnosis que le provoca Samuel y él suelta su mano.

Alma Velasco (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora