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Yoongi sonrió mientras esperaba a que la puerta fuera abierta, escuchó del otro lado la voz emocionada de Soobin pidiéndole a Kibum que se diera prisa.

Segundos después la puerta fue abierta por Kibum, Yoongi sonrió hacia Soobin, quien estaba dando saltitos, pero el cachorro se detuvo.

— ¿Ojos bonitos? — preguntó decepcionado.

Kibum soltó una risa al ver la sonrisa de Yoongi desaparecer, jugueteó con el cabello de Soobin, quien se abrazó a su pierna.

— Él nos está esperando en la florería. — respondió Yoongi sonriendo de nuevo.

Soobin lo miró ilusionado.

— ¿Si? — preguntó emocionado.

Yoongi asintió. Soobin soltó la pierna de Kibum para dar pequeños saltitos de nuevo.

— Vamos, vamos, vamos. — dijo Soobin tomando la mano de Kibum y la de Yoongi para intentar hacerlos avanzar.

Yoongi sonrió encantado porque era la primera vez que Soobin tomaba su mano.

— Si lloras, Soobin estará muy confundido. — susurró Kibum al notar los ojos brillantes por las lágrimas de Yoongi.

Yoongi aclaró su garganta y sonrió de nuevo.

— Vamos. — respondió.

Soobin asintió, avanzaron juntos hasta la camioneta de Yoongi, decidió comprar un auto nuevo para usarlo con Soobin.

Tomó la decisión de vender uno de sus autos deportivos o sea quedaría sin espacio en la bodega que tenga.

— Roll Royce. — murmuró Kibum divertido.

Yoongi le dio un vistazo y soltó una risa.

Ninguno dijo nada, se limitaron a reír.

Yoongi abrió la puerta del asiento trasero y Kibum soltó una risa al ver que Yoongi ya había instalado un asiento especial para Soobin.

— ¿Puedo cargarte? — preguntó Yoongi mirando a Soobin—. Tienes que sentarte en este asiente especial. — explicó apuntando la silla que había instalado el día anterior.

Soobin miró a Kibum y después a Yoongi. Asintió.

Yoongi trago saliva y sintió sus manos temblar unos segundos, cargo a Soobin y sin querer realmente soltarlo, lo dejó en la sillita para comenzar a abrochar su cinturón de seguridad.

Soobin espero pacientemente, pero terminó orientando un poco a Yoongi porque estaba tardando demasiado.

Yoongi se giró hacia Kibum al escucharlo reír y lo vio grabando el momento. Sonrió a pesar de que sus mejillas estaban sonrojadas porque Soobin recordaba mejor que él, cómo abrochar correctamente el cinturón de seguridad.

— Gracias. — dijo Soobin sonriendo un poco.

— No es nada. — murmuró Yoongi murándolo y cerró la puerta—. ¿Puedes pasarme ese video? — preguntó mirando a Kibum.

— Ya lo envié. — dijo Kibum con una sonrisa.

Yoongi sonrió agradecido.

— Vamos. — guió a Kibum hasta el asiento del copiloto y le abrió la puerta.

— Gracias. — murmuró Kibum y abrochó su cinturón de seguridad mientras Yoongi rodeaba la camioneta para subir al asiento del conductor.

Yoongi encendió la camioneta y comenzó a viajar.

— Debiste pedirme la silla de Soobin, no era necesario que compraras otra. — comentó Kibum.

— Pensé que no tenías auto. — admitió Yoongi.