Verano eterno ☁️ [Daryl Dixon] Pt.2

13. Secretos

▂▂▂▂▂▂▂▂ pov: Olive ▂▂▂▂▂▂▂▂

Cuando el sol salió, ambos nos fuimos de la cama Greene. Daryl bajó a acomodarse en la tienda y yo decidí salir a moverme un poco, al menos mis lesiones no eran tan graves. Mi pierna dolía por el corte, pero mi brazo ya no molestaba y mi cabeza había dejado de doler gracias a las aspirina. 

Glenn estaba usando los binoculares para mirar el granero a la lejanía, me acerqué hasta donde estaba, haciendo el menor ruido posible. Clavé mis dedos en su espalda y se dio la vuelta totalmente espantado, yo me reí y él suspiró. 

— carajo, Olive...casi me matas del susto 

— al menos ya no parezco uno de esos bastardos muertos, y no soy tan horrible como para que te asustes - dije - ¿Miras a la hija del granjero? 

— no, miro otra cosa 

— ¿Cómo qué? 

Glenn estaba tartamudeando, intentando explicarme que es lo que estaba viendo. Pero, a la lejanía, vi como Andrea había entrado a la tienda de Daryl, y Maggie se dirigía hacia nosotros, bastante enojada...aunque no entendía el por qué. 

— me lo explicas luego, tengo cosas que hacer 

Me acerqué a la tienda y Andrea salió de ahí, su mejilla estaba de color violeta...es una lastima no haber roto su pómulo. La miré hasta que se alejó por completo y entré a la tienda, Daryl tenía un libro entre sus manos. 

— ¿Ahora lees pedazo de idiota? 

— soy una persona culta, ¿Qué diablos pasa? 

— nada, ¿Por qué diablos tiene que pasar algo? 

— los celos te hacen ver linda - comentó con una sonrisa burlona, va a morir...

— ¿Celosa de ti? - bufé - por favor, prefiero morirme 

— bueno, está bien - dijo - ya que estás ahí haciendo nada, ¿Me pasas el frasco de medicamentos? 

— ahí tienes tus estúpidos medicamentos, que la próxima vez te los de la idiota de Andrea 

Le tiré el frasco de pastillas en la cabeza, y él comenzó a quejarse, pero me fui del lugar antes de que mi pecho explote de la ira. Estas cosas nunca me habían pasado, creo que pasar tanto tiempo con Daryl me está volviendo loca poco a poco. 

— hola, Olive - habló Carl, con aquel gorro que quedaba gigante en su cabeza

— diablos pequeño sherif, ¿No te he dicho que me asustan los policías?