31. Refugio

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▂▂▂▂▂▂▂▂ pov: Olive ▂▂▂▂▂▂▂▂

Todos comían, hablaban y compartían, dentro del calor de la iglesia. Realmente había extrañado tener un lugar seguro, un techo, y comida en un plato. Sobre mi regazo reposaba mi espada y me dediqué a apreciar cada una de sus inscripciones, algunas en coreano, otras con símbolos, el maestro Jung me explicó cada una de ellas. 

En el mango podemos encontrar la palabra familia, algo muy poético si te pones a pensar...más para mí, porque mi familia siempre fue mi sostén. En el filo de la hoja, hay tres palabras y un símbolo, "sangre", "sudor" y "lágrimas", junto a un cerezo. Según Jung para forjar esta espada se derramaron esos tres fluidos y ahora son parte de ella, pero a él le gustaba exagerar las historias. 

Hay veces en las que siento que puedo escucharlo en mi cabeza, su voz se me quedó grabada y es mi tesoro más grande. Cuando peleo con caminantes o vivos incluso, siento que puedo escuchar sus correcciones, su aliento para que gane...así que él me dejó mucho más que una espada, me dejó años de entrenamiento y disciplina que hoy en día me salvan la vida, también la de mi familia. 

Daryl buscó más comida y volvió a sentarse junto a mí, estábamos relativamente alejados de los demás, como normalmente. Dejé mi espada a un lado y quité un poco de su comida, ambos en silencio y todo por lo que ocurrió durante el día. 

— eres terca - dijo comiendo 

— tú eres idiota 

— ¿Y si nos pedimos perdón al mismo tiempo? 

— bien - acepté - a la cuenta de tres, uno, dos, tres 

Ambos nos quedamos callados y mirándonos, sabía que él no iba a pedir perdón y yo tampoco iba a hacerlo la verdad. Quizá una pequeña risa se escapó de nuestros labios, éramos dos idiotas sin remedio. Pero, creo que a esta altura no hace falta pedirnos perdón. Mi cabeza se recostó sobre su hombro, cuanto sueño tenía. 

— quiero proponer un brindis - dijo Abraham - miro a todos en esta sala y veo sobrevivientes 

— te apuesto lo que quieras a que va a decir una estupidez tan grande como la cabezota de Eugene - le susurré a Daryl 

— eso es tirar alto - dijo y nos reímos 

— todos y cada uno de ustedes se ganó ese título - siguió - por los sobrevivientes - levantó la copa 

— sobrevivientes! 

— perdiste - dijo 

— shh...dale tiempo

— ¿Es todo lo que desean ser? - preguntó 

— me debes dos cigarrillos - dije 

— ¿Volviste a fumar? 

— uno cada tanto es necesario, vivimos en un mundo de mierda de todas formas - contesté 

— ¿Despertar en la mañana, matar a los imbéciles no muertos, buscar comida, dormir por la noche con los ojos abiertos enjuagar y repetir? - siguió - porque pueden hacer eso, tienen la fortaleza...tienen la habilidad. La cuestión es que, para ustedes, con su capacidad...eso es rendirse. Si Eugene llega a Washington, hará que los muertos mueran y los vivos reconquistarán el mundo. Y eso no es poco premio por un pequeño viaje en auto. Eugene, ¿Qué hay en D.C? 

— una infraestructura pensada para soportar pandemias aun de esta jodida magnitud, o sea, alimentos, combustible, refugio

— un nuevo comienzo, más allá de cómo resulte esto, más allá de cuánto tarde en arrancar ese nuevo comienzo, allí estarán a salvo. Más de lo que estuvieron desde que empezó todo esto, vengan con nosotros, salven el mundo para esa pequeñita. Sálvenlo por ustedes mismos, por las personas que deben resignarse a sobrevivir 

Verano eterno ☁️ [Daryl Dixon] Pt.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora