A pesar de ser de madrugada, Obito Uchiha seguía despierto. Sobre su cama, su cuerpo yacía recostado observando con detalle el techo.
—Eres cruel, Deidara... —murmuró.
Sus oídos captaron a la distancia el sonido de la sirena policial. Se levantó de golpe y salió de su habitación en busca de su sirviente. Sabía qué iba a pasar si no se movía rápido.
—¡Kakashi! —lo llamó, haciendo que el mencionado se dirigiera hacia él.
—¿Qué pasa, señor Obito?
—¿Que si qué pasa? ¿No escuchas las sirenas? ¡Deidara no es tonto! Sácame de aquí.
—Señor Obito, podría ser por cualquier otra cosa.
—Idiota... Si te digo que me quiero ir, eso va a pasar. —lo tomó con fuerza del cuello.
—Hay una salida por la alacena izquierda de abajo, junto al refrigerador. ¿Qué haré yo?
—Te entregas.
—¿Disculpe? —dijo confundido.
—Desde ahora, tú eres Obito Uchiha, o mejor conocido como Tobi. Pagarás por lo que has hecho.
—¡Ni loco! Me van a matar. ¿Por qué no escapo con usted?
—Si no te apresuras te van a atrapar. Aún si es como cómplice, te vas a pudrir en la cárcel. —corrió hacia donde Kakashi le había indicado para escapar.
Kakashi sabía qué pasaba. Sabía que a Obito no le importaba echarlo al fuego para salvarse, sabía que jamás le iba a importar algo que no fuera su propia existencia. Le daba asco.
—¿No vas a escapar? —dijo el jefe cuando estuvo a punto de salir.
—No, soy Tobi.
Obito rió y se fue. Aquel sirviente de dudosa procedencia se dirigió a la cocina. Tenía en claro lo que haría.
La policía llegó allanando la puerta. La gravedad del caso que Deidara había presentado no era nada sencillo, puesto que ya era conocido aquel hombre de numerosos crímenes.
—¡¡Es la policía!! ¡¡TOBI, ESTÁS ATRAPADO!! —gritó uno de los oficiales. Todos se dispersaron por el lugar, pero dos de ellos encontraron a Kakashi. Se encontraba llorando en el suelo en posición fetal.
—¿Quién eres tú? —le preguntó uno de ellos.
—¡Por favor, ayúdenme! —se levantó a dirigirle la mirada —. Él me secuestró y ha pasado maltrátandome todo el tiempo... ¡Escapó en cuanto escuchó las sirenas! Y-yo quise huir, pero me ganó el miedo... él me amenazó... quiso que me entregara en su nombre y... —se cubrió los ojos aún en un llanto aparentemente descontrolado.
—Oye, tranquilo. La ayuda ya llegó.
—¿Cómo puedes confiar en él? ¿Y si está mintiendo? —le dijo el otro oficial.
—Tienes razón... ¿Tienes alguna prueba de lo que dices?
—Puedo darles las que quieran. Él me las dejó de sobra pensando que yo no haría nada —se quitó la camiseta para mostrar su torso, que estaba lleno de moretones y cortes —. Tengo grabaciones; también preguntarle a mi padre si quiere, me notificó como desaparecido hace mucho tiempo. Créanme, por favor...
Los policías se miraron entre sí y decidieron ayudar a Kakashi. Lo escoltaron hacia uno de los autos y, al no haber encontrado a quien buscaban, se retiraron.
Al llegar a la estación de policía, Kakashi fue interrogado directamente por el comisario general, que lo citó a su oficina.
—Buenas noches, señor Hatake.
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~ Destino ~ [ITADEI]
FanfictionUn embarazo no planeado es lo que inicia esta historia, más específicamente, en el vientre de Deidara Kamiruzu, quien espera con ansias a contarle a su marido. Lo que no sabe son las consecuencias y preocupaciones que ésto le provocará a su amado...