~ Destino ~ [ITADEI]

Capítulo IX -. Tobi

Al día siguiente, Itachi despertó en el sofá de su casa.

—¿Hm...? —pronunció confundido cuando se despertaba. A su mente, llegaban los recuerdos de cómo se quedó dormido en la oficina con Shisui y su confusión aumentó.

—Oh, despertaste. —le sonrió Izumi, quien estaba cocinando el desayuno.

—¿Izumi? ¿Qué hago aquí?

—Shisui me llamó diciendo que era lo mejor dejarte en casa y te trajo.

—Oh, es cierto. A Shisui le gusta cuidarme. Quizá se refería a que descansara, llegué muy cansado al trabajo.

—¿Qué hacías allá a tales horas?

—Iba a seguir, pero Shisui me convenció de mejor dormir y eso hice —terminó de pararse para después tomar algo de lo que hizo Izumi —. Hoy el equipo se encargará de todo, quiero encontrarlo. Ya está reportado como desaparecido y no descansaré hasta entonces.

—¿De quién demonios estás hablando?

—Deidara. —apretó los puños con fuerza.

—¿Eh? ¿Para qué lo quieres?

—Izu, hay muchas cosas confidenciales que prefiero no explicar, ¿sí?

—¿Qué? —dijo confundida —. Estás delirando, ¿qué te pasa hoy?

—¡No estoy delirando! No tienes idea de lo que está pasando.

—No quieres decirme, ¿cómo quieres que sepa?

—Tsk... —desvió la mirada.

—¿Itachi? —se acercó a él y lo tomó del hombro con delicadeza, aquel hombre se encontraba alterado por la situación.

—Te diré sólo un poco...

—Está bien. —dijo con sorpresa, ya que no esperó ese comentario.

—Investigo el caso de "Tobi", y Deidara es una pieza fundamental para conseguir información sobre eso. He pasado noches en el trabajo esperando noticias, porque es cuando suele actuar. También me dedico a unir todo eso y llegar a algo, pero aún no lo he logrado.

—... ¿E-el caso de "Tobi"?

—Sí, así que lo siento si a veces duro un tiempo un poco más largo del usual ahí.

—Ya veo... —retrocedió aterrada —. ¿No te meterás en problemas haciendo eso? ¡Tobi es mafioso y ha hecho cosas horrbles! ¿Qué tal si se enfada contigo por tratar de descubrirlo?

—No me importa, yo necesito a Deidara, ésto es más importante que yo.

—No digas eso, Ita. —dijo preocupada.

—No te preocupes, todo estará bien. —le sonrió. Derrepente, recibió una llamada de Shisui que rápidamente contestó.

—Tienes que venir. Creo que encontramos algo muy importante.

—¿Qué encontraron?

—Sólo ven, ¡es importante!

—Iré enseguida. —colgó la llamada. Cuando miró a su esposa, su rostro no lucía muy contento.

—¿Te vas a ir otra vez, no?

—Shisui dice que es muy importante, y debo ir.

—¿No crees que te olvidas de algo?

—Uh... ¿Adiós?

—No le conseguiste niñera a tus hijos.

—... —se quedó pasmado, mirando a la nada —. Tienes razón... —murmuró.